HEARTBEAT [✨Kozume Kenma✨]

Capítulo 25

-Va a empezar. - dijo Kenma corriendo y saltando hacia la cama, haciendo reír a su novia, quien tenía las palomitas en la mano. Ese día había un evento de competencia mundial de juegos, y Kenma estaba muy emocionado por verla, _____ lo estaba acompañando porque quería pasar el día con él.

Los padres de Kenma no estaban en casa, así que ambos podían poner la televisión al volumen que más les acomodara. Ellos se recostaron en la cama con las palomitas en la mano, y _____ sonrió divertida al ver la cara emocionada de Kenma, incluso sus mejillas estaban un poco sonrojadas de la emoción.

-Quiero ver una película. - dijo ____ molestándolo y este volteó a verla, haciéndola reír un momento. - Es broma, solo que pareces muy emocionado.

-No hay eventos mundiales de juegos todos los días. - dijo el chico soltando un suspiro y ____ le dio un poco de palomitas mientras se acomodaba sobre la cama. Ambos chicos comenzaron a ver el evento y pasó un buen rato hasta que volvieron a decir algo. - Agh, que mal. Solo perdió por nerviosismo, era obvio que iba a saltar.

- ¿Tú crees?

-Si, porque en este juego y en este nivel, siempre hace lo mismo. - dijo el chico soltando un suspiro y metiendo otro poco de palomitas a su boca mientras fruncía el ceño. - Si vas a una competencia mundial de ese juego, es básico que lo sepas. De seguro estaba nervioso, hay muchísima gente mirando.

-Que lindo eres. - dijo ella con una sonrisa comiendo un poco de palomitas, Kenma se volteó a verla confundida y pensando qué tenía que ver lo que acababa de decir con eso. - Me gusta cómo te ves hablando de cosas que te interesan, tus ojos brillan muchísimo.

- ¿En serio? - dijo él y ella asintió con la cabeza, haciéndolo sonreír. El chico beso la frente de su novia con una sonrisa por un par de segundos. - A mí me gustas siempre, siempre estás linda.

____ entonces tomó la cara de Kenma y le lleno de besos rápidos y cortos, haciéndolo reír. Kenma entonces, solo giró nuevamente su cabeza hacia ella, y calmadamente, le robó un beso de sus labios, el cual duró algunos segundos. ____ entonces tomó su cara en cuanto se separó él, para volver a besarlo, era completamente adictivo. Los labios de Kenma eran tan suaves, y tenían sabor a palomitas de maíz, y él la besaba con tal delicadeza que pensaba que estaba cayendo sobre una nube. Al notar que ella lo había vuelto a besar, Kenma solo la abrazó, para mantenerla junto a él, y eso fue lo que desató lo siguiente.

Al estar apegados, y ya besándose por un buen rato, sus cuerpos reaccionaron solos. Kenma, con las mejillas algo sonrojadas, abrió su boca y ____ al sentir que lo hizo, hizo lo mismo que él, dándole entrada a Kenma para intensificar el beso. Tan solo fue necesario eso para que la habitación tomara un calor sofocante, y las manos de Kenma quisieran aferrarse a su novia, haciendo así que la atrajera más a su cuerpo, aun intensificando más en el beso. _____ pasó sus manos de la nuca, hacia el cabello de Kenma lentamente, haciendo que el chico se estremeciera frente a ella. Kenma se acomodó, sentándose un poco más en la cama, atrayendo a su novia hacia él, provocando que ella quedara sentada en su regazo y _____ tampoco se quedó atrás, pues, sentada en su regazo, se acomodó, poniendo cada pierna a un lado de las suyas mientras lo besaba.

Kenma no pudo contenerse y desde la cintura de la chica, bajó las mano a sus caderas y las atrajo hacia él, provocando un pequeño roce, y seguido, un jadeo por parte de ambos. El calor se hacía aún más sofocante cada segundo que pasaba y ninguno de los dos quería dejar de besar al otro, la sensación era impresionantemente buena. Kenma, sintiendo en sus labios los suaves labios de la chica, decidió morderlo, no tan fuerte como para lastimarla, pero no tan despacio como para pasar desapercibido, y al separarse un segundo para morder sus labios, vio la expresión, sonrojada y acalorada de su novia, lo que le hizo soltar un gruñido y volver a besarla cada vez más intensamente.

El beso terminó siendo sorprendentemente agresivo. Kenma tenía a _____ sobre él mientras la besaba y la atraía hacia él, provocando roces entre ambos, haciendo que la chica soltara algunos quejidos de vez en cuando.

-Kenma... - jadeó ella, sorprendiendo a su novio, quien, tomándola de las caderas, la volteó, dejándola sobre la cama y quedando él, con las manos una a cada lado de la cabeza de su novia. Kenma tenía una de sus piernas entre las de ella, dejando a la chica sorprendida. Él no pudo contenerse de volver a besarla, teniéndola ahora debajo de él, _____ se sonrojó por completo al darse, finalmente, cuenta de los que estaba pasando, pero no iba a quedarse atrás, o eso pensaba, pero Kenma estaba por completo fuera de control en ese momento. Cada vez que escuchaba un quejido, o un jadeo de ____, quería escucharlo de nuevo, así que hacía todo lo posible para escucharlo. El chico, con una mano, hizo que _____ hiciera la cabeza hacia atrás para besar su cuello, haciendo que ella, de la sorpresa, hiciera un pequeño espasmo y soltara, finalmente, un gemido, sintiendo el calor invadiendo su cuerpo. – Agh... Kenma...

-Si diciendo mi nombre esperas que me detenga, no te va a resultar. - dijo él soltando una media sonrisa, satisfecho. Siempre que había pensado en la posibilidad de que algo así pasara, porque, por supuesto que lo había pensado antes, siempre había imaginado que sería ella quien lo guiara, que sería ella quien tendría el control de la situación, ya sea por su timidez, por la falta de experiencia y por no saber que hacer. Pero su cuerpo se movía por sí solo, y a juzgar por la cara de ____, lo hacía bien. Kenma volvió a besar el cuello de la chica, haciéndola jadear y finalmente, aferrarse a sus muñecas apoyadas en la cama.

Pero ella no quería quedarse atrás.

Antes de que Kenma pudiera continuar, _____ aguantándose sus quejidos, lo volteó nuevamente, quedando sobre él, sorprendiéndolo. Ella entonces volvió a besarlo, esta vez bajando también hasta su cuello, haciéndolo gruñir. Al escuchar ese gruñido, _____ sintió como su piel se erizaba por completo. No solo eran los besos, era el roce que provocaban al estar _____ sobre él, lo que hacían que la chica se sintiera cada vez más débil al moverse, pues el calor ya había invadido su cuerpo, y no podía hacer mucho más que jadear mientras besaba al chico. Kenma no dudó un segundo al darse cuenta de esto, y pasando sus manos por debajo de la playera de la chica, tomó su cintura y luego pasó sus manos por la espalda de su novia, haciéndola jadear. Kenma se sentó en la cama, acercándose a ella y volviendo a besar su cuello y clavículas.

El bulto de Kenma se sentía perfectamente debajo del trasero de la chica, lo que le provocaba mucho más calor, haciéndola gemir, Kenma subió el volumen de la televisión con una de sus manos mientras no dejaba de besarla. Todo se había descontrolado mucho más que antes y ahora Kenma una de sus manos sosteniendo la espalda de la chica y la otra en su trasero, haciéndola descontrolarse aún más.

-Llegando. - dijo la madre de Kenma desde el primer piso e hizo una mueca al escuchar la televisión tan alta. Ella subió las escaleras y abrió despacio la puerta de la habitación de su hijo, encontrándolo a él con su novia, profundamente dormidos. Ella sonrió con ternura y se acercó a taparlos con una manta y apagó la televisión. - Que linda pareja...

_____ y Kenma abrieron los ojos al escuchar que la puerta se cerraba y se sonrojaron por completo.

-Kenma. - dijo ella soltando un suspiro sonrojada. - Nunca volveré a dudar de tu agresividad.

-No digas eso... - dijo él nervioso y sonrojado escondiéndose en sus frazadas. Solo había bastado cortar con el ambiente para que Kenma volviera a ser el chico tímido que solía ser casi siempre. - Estoy muy avergonzado...

-Yo también. - dijo ella soltando un suspiro con el rostro sonrojado y luego soltó una sonrisa nerviosa. - Pero viéndole el lado positivo, estoy feliz de que mi primera vez haciendo estas cosas haya sido contigo...

-Supongo que si... - dijo el chico soltando un suspiro y mirando a su novia tímido y sonrojado. - Oye.

-Dime.

-Algún día... - dijo él sonrojado y ocultándose debajo de las frazadas nuevamente, mirándose a sí mismo y su bulto debajo de su pantalón ¿ella lo habría notado? Qué vergüenza. - Bueno... podemos... ¿hacerlo otra vez?

-Si... - dijo ella sonrojándose y luego él la abrazó, ella se acurrucó en su pecho. Ambos estaban nerviosos y tímidos después de hacer todo eso, pero aún podían refugiarse en un tierno abrazo hasta calmarse. - Te quiero.

-Te quiero más.