Algodón de azúcar|BibleBuild

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Build era un chico alegre, siempre estaba sonriendo, cambiaba el color de su cabello constantemente y adoraba los gatos. Era el chico más popular del instituto superior al cual asistía, era humilde ante todas las cosas. Era el más risueño del aula, y esa sonrisa era como un sol. Él era como la luna en la oscuridad, brillante y hermoso, pero nuestro chico  guardaba un secreto en su corazón. A Build le gustaba Bible Wichapas, el capitán del equipo de fútbol del  instituto. Bible tenía novio, por eso, sus sentimientos hacia él, estaban guardados bajo siete llaves, en lo profundo de su ser. Eso no le impedía estar pendiente de su platónico, amaba como él mordía su carnoso labio inferior, o como echaba hacia atrás su hermoso cabello gris, adoraba esos lindos lunares que él tenía y esos  pequeños ojitos que le parecían lo más lindo del universo. Amaba cada cosa de él, su estructura su estatura baja, sus caídas locas, los tatuajes de su cuerpo, Biuld amaba sus perfecciones e imperfecciones, lo amaba a él.

Por otro lado, Bible sabía que Build era el tierno y tímido pelirrojo que le observaba desde lejos hacía ya un buen tiempo. Bible salía con muchos chicos y chicas, era muy deseado en su escuela, pero ninguno se comparaba con el pequeño Build, él, a sus ojos, era el más hermoso de todo el maldito universo.

En el fondo, deseaba besar sus labios de algodón de azúcar. Pero, ¿cómo sabía que  tenían ese sabor? No lo sabía, así de fácil. Deseaba introducirse en su interior y hacerlo gemir su nombre, desea arrancar su ropa y besar toda su blanca piel, halar sus cabellos rojos y hacerle de todo. Ambos se gustaban, pero eran unos cobardes por ocultar sus sentimientos, por el simple temor de ser rechazado por el otro.

– Build, acerquése un momento.– lo llamó su profesor de literatura. Detuvo su curso, dio media vuelta y fue con su maestro.

–Dígame señor Nattawin.– sonrió amablemente.

–Build. – el hombre miró a su alrededor. – Ya puedes llamarme por mi nombre.

– Apo, ¿qué necesitas primo?– Apo y Build eran primos por parte de madre y pocos lo sabían.

– Necesito que le lleves los apuntes de la clase a Bible ya que hoy no asistió al instituto porque estaba enfermo.

– Si claro, no hay problemas.– sonrió.– Nos vemos más tarde en la casa.– besó su mejilla y dio la vuelta para salir, pero nuevamente fue detenido cuando iba a abrir la puerta del aula.

– Biu, espera.– lo llamó su mayor y llegó hasta él.

– Dime.– alzó su mirada. Apo levantó un libro y se lo dio.

– Ten, te lo envía Mile.– los ojos de Build se iluminaron al ver el libro que su primo le tendió. Chilló de emoción y lo abrazó.

–¡Gracias! ¡Gracias!  ¡Me encanta! Dile a Milie que le prepararé  esas galletas que tanto ama. Adiós primo.

                                  (...)

"¡Puta madre!" Pensó él al verse frente a la mansión de los Sumettikul, estaba nervioso, sí, respiró profundo y miró a lo lejos su casa, otra de las mansiones del condominio, era un buen momento para huir, pero no, lo haría, sería valiente.

                            (...)

El timbre sonó en su casa y Bible puso pausa a la película que estaba viendo, se levantó con mucha pereza y se encaminó a la puerta, bostezó y se estiró en el trayecto. Se sorprendió al ver al tierno pelirrojo en frente suyo, tanto, que sonrió por inercia.

– Eh..h..hola.– dijo él tímidamente acariciando un mechón de tus cabellos rojos.

– Hola phi Build, por favor pasa.– Build sonrió tímido, Bible se hizo a un lado dándole paso al mayor.– Bueno, ¿qué te trae por aquí?– preguntó con una leve sonrisa.

– Si..bu..bueno,– tartamudeó nervioso y respiró antes de hablar.– Ap...digo, el profesor Nattawin me mandó a traerte los apuntes de hoy porque son de suma importancia, hoy faltaste a las clases, así que aquí me tienes.– el menor asintió.

– Hoy desperté con fiebre alta y le avisé al director que no podía ir a la escuela, ni a las prácticas de fútbol, muchas gracias.–  sonrío sincero.

– Aquí tienes.– Le entregó los cuadernos de literatura y también de las demás asignaturas.

– Gracias. ¿Quieres beber algo, té, refresco, jugo, café, agua?

– Un jugo estará bien, gracias...

                               (...)

– Aquí tienes, estuvo delicioso.– Build le entregó el vaso vacío mientras sonreía.

– Gracias.– Colocó el vaso en una mesa cercana.–  Lo hice ayer luego de venir de la cancha, admito que me gusta de vez en cuando cocinar mi propia comida jaja.– Build asintió mientras sonreía, se levantó y se colocó su mochila.

– Bueno, me tengo que ir, gracias por el jugo.–  Bible quiso decir algo, pero se contuvo, sólo lo acompañó a la puerta.

Por la mente de Build pasaron tantas cosas que lo hicieron detenerse. "Este es el momento Build", le dijo su conciencia y su corazón lo apoyó. "No importa que suceda luego, no puedes quedarte con el secreto." Se volteó y encaró a Bible quién sonreía tímidamente.

– Bible, ¿puedo decirte algo? pregunto  inseguro y el más bajo asintió.

– Sí claro.

– La cosa es que lo tengo guardado hace poco más de tres años y ya no aguanto, sé que tienes novio y tal, pero debo desahogarme.– Bible arqueó una ceja y sonrió.

– Anjá, sigue.

– Bible Wichapas, tú me gustas.– dijo con la mirada puesta en sus interesantes zapatillas azules y... ¡Boom!

Miles de sensaciones llegaron al cuerpo de Bible. ¡Joder! Era jodidamente correspondido por el tierno chico de los cabellos rojos y labios de algodón de azúcar. Tomó su mentón y alzó su rostro, Build lo observó confundido porque sonreía, después, sólo sintió el delicado choque de sus labios contra los suyos, sus ojos se cerraron automáticamente y sus manos fueron a los hombros de Bible rodeándolo. Joder, joder, joder. Bible se sentía en el mismo cielo. Ningún otro chico o chica era como Build, y sí, sus labios eran tan suaves como el algodón de azúcar que tanto amaba.

El mayor recobró sus sentidos. "Mierda, tiene novio, no puedo hacer eso", pensó. Sin más se apartó dejando un rastro de saliva en sus labios.

– No, Bible,  eso está mal, tú tienes pareja.– fue callado por los labios del contrario en los suyos, ahora el menor se separó.

– Yo no tengo novio. Terminamos porque se dio cuenta de algo.– acarició tiernamente sus mejillas y apartó un mechón de cabello de su rostro. – Se dio cuenta de que me gustaba alguien más.– Build hizo una mueca de tristeza, Bible era un playboy definitivamente, el de pelo gris se dio cuenta y sonrió.– Me gustas tú bobo y mucho.– se sorprendió mucho, su platónico gustaba de él.

No tuvo tiempo de formular otra pregunta, sus labios fueron reclamados por los contrarios, tomándolos en un posesivo, salvaje y deseoso beso.
En un dos por tres la ropa estuvo regada por toda la casa, ambos locos, enamorados el uno del otro. ¿Apresurado? Sí. ¿Loco? También. Pero debemos tener en cuenta que se traían locos desde hacía mucho tiempo, así que para qué esperar.
Lo hizo suyo una y otra vez durante aquella tarde, conocieron su cuerpo y se tocaron, se besaron, acariciaron, gimieron juntos de placer al llegar al clímax. Bible besó y besó aquellos labios de algodón de azúcar. Sin duda, serían su cosa favorita en el mundo. Al terminar aquel acto de amor infinito Bible lo acurrucó en su pecho y beso sus rojos cabellos algo mojados por el sudor.

– Build, mi tierno pelirrojo, ¿quieres hacerme  el hombre más feliz de todo el jodido universo, convirtiéndote en mi novio?– Build sonrió en grande y asintió eufóricamente.

– Sí, sí quiero, mil veces sí Bible. Quiero ser tu novio Bible Wichapas, mi chico de ojos hermosos. Te quiero muchísimo Bible.

– Y yo a ti te quiero Build...

                                       Mi algodón de azúcar.

                                       FIN

La Mafia Nos AmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora