Kang Hyerim ama dibujar y confía tanto en su talento que decide participar en un concurso de cómics.
Crea un personaje perfecto en todos los sentidos que poco a poco va cobrando popularidad entre los fanáticos de los cómics.
Pero, ¿Y si ese person...
— Una ruptura amorosa que termina en más de ocho libros escritos y sin publicar. —el camina por toda la habitación mientras observa cada uno de los libros que hay en las estanterías— creí que esto solo pasaba en los libros de romance o en las películas. —dice a medida que lee para si mismo la pequeña descripción de uno de los libros.
— ¿A qué te refieres?. —pregunto y continúo con mi deber de escribir aquello que se me vino a la mente.
— ¿Eres escritor?. —dice y yo lo miro con obviedad.
— Na Jaemin, hay al rededor de doscientos libros con mi nombre en ellos, ¿Que no queda claro?. —el se ríe y deja el libro en su lugar.
— Está claro que no eres un escritor. —dice y se cruza de brazos antes de recargarse sobre una de las estanterías.
— Realmente eres demasiado tonto. —digo y vuelvo a tomar el lápiz.
— Un verdadero escritor nunca comete un pecado tan perverso como lo es enamorarse de un personaje que el mismo creó.
Me quedo en silencio y suelto el lápiz haciendo que este suene al chocar contra la madera del escritorio.
"Los pecados capitales de un verdadero escritor se cometerán solo si no sabes separar la ficción de la realidad".
— Se lo que haces. —vuelve a hablar el y yo mantengo mi mirada sobre las hojas de aquel cuaderno— te está consumiendo.
— Eso no es lo que sucede. —me animo a decir pero sigo sin verlo.
— Por supuesto que eso es lo que sucede. —vuelve a afirmar.
— ¡No lo es!. —exclamo y dejo caer mi puño con fuerza sobre el escritorio— ¿Quien te crees para hablar con tanta seguridad sobre eso?.
— Kang Hyerim. —dice el y se ríe— escribiste ocho libros con ella como el personaje principal y estás escribiendo el noveno. —sus manos vuelven a trazar líneas sobre los lomos de los libros— sabes que no existe, pero aún así te creas escenarios en tu cabeza sobre qué es lo que pasaría si ella de verdad existiera. Te imaginas momentos románticos, tristes y felices deseando que algún día eso suceda a pesar de saber que es imposible.
Vuelvo a quedarme en silencio y nuevamente lo escucho reír.
— Incluso estás apurandote en escribir su nueva vida y en cambiarle la edad para que aquel romance que te imaginas no sea tan prohibido.
Lo observo y este camina hacia mí antes de acercarse más hacia mi y mirarme directo a los ojos.
— Conozco a alguien que se enamoró tanto de un personaje creado por el y ahora está muerto en vida. —dice en voz baja y luego se separa— lo mismo pasará contigo si no separas la ficción de la realidad, Lee Jeno.
Se aparta del escritorio y camina lentamente hacia la puerta con la intención de irse.
— ¿Esa persona logró cruzar la línea?. —pregunto y el se detiene— ¿Esa persona fue capaz de mantener una conversación entera con ese personaje?. —se volteó para verme y yo me puse de pie— ¿Esa persona tuvo la oportunidad de verlo con sus propios ojos?.
El se aparta de la puerta y vuelve a caminar hacia mi con un semblante serio en su rostro.
— Esa persona no solo cruzó la línea. —me dice con un tono de voz serio— esa persona fue capaz de amarla y de ser amado por ella, esa persona la vio cumplir sus sueños, esa persona la tuvo en sus brazos, ¿Y sabes que pasó?, Se rompió en mil pedazos.
— Hablas como si esa persona fueras tú. —digo y el muestra una media sonrisa.
— Vuelve a la realidad antes de que sea demasiado tarde. —pronuncia y vuelve hacia la puerta— no quiero verte pasar por un dolor tan insoportable como ese. —dice y finalmente abandona el cuarto.
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