Capítulo 09: Presiones.

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Presente: Noviembre - martes, 01 - Año 2022 - Hora: 05:00-AM

Maggie, aún no podía controlar sus nervios y no había podido dormir ni comer, desde que Alex la dejo para unirse a una loca cruzada que le propuso una mujer a la que nunca había visto en su vida. Impotente y muy enfadada, caminaba y maldecía por el departamento con el teléfono en su mano, el cual no había soltado ni siquiera para ducharse en espera de un mensaje o una llamada de su esposa, pero eso nunca ocurrió y, a pesar de que Maggie no quería verla, ni tampoco quería saber de ella. Sale del departamento, sube a su camioneta y se dirige al agujero donde reside su no tan querida cuñada. Sin importarle que sean las cinco de la madrugada, manejaba por la carretera augurando que de seguro la encontraría ebria como siempre había estado desde que Alex se la presento, justo después de que ella la arrestara por quemar la cola de un perro al cual su dueña lo había disfrazado de Batman y que, según Kara, había intentado morderla. Cabe mencionar que también vomito algo verde y espeso dentro de la patrulla cuando Alex le pidió por favor que la llevara a esa pocilga a la cual la ex superheroína llamaba casa.

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Kara duerme, después de una fiesta muy loca en el bar al que siempre frecuentaba, y por supuesto se había embriagado con un licor alienígena del cual ni siquiera supo el nombre, ni lo que contenía. Los golpes a su puerta de metal oxidado retumban por toda su «casa» y especialmente en su cabeza, eso la despierta de mal humor y no le deja más remedio que levantarse e ir a ver quién diablos era. 

—¡Ya está bien! ¡Ya voy! —los golpes aumentan su intensidad y de inmediato Kara cree que es su hermana— ¡Dije que ya está bien de tantos golpes!, ¡¿Alex, olvidaste que tengo superoídos?!— al abrir la puerta se encuentra con la sorpresa— ¡¡dije que...

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—¡Ya está bien! ¡Ya voy! —los golpes aumentan su intensidad y de inmediato Kara cree que es su hermana— ¡Dije que ya está bien de tantos golpes!, ¡¿Alex, olvidaste que tengo superoídos?!— al abrir la puerta se encuentra con la sorpresa— ¡¡dije que ya basta de tantos...!!, ¿Maggie?... ¿Pero, qué haces aquí? — Maggie entra sin pedirle permiso y de inmediato comienza a recriminarle.

—¡¿Cómo permitiste que pasara esto?!, ¡¿en qué demonios estabas pensando al involucrar a tu hermana, mi esposa, en esta locura?!—Kara, aún semidormida y con una resaca de los mil demonios, le responde sin entender nada de lo que su cuñada la está acusando.

—¡Oye!, tranquila, ¿de qué locura hablas? Ni siquiera recuerdo lo que paso anoche.

—¡No te hagas la tonta conmigo!, tú sabes muy bien donde está, hazme el favor y al menos dile que me llame, no puedo más con esta preocupación... por favor, solo dile que la necesitó y ...—Maggie se quiebra ante su cuñada, sus piernas se doblan y cae de rodillas frente a ella llorando desconsoladamente. Kara no entiende nada, e intenta contenerla de alguna manera.

—Maggie, cálmate por favor, juro que no sé de qué hablas, dime todo lo que sucedió con tu esposa.

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Kara le alcanza un vaso de agua, Maggie, a duras penas, dejaba de llorar y también apenas había podido relatarle a su cuñada todos los detalles que sucedieron antes de que su esposa se marchará.

Una Diosa Se Enamoró De Mí (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora