Capitulo 32: Atrapada.

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Solo faltaba un par de horas para que el sol asomara por el horizonte, cuando el taxi se estaciona frente al complejo departamental. Maggie y Lena bajan de él, regresando de una noche muy intensa para las dos, por alguna razón el Ascensor del edificio no funcionaba, obligándolas a subir por las escaleras, el silencio se hacía presente mientras subían por los escalones. Al llegar al departamento Maggie entra primero, pero Lena, se detiene antes de seguirla...

—Tal vez... tal vez debería buscar un motel...—Maggie la mira y luego toma su mano acompañándola hasta sentarla en el sofá.

—¡¿Cómo se te ocurre?!, ¡Tú, no iras a ningún lado...!, Lena, no temas, lo que paso en el Club fue solo un momento de «pasión espontánea» — Lena, al oír esas dos palabras, arquea una ceja, Maggie lo nota por supuesto

—¿Pasión... espontánea?

—¡Ejem! ..., quiero decir, que cuando nos ..., bueno, eso... tú sabes, en fin. Cuando sucedió, las dos estábamos divirtiéndonos tanto que..., bueno, nos dejamos llevar, solo eso, yo sigo enamorada de Alex, aunque la muy ingrata no se lo merezca, y tú, estás enamorada de Kara..., a propósito, ¿ella sabe lo que tú...?

—Sí... lo sabe, se lo he confesado y ..., ella también siente lo mismo por mí, pero sus indecisiones nos han ido separando y a lo único que siempre llegamos es a discusiones y malentendidos... eso está matándome...

—Vaya, eso... eso es bueno, ¿no?, digo, no sus indecisiones, sino porque ella siente lo mismo por ti... yo pensaba que Kara era cien por ciento, hetero... y siempre estaría prendada por Mon-EL...—Maggie, hace una pequeña pausa para observar su belleza, y sin darse cuenta se muerde el labio inferior, para decir— Entiendo por qué tú también le gustas. Una mujer como tu cambiaria el mundo de cualquier hombre o mujer con tan solo esa sonrisa ta bella que posees. Y no me veas así, nada más digo la verdad —Lena, se ruboriza ante esas halagadoras palabras, pero no se siente incómoda ante ellas, al contrario, le gusta. Hace mucho que nadie le decía palabras tan bonitas, y al escucharla de Maggie, le gustan aún más.

—Gracias Maggie, pero me siento culpable por... —La detective no la deja seguir y la interrumpe diciéndole.

—No deberías. Lena, tus sentimientos ni los míos, cambiaran por ese momento que tuvimos, y del cual no me arrepiento para nada, y me siento afortunada de que haya sido contigo... —Lena, asiente sin responderle, pero sintiéndose mucho y dándose cuenta de cómo Maggie tiene la facilidad de hacerle sentir muy bien— De acuerdo, ahora por favor, duerme un poco, yo haré lo mismo...

—Maggie... ¿puedo pedirte un favor?

—Seguro, lo que quieras.

—No deseo dormir sola en este sofá

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—No deseo dormir sola en este sofá... ¿dormirías conmigo lo que resta de la noche?                           

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Una Diosa Se Enamoró De Mí (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora