Sweet Pleasure 🔥 [+18] ლ [Adapt. BrightWin]

🔥 | SOBADITAS

Siempre recuerdo, el lugar donde todo empezó.

Yo vivía en una casa de clase media baja en los suburbios, justo a un lado de nuestra modesta casa, había una lavandería-sastrería, mi padre era el sastre del lugar y mi madre se encargaba del planchado y lavado a mano de algunas prendas, que en su mayoría eran dejados por gente de dinero. Esa lavandería también tenía un pequeño espacio, destinado al alquiler y venta de algunas de las prendas que, pasado el tiempo de recojo, quedaban a recaudo del propietario. Por no estar previamente canceladas. Aquella semana de mayo, un día lunes, hace ya siete años, un amigo del barrio comenzó a trabajar ahí. Su nombre, Bright.

Bright, a sus diecisiete años, era un joven bellísimo, tenía el cabello castaño claro, grandes y profundos ojos avellana, la piel muy blanca y tersa, unos labios acorazonados y del color de la cereza más jugosa y aunque para su edad, no era muy alto, su cuerpo estaba muy bien formado y sus curvas definidas. Pero lo que más me llamaba la atención en Bright, era que podía lucir muy frágil y delicado, pero definitivamente no lo era. Tenía una belleza imponente, un rostro muy exótico, su mirada era profunda, penetrante, a veces me parecía un tanto sádica y hasta diabólica, y creía que por lo mismo, nunca permitía a ninguna fémina acercársele a coquetear. Solo hablaba conmigo y nuestro círculo de amigos que era muy reducido, desde la infancia, preadolescentes de tarde de parque, corriendo tras un balón. -Con el lindo de Bright, por esos años, habíamos compartido tardes de películas prohibidas, que le robábamos a Mike el hermano mayor de nuestro amigo Drake, pausándolas cuando iban a la mitad, para sobarnos sobre la ropa, compartir nuestros desordenados y nada sensitivos besos con lengua y haciéndonos una paja inofensiva (uno frente al otro) que sólo nos llevaba a sentir cosquillas en la panza, pues a los 12 años, no tienes ni puta idea de lo que significa terminar, correrse, eyacular... Habíamos cambiado mucho desde entonces, Yo, a mis casi dieciocho años, media 187cm, era fibroso, de piel blanca, no tanto como la de Bright, pelo negro, labios... besables y según la población femenina y mis amigos, era caliente y sexy.

Esa tarde mis padres no estaban en el negocio, ellos habían ido a la ciudad, para hacer algunas compras, y me dejaron encargado de todo. Hacía un frío de mierda. Afuera, las pistas parecían pequeños ríos empezando a formarse debido a la lluvia, que comenzaba a hacerse más fuerte. Felizmente una estufa calentaba el recinto, de lo contrario me habría convertido en una paleta de hielo, súper sexy y deliciosa, debo decir. Eran casi las nueve de la mañana y a través del ventanal lo vi llegar, completamente mojado. Sólo estaríamos los dos ese día, tenía que entregarle la lista con las tareas que debía realizar, de hecho ya mi padre había dejado todo preparado para que yo no tuviera que hacer ni decir nada, y listo a pasar la jornada, tranquilamente.

-Menuda lluvia que me ha cogido, Winnie. - me dice Bright al nada más entrar y empezar a desvestirse.

-¿Qué haces?

-Ehh... me quito la ropa mojada.

-¿Estás loco? Alguien puede entrar o peor aún podrías pescar una neumonía.