Sweet Pleasure 🔥 [+18] ლ [Adapt. BrightWin]

🔥 | MI PEQUEÑO NIÑO

Empezaba a caer la noche acompañada de una suave llovizna, para cualquiera, la escena hubiera parecido muy romántica, Win y yo estábamos sentados en el porche de la casa de Dew —desde hacía un rato, viendo el atardecer y platicando sobre las cosas que haríamos durante las próximas vacaciones— mientras él recogía algunas cosas que necesitaba llevar al campus. Habíamos pasado los últimos dos días en casa de Win, pero esa noche debíamos volver y además esa noche, debía romper el corazón del niño más dulce y hermoso que jamás conocí, mi pequeño niño sufriría por mi culpa.

Antes de que empiecen a odiarme, creo que debería contarles algo que sucedió algunos meses antes de lo que acabo de mencionar.

Mi abuelo fue juez, mi padre, como abogado jamás perdió un caso y como juez es implacable, y mi hermano mayor, estaba siguiendo sus pasos, no ha perdido un solo juicio desde que empezó a litigar. Juntos tienen una firma de abogados, la más importante de la ciudad, la misma de la que formaría parte una vez terminara mis estudios de derecho. Siempre había sido un buen hijo, obedecía en todo a mi padre y aunque estricto como era, él nunca me negó nada y tampoco puedo decir que haya sido un mal padre.

»Cuando cumplí trece años y entré a la secundaria, conocí a Dew, rápidamente nos hicimos mejores amigos. Estábamos juntos todo el tiempo y Dew tenía pegado a él, como si fuese un cachorrito, a su pequeño primo, el niño más adorable que había visto en mi vida. Él era dos años menor que nosotros pero por su pequeña estatura parecía mucho menor aún. Mi casa estaba muy lejos de la de Dew por lo cual nos turnábamos los fines de semana para pasar en su casa o en la mía. Cuando me tocaba quedarme con DeW, su pequeño primo, Win, se quedaba con nosotros. Y creo que hicimos madurar muy pronto al pequeño, porque obviamente por ser mayores y conforme iba pasando el tiempo, nos interesaban cosas distintas y pues Win se acoplaba perfectamente a todas las locuras que hacíamos. Tampoco es que hiciéramos cosas malas, pueden preguntarle a nuestras nanas, si alguna vez intentamos incendiar la cocina, nos depilamos las piernas, o teñimos nuestros cabellos y de paso las cortinas... Bueno, quizá digan que sí y no sólo una vez, pero... dentro de todo éramos muy bien portados, al menos hasta los quince, porque al cumplirlos, las cosas cambiaron un poquito.

Ese año, el pequeño Win entraba a la secundaria y entonces sí que pasamos a vernos todos los días, sé que yo era mayor y más experimentado con mis quince años bien puestos y vividos, pero no tenía idea de que un niño pudiera gustarme. Win era lindo y yo siempre andaba pellizcando sus cachetes regordetes —que siempre lucían sonrojados cuando estábamos juntos— pero era un trato de amigos... o eso era lo que pensaba, porque cuanto más lo veía, más empezó a gustarme, despertaron en mí sentimientos que nunca había sentido: cuando lo veía con sus amigos, sentía celos; cuando reía con alguien, quería que esa sonrisa fuera por mí y para mí; quería tomarlo de la mano todo el tiempo; invitarlo a comer helados; a caminar por el parque; quería salir a solas con él —Dew era mi amigo, pero me robaba espacio cuando estábamos los tres— yo quería estar cerca de Win todo el tiempo y poder besar sus provocativos labios, lo quería como novio... lo quería.