Mr. Loverman (shuumatsu no valkyrie/RoR one shots)

Beelzebub!¡ 🎃

La acción de invocar era algo peligroso, más aún cuando no se tenía experiencia en el tema y solo se lo hacía por motivos banales, jamás sabías que podrías estar observandote desde la oscuridad latente, fuera del círculo de sal que era lo único que te protegía, y a veces, ni eso.

Las anécdotas de invocaciones paranormales tenían 2 corrientes, en las que nada había aparecido ni nada había pasado, en donde ni el viento había movido algo, o nisiquiera un insecto había aparecido, o en las que no eran contadas, en las que si habían pasado cosas, y en las que, las personas que invocaban, jamás habían sido vueltas a ver con vida, o nisiquiera sus cuerpos habían sido encontrados.

Los demonios estaban a la espera de tontos que los llamaran voluntariamente y así llevarse sus almas como plato de primera mesa.

Y Halloween era la ocasión perfecta para satanistas, brujas y personas con malos amigos que los retaban a invocar demonios, la época perfecta del año para conversar mano a mano con un demonio.

Y Venus iba a ser una de ellas.

Una jovencita amable de suburbios, que tenía "buenos amigos" y que le gustaba Halloween, siempre presente en las actividades que decían para hacer, aunque saliera lastimada, siempre era muy amable, la más amable de toda la ciudad.

La idea había surgido en medio de una fiesta de Halloween en esa misma noche, disfrazada de brujita, vestida con un vestido negro hasta los talones y un sombrero imitando a las hechiceras, había sido la elegida para hacer un reto que internet les había mostrado.

-¡Hey,hey! ¡Vean esto! -mostrando su celular, uno de los invitados estaba en una página del horror, se había preparado el rumor de una supuesta invocación a un demonio, algo así como la Uija, pero aún mejor, más cuando querían hacer una "broma" para asustar a la que creían ingenua de su grupo, o de la fiesta entera.
-¡Venusita~! ¡Deberías hacerlo! -una de las amigas clamó, siendo apoyada inmediatamente por el resto del grupo y de los invitados presentes, era como una cebra en una habitación de leones, era la presa fácil para las bromas pesadas y el trabajo duro.

Tal vez un buen susto sería el "karma" que tendría por no ayudarlos en una tarea, Venus se lo merecía.

No era más que una tonta que intentaba tener amigos en su nueva ciudad, y que había sido agregada como el bufón del peor grupo que jamás alguien podría conocer, y no era la primera vez que la exponían a maldades del estilo.

El sitio de internet tenía un buen encabezado que llamaba la atención a gente malvada o que deseaba probar el peligro y la adrenalina, "Como invocar al diablo (paso a paso)".

Leyendo bien las palabras del celular, dándole una bolsa de sal y unas velas, la mandan a empujones a una habitación del piso superior del que organizó la fiesta, una habitación oscura en donde no había nada, solo varios muebles tapados con telas sin usar, candelabros que no habían sido prendidos en años, y sobre todo, y lo más importante para la invocación paranormal, un espejo, un espejo viejo y grande, las risas que tendrían con sus gritos de miedo iban a ser recordadas para la eternidad, nada iba a salir, nada iba a aparecer porque ese tipo de cosas no existían, ¿Cierto?