Mr. Loverman (shuumatsu no valkyrie/RoR one shots)

El extraño mundo de ¿Ragnarök? 🎃

Niños, niñas, y los demás, vengan, pues yo les voy a enseñar, un extraño y gran país, que se llama Halloween.

Un lugar que haz visto en tus sueños tal vez, ¿O en tus peores pesadillas?
Un lugar en el cual la vida y la muerte eran una igual, donde los peores monstruos vivían y convivían mutuamente, saliendo, solo una vez en el año, en la noche en la cual la luna mostraba su faseta completa,y los niños se disfrazaban, Halloween.

Nadie, absolutamente nadie conocía ese lugar, porque ningún humano, o "vivos" entraban ahí, solo se podía salir y entrar si eras de allí, pero, ¿Qué pasaría el día en el que una "viva" logre entrar a ese mundo de miedo y de terror?

En el país llamado Halloween, convivían las criaturas que podrían tirarte de los pies en la noche, en el medio de tu sueño, almas condenadas a vivir asustando y asustando por siempre y para siempre.

Halloween era un lugar lugubre, oscuro, y en el centro de este, se tendía un letrero que todos los días cambiaba, marcando la cuenta regresiva para el día en el cual saldrían a asustar, cosa que amaban.

Cada uno tenía sus tareas, obviamente, cada uno tenía su toque especial, eran de diferentes lugares, o lo habían sido cuando tenían vida en sus cuerpos, costumbres distintas, y cada uno tenía su toque especial para dar sus sustos.

Cierto general se escondía detrás de tu escalera, y mostrando los dientes y ojos amarillos en la oscuridad te asustaba, míralo bien, no te va a gustar.

Bajo tu cama, cierta figura flacucha se escondía, mira sus ojos, sus manos movedizas tomándote la pierna en la noche, escucharás sus pasos por el pasillo detrás de tu puerta, te volvería loco.

Cierto espadachín saldría de la misma oscuridad y te haría gritar, cubierto en sangre, aparecería durante tu parálisis de sueño y no podrías escapar de él y de su espada.

Cierto asesino era la sombra que te inspira horror, que te hace soñar sueños de terror de los cuales no ibas a escaparte.

Cierto luchador te ofrecería una rosa, la cual se marchitaría si no eras a quien estaba buscando y buscando por siglos, y te retorceria entre sus brazos hasta que tú respiración se corte, y despiertes de una pesadilla con una rosa marchita a tu lado.

Cierto francotirador de huesos se escondería a simple vista, y de un simple movimiento te haría saltar del miedo.

Presten todos mucha atención, sin temor no habra diversión.

El terror era el fin de todos los monstruos de esa ciudad, así era siempre en Halloween.

Era una ciudad fascinante, y si te descuidabas, te podría sorprender.

Si el flaco del agua te agarraba, te encuentra y te atrapa, de un grito loco te daría un susto mortal.

Jamás aceptes los dulces del peli-rosa, te harán la boca sangrar y luego te asustará.

Y bueno, no hacía falta siquiera nombrar todo lo que un demonio podría hacerte, podría hacer una gran biblia así lo quisiera con ello.

La ciudad del flaco y pálido anciano realmente era un lugar especial.

El mundo de Halloween brillaba en el terror y los gritos de miedo, pero el mundo de los vivos era tan gris, tan oscuro, tan vacío, sin diversión, asustados de lo diferente a ellos, lo único que tenían en común era la muerte, la sabía muerte que llegaba como una vieja amiga a todo mortal.

Al lado del bosque, un bosque muy amplio y extraordinario, al fondo, escondido entre muchos árboles, encontrarás las puertas de las festividades, elegirías a cual entrar, y dependiendo de ello, te encontrarías con un lugar tenebroso, o con mucha felicidad, o con muchos conejos, o con mucha suerte.