𝐀𝐌𝐈𝐓𝐈𝐄́ °•ᴷᵒᵒᵏᴹᶤᶰ•°

➤ 𝐄𝐱𝐭𝐫𝐚 𝟑

JungKook había estado tan inmerso en el juego de computadora que ni siquiera se había dado cuenta de que JiMin entró en la habitación con su ropa interior favorita puesta. Aclaró su garganta pero el contrario continuó jugando mientras se comunicaba por el micrófono con SeokJin. Exacto, su jefe.

—Kookie... —gimoteó girando la silla una vez que Jeon terminó una ronda. Él le sonrió al darse cuenta de para qué quería su atención.

—Una ronda más y ya soy todo tuyo. —Con eso, volvió a jugar con Kim, pero ya JiMin podía ver la capa formándose en sus pantalones de chándal.

El plan estaba funcionando.

Pasó sus manos por el pecho ajeno y Jeon soltó un bajo gemido cuando empezó a frotar sus hombros. JiMin sonrío con suficiencia sabiendo que Jin estaba escuchando, y sólo le excitó más ese hecho.
Lentamente, secó el sudor de Kook y llevó su dedo índice a sus labios para reprimirle cualquier palabra a decir. Él asintió y miró al de rubia cabellera mientas esperaba que la siguiente ronda comenzara.

—¿Qué estás haciendo? —susurró observando cómo su novio se quitaba la ropa interior, y mostraba unos pucheros.

Qué juguetón.

—Quiero atención —musitó JiMin. Acto seguido se posicionó frente a Kook y bajó sus pantalones junto a su bóxer—. Sólo... juega tu juego, cariño.

Con una sonrisa ladina, Jeon asintió obedientemente. Park movió su mano antes de que esta se posara en el teclado del monitor.
Así JiMin pudo sentarse sobre él.

Vaquero inverso. Posición cual permitía verle jugar mientras lo montaba a horcajadas.

—Oh, mierda... —gimió JiMin mientras se hundía sobre su novio y lo sentía alcanzar su próstata. Jeon gruñó por lo apretado que se encontraba.

—¿Kook, sucede algo? —preguntó SeokJin sin pasar desapercibido el gruñido de JungKook.

Ups.

—JiMin... tiró algo. Nada serio, Kim. —La excusa dada al mayor de los tres hizo reír por lo bajo a JiMin.

—Qué lindo, eh.

El juego continuó, y cada vez que Kook se centraba de más en el juego, JiMin movía sus caderas con el objetivo de que el contrario fallara en el tiro que debía dar.
Jeon lo empujaba hacia él. Park se apretaba a su alrededor.

—No puedo seguir haciendo esto —murmuró contra la piel suave de su enamorado. Trataba de crear algo de fricción entre ellos, pero Park amaba la sensación de estar lleno de él y no le importaba permanecer allí toda la noche.

—Gana el juego y podremos movernos. —Le susurró JiMin, quien continuaba viendo a Kook controlar al personaje en la pantalla, con la nueva motivación que se centró en todo menos en él. Ni siquiera sus lentos movimientos de cadera iban a distraerlo ahora, pero justo cuando cuando estaba a punto de conseguir la victoria para así ya acabar con todo, Park se levantó un poco sólo para bajar de nuevo, dando un sentón abrupto.

JungKook perdió.

—Al diablo con esto —arrojó el control y se agarró a las caderas de JiMin. Sosteniéndolo para poder empujar hacia arriba sin detenerse, bastando también para que JiMin se incline hacia adelante y se sostenga del escritorio. Jeon estaba golpeando más profundo que antes y Park gritaba su nombre disfrutando de las despiadadas embestidas que por atrás le propinaban.

—Joder... ¿crees que puedes burlarte así de mí y salirte con la tuya? ¿Huh? -Con el último »¿huh?« empujó feroz para los adentros de JiMin. De esta manera, maltratando un poco el interior de este último, pero no lo suficiente para llevarlo a la gran cuna de éxtasis.

—Joder, Jeon, por favor —rogó Park mirándolo por encima del hombro. Suplicándole por su liberación.

—Estás tan necesitado de correrte, ¿no? ¿Quieres venirte sobre mi polla? ¿Es eso? —JiMin asintió patéticamente. Kook sonrío con satisfacción. Follandolo con rudeza contra el escritorio, se inclinó y le susurró al oído:

—Será mejor que te vengas con fuerza, bebé. Será la última vez que lo hagas esta semana. —JiMin gimió. Sus palabras aumentaban el placer. Superaba la barrera del mismo.

—Cinco segundos hasta la próxima ronda, cariño —comenzó contando de forma ascendente.

Cinco, cuatro, tres...

—Jeon...

Dos...

JiMin se agarró fuertemente del borde del escritorio. Jeon se estaba apoderando de él.

—¡JungKook! —gritó mientras el mencionado continuaba arremetiendolo. Alcanzando su propia expulsión de semen justo antes de que empezara la siguiente ronda.
Kook se retiró del interior de Park y sonrió mientras veía su líquido rodar por los muslos de este último.

—Ve a limpiarte; no he terminado contigo todavía —tomó el control entre sus manos y se rió entre dientes.

—Eso fue repugnante, joven Jeon. La próxima vez silencie el maldito micrófono.

—Como usted diga...

Y sonrió viendo de reojo cómo JiMin lamía con gran vehemencia los residuos de su espesor.

—Bien hecho, amor.

Algún reclamo aquí, por favor. Gracias→

Hasta la próxima nwn