CAPITULO 10

2.6K 154 0
                                    

 - Hola hermanita, que tal como estas.

- Nefi tenemos un problema.

- No me asustes que pasa, les pasó algo a los papás? - le digo con voz nerviosa y temblorosa.

- Me acaban de llamar del Banco diciéndome que los papás no pagaron la deuda que tenían y dentro de un mes les quitarán la casa si no pagan lo que deben. No les he dicho nada a los papás para no preocuparlos.

- Como que les quitarán la casa, eso es imposible, si han estado pagando todos los meses sin falta alguna.

- Pues no los intereses y los meses que papá estaba recuperándose del accidente.

 - Oh por Dios, ahora que haremos, yo tengo ahorros pero eso no va alcanzar.

- Lo sé y estoy pensando en hacerme un préstamo, pero no puedo por estar en Japón. Ya les dije al Banco que solo me llamen a mi y no a los papás para no alterarlos.

- Santo cielos, ya veré una forma de apoyarlos. Ahora tengo que ir a trabajar.

- No te preocupes, ocúpate de tus cosas y ya pensaremos en algo. Mas bien Santiago también sabe y por si llega una carta o algo él lo recogerá y nos avisará al instante.

- Me parece perfecto. Bueno te dejo. Cuídate mucho, te quiero.

- Yo también, bay - y cuelga.

Porque nos pasa esto, que fue lo que hicimos para merecer esto? Me dirijo a trabajar ya que tengo que tengo que ahorrar algo más y ver con si con eso puedo apoyar, le preguntaré a Ariadna si me puede dar un adelanto, ojalá acepte.

- Ariadna, buenas tardes, puedo pasar tengo algo importante que decirte.

- Si claro pasa, dime que es.

- Me puedes dar un adelanto de tres meses, o por lo menos de este mes?

- Perdón? pero por qué haría eso.

- Lo siento pero lo necesito urgentemente, al menos de este mes, sé que falta dos semanas pero por favor, solo esta vez. Es de vida o muerte.

- Mira si es algo urgente te lo daré, pero sólo de este mes, no puedo darte el adelanto de tres meses, las cuentas no encajarían.

- No importa, esta bien, de verdad muchas gracias, te debo la vida entera.

- Esta bien, ahora ponte a trabajar y antes de salir vienes para darte el dinero.

Asiento con la cabeza y salgo de su despacho. No puedo decir que estoy feliz pero algo es algo. Atiendo a los clientes que llegan no muy animada a decir verdad, todo el momento pienso en cómo conseguir el dinero, Dios ayúdanos.

Termino mi jornada y voy al despacho de Ariadna, me da el dinero y salgo para dirigirme al campus. Mientras estoy caminando por una plaza, recibo una llamada de mi hermano.

- Hola, dime Santi que pasa.

- Nefi llego una carta del Banco y dice que tenemos que pagar 13 600 dólares hasta este fin de mes y si hay alguna consulta, debemos de ir personalmente, pero yo soy menor de edad.

- Ahora que haremos, a las justas tengo 750 dólares de ahorro. Ya llamaste a Ana?

- Si la llamé pero estaba ocupada, espérame un rato... 

- Santi sigues ahí?

- Si perdón pero mamá me llama, tengo que ir te llamo luego para hablar los tres.

- Ok, bay -  y corto la llamada.

Sigo paseando por la plaza, me siento impotente con todo esto. No puedo evitar sentirme triste y algunas lágrimas se escapan y el clima no ayuda, se le a dado por llover; es que este día no puede seguir peor?

Mientras estoy cruzando la calle, no me percato que el semáforo a cambiado de color y un carro llega a velocidad. No reaccionó, no puedo moverme, no puedo hacer nada.

Para mi buena suerte el conductor freno a tiempo y se baja para ver si estoy bien ya que caí al suelo, no me chocó, solo me caí de la impresión y un pequeño rasguño en la cara por la caída.

- Discúlpeme, se encuentra bien? - pregunta el conductor saliendo del carro.

- Disculpe mi imprudencia, yo... yo estoy bien.

- Zeynep, eres tú? - pregunta cuando está frente a mi, no puede ser, es el amigo de mi jefa!!!

No soporto más, me paro, lo abrazo y rompo en llanto. Él se sorprende pero no me importa nada, quiero descansar 

- Por favor llévame al campus de mi Universidad - le digo sollozando, solo quiero descansar.

- De acuerdo, sube al carro.

Subo al carro y le digo por donde es. Una vez llegué al campus me bajo y dentro a mi cuarto.

- Disculpa mi imprudencia y muchas gracias por tu ayuda, lamento causarte problemas.

- No te preocupes, no te sentías bien y a la próxima ten más cuidado.

- Puedes pasar si quieres y puedo preparar algo de té para que no te resfríes. 

- Muchas gracias.

Me preguntó el porqué me encontraba de esta manera, no le tenía mucha confianza como para contarle algo muy personal. La verdad es que no puedo parar de llorar y necesito desahogarme.

Accidente de AmorWhere stories live. Discover now