Jóvenes maestros de Yunmeng Jiang

Prologo

Prologo.

La guerra ha terminado hace ya ochos años, una de las cinco grandes sectas fue derrocada, pero un pequeño grupo de estos habitantes sobrevivió gracias a su joven amante, una joven alfa que terminó enamorada de líder enemigo de su nación.

Una romántica historia que podría superar a la comedia romántica de los líderes actuales de Yunmeng Jiang. O tal vez a la novela trágica y romántica de los líderes de secta Jin. Había muchas historias y versiones de los matrimonios para la gente común. Con el fin de la guerra y los conflictos entre sectas, los líderes actuales debían de pasar sus días tranquilos y disfrutando del cambio de las estaciones, así como el nacimiento de sus herederos.

No realmente.

Qinghe Nie. Chifeng-Zun tomó por esposa a la mejor médico de toda la generación de cultivadores, tal vez la mejor en los últimos años, para él era la mujer más admirable, hermosa y aterradora. Él podía ser el líder de secta Nie, pero quien mandaba, era ella.

-No vas a castigarla- Madam Nie, Nie Qing. Enfrentaba a su muy alto y fornido marido, su mirada era afilada y tenía los brazos cruzados.

-¡Disecó una rana!- Nie MingJue, el alfa más intimidante de su generación y el líder mayor actualmente. Estaba muy perturbado ante la idea de ver a su pequeña niña tres de años abriendo a una pobre rana con una navaja- ¡¿Quién le dio la navaja en primer lugar?!- Volteó a su alrededor, notando como sus discípulos abandonaron el pasillo en menos de un pestañeo, llevándose a su pequeña heredera Nie con ellos.

-Tú se la diste- Nie Qing entrecerró los ojos, casi riendo ante la revelación de su esposo.

-Oh. ¡Dijiste que la mantendrías fuera de su alcance hasta que tuviera la edad adecuada!

-Y lo está, supo diferenciar las hierbas medicinales de las venenosas- Asintió orgullosa de su hija- Será una gran médico, es posible que me supere. Ahora aprenderá sobre el sistema nervioso, la rana y los ratones es con lo que empezamos en la escuela médica.

-Tiene tres años- Suspiró. Sabía que discutir con su esposa sobre su profesión era inútil. No es como que él entienda mucho al respecto, realmente.

-Yo empecé a la misma edad, A-Ning también. Ya puede leer caracteres complicados.

-Apenas pudo escribir mi nombre ayer.

-Con un bonito dibujo.

-Con un bonito dibujo- Nie MingJue dejó salir su relajante aroma a roble al recordar a su niña llegar con una carita serie con una hoja en sus pequeñas manos, con su retrato y nombre. No era una pintura profesional, era una bebé de tres años, pero no había nada más valioso que eso.

Agradeció a HuaiSang por mandar a enmarcarlo por él y poder acomodarlo en su estudio, se veía tan bonito, junto a los otros dibujos y flores en pequeños floreros por todas partes.

-No te angusties, el camino de la medicina es seguro, y una vez llegue a la edad adecuada, entrenará su núcleo dorado, no hay prisa- Nie Qing sujetó la muñeca de su esposo, asintiendo ante el suave y constante flujo de energía espiritual.

-Bien, solo no la abrumes.

-No lo haré. Las fiestas de té no serán movidas del horario de Nie Zongzhu.

Nie MingJue bufó y se alejó orgulloso al campo de entrenamiento, intentando no mostrar el sonrojo en su piel bronceada. No, no estaba huyendo de las intimidaciones de su esposa. Las horas de té con su hija eran la reunión más importante del día, tanto A-Wu como los señores conejo, burro, perro y su lechuza eran invitados muy importantes, y no debía faltar a tan importante fiesta.