Inocencia y Perfección 🐬🐇 Poseidón X Sasaki 🐇🐬

🐬Mujeres🐬

Poseidón estaba rodeado de mujeres, y no, no me refiero a sus amantes, me refiero a que sus relaciones más cercanas eran justamente mujeres, ejemplo de esto es su hija más cercana, Despena, y su esposa, Anfitrite.

Porque sí, este tipo no se ha divorciado, pero los griegos hacen todo al revés, es obvio que no deben esperar mucho de él a pesar de que está progresando...poco a poco, pero peor es nada.

En fin, hablemos un poco de esas dos mujeres tan cercanas al tirano de los mares, a ver...Despena era la primera en decir que su padre no era el mejor, y casi podía confirmar que no lo sería jamás, pero tampoco era el peor, y sabía ello porque él siempre la protegía a ella y estaba pendiente a su seguridad, las muestras de cariño entre ambos llegaban más de parte de la diosa, pero en milagrosas ocasiones era el dios de los mares el que le daba algún que otro regalo y de allí pasaban el día juntos, era como una costumbre de ellos dos. Anfitrite por su parte, era una diosa muy tranquila, de las que alguna vez fueron las tres mujeres de los tres hermanos del Olimpo, ella fue la que menos problemas ocasionó, o mejor dicho, no ocasionaba problemas, mientras que Hera castigó y lanzó maldiciones a personas inocentes que fueron víctimas de los amoríos de Zeus y a los hijos de estas mismas, Anfitrite no tenía problema en criar a los dioses que resultaban de los "amoríos" de su marido, que no eran amoríos en realidad, para describirlos mejor eran un..."la creí perfecta, no era así, y aquí está el desecho de eso"

Ha Anfitrite no le veía el sentido a castigar a personas que no tenían la culpa a pesar de que fácilmente podría hacerlo, y cada que su marido encontraba a alguien más que creía perfecto, solo esperaba que esa persona pudiera controlar el carácter de Poseidón y formar una relación estable y medianamente sana, no pedía nada más que eso pero aceptaba que para los estándares de los griegos hasta eso era muy difícil.

Pero al momento de la tercera batalla del Ragnarök, ambas vieron de diferente forma la muerte de Poseidón: mientras que Despena cayó en la desesperación y dolor por la muerte de su padre, Anfitrite notó dos cosas de su marido, la primera, el que le dió la razón a ese científico ruso que alguna vez le dijo que encontraría a un humano que lo derrotaría, y la segunda, que a pesar de morir diciéndole "perdedor" a ese humano, algo de respeto, aunque fuera una minúscula parte, le había encontrado a Sasaki Kojirō.

Anfitrite tuvo que consolar a Despena en lo que restó del Ragnarök, al tiempo que sin siquiera avisarle Zeus la nombró nueva soberana de los mares, ella no tuvo ni tiempo para procesar todo esto y tuvo que ir a agradecerle a los humanos que revivieran a todos, porque sinceramente, ella no podía con esa responsabilidad sola, su trabajo se limitaba a mantener los mares tranquilos, y no turnarse con Poseidón, que básicamente volvía locos a los mares, era demasiado para ella.

Luego, tanto la Reina de los Mares como la Princesa de los mismos, se enteraron que Poseidón se había interesado en el humano, que Caroline lo había insultado, amenazado y obligado a comportarse con él, y lo más impresionante, que Poseidón cedió ante eso.

No sabían si era porque nadie en su sano juicio querría enfrentarse a la furia de Adán porque alguien dañará a sus hijos, por el aprecio que le tenía a Caroline, o porque enserio ese humano había movido ese circuito de la mente del tirano que lo hizo calmar sus aguas y aceptar ir de espacio para forjar una relación de amistad verdadera con Sasaki Kojirō, y posterior a eso intentar dar el siguiente paso.

Sin embargo, ahora que ambas estaban viendo al siempre estoico Tirano de los Mares, correspondiendo al abrazo del Perdedor Más Fuerte de la Humanidad, podían decir que...la última opción no se veía tan imposible como en un principio la estaban viendo hasta ese momento.

–Mamá, creo que sí hay que apostar por ese humano para controlar el carácter de papá–dijo Despena sonriéndole a la diosa de cabellos azules a su lado.

–No hay que apostar, Despena, Sasaki Kojirō, de alguna manera, ya encontró la forma de controlarlo–dijo Anfitrite acariciando la cabeza de la menor.

–Ah~ que milagro–dijo Despena sonriendo contenta antes de tomar la mano de su figura materna–¡vamos a contárselo a mis hermanos!

–Tal vez deberíamos esperar para ello...–dijo Anfitrite soltando una risita mientras era arrastrada por la pequeña diosa.

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.Despena:

.Anfitrite (imaginemos que ella puede decidir cuando tener aleta y cuando no, y cuando está en la tierra su vestido llega hasta el piso):