El tiempo pasa volando para muchas personas, especialmente cuando uno tiene bebés, por lo que al final ni nota el momento en que su hijo a crecido tanto, esto pasa nada más con los humanos dado al crecimiento rápido de los dioses, y si bien uno puede pensar que para un dios, cuidar de un bebé humano podría llegar a ser estresante por su crecimiento lento, en realidad uno al acostumbrarse y tomarle el ritmo, podía llegar a pasar por ese mismo proceso de sentir que el tiempo pasó demasiado rápido y su bebé ya está más grande de lo que estaba cuando vino al mundo.Justo eso es lo que estaba pasando ahora mismo en el palacio de los mares, donde ahora mismo se podían ver a dos pequeños de unos dos recién cumplidos años, y sinceramente, se veían más adorables de lo que ya pudieron llegar a ser siendo unos pequeños bebés: ambos resultaron ser peli-morados, con la diferencia que la niña tenía ojos azules y el niño ojos de un tono morado ligeramente más claro, y su parecido físico se reflejaba perfectamente ahora mismo que seguían siendo unos pequeños niños. Pero su actitud sin duda era lo que los diferenciaba más marcadamente, ya que mientras al niño le gustaba estar en un solo lugar y hacer actividades más quietas, como mantenerse junto a su hermana Despena, quien buscaba enseñarle a leer, la niña prefería rondar por todo el palacio y jugar con quien se encontrara primero al frente.
Aún así, los dos eran pequeñas bolitas de ternura que con el tiempo y sin hacer mucho más que...bueno, ser bebés, volvieron a ablandar el corazón de su padre, quien se unía a ellos de vez en cuando, dejando generalmente que los dos jugaran con su túnica, levantándolos sobre él, o haciendo mal uso de su poder sobre el agua para alterar la forma de esta a lo que a sus hijos les agradara.
Era una rutina común para la familia del mar, y con los dos primeros de los bebés vino la primera ocasión donde iban a sacarlos del palacio de los mares a petición de los padres de la humanidad, quienes querían conocer a los hijos de su difunto hijo, algo que terminaron por aceptar tanto Poseidón como su hija, ya que al final ella también terminó por ser un poco sobreprotectora con sus medio hermanos, no al nivel de su padre pero sí tenía sus épocas de ser medio exagerada.
Se estaban preparando para salir del palacio cuando se dieron cuenta de un pequeñito...bueno, ni siquiera ellos, quienes se dieron cuenta fueron Arión y Pegaso, quienes ya estaban siendo mimados por su hermanita menor, y no por su otro hermanito, y es que este, no estaba presente allí, por lo que Despena rápidamente quiso ir a buscarlo, alegando que de seguro se había regresado a la biblioteca porque allí le había dicho que dejó el libro con el cual le estaba enseñando a leer, pero Poseidón terminó por ir indicándolo con un simple ademán.
No tuvo que caminar mucho, su hijo ya venía en camino cuando él iba a buscarlo, terminándolo por encontrar justo en el pasillo con rumbo a la puerta principal, por lo que se agachó justo enfrente de él, en un indicativo para el niño en decirle por qué se había separado de Despena, a lo que este, le mostró el libro que había ido a buscar, el cual, había escondido en una de sus holgadas mangas, ya que este prefería usar ropa japonesa, lo que incluía esos camisones con mangas enormes, se le hacían muy cómodos. De alguna forma ganó la habilidad de esconder muchas cosas en esas mangas.
En fin, el libro que sacó era de historia japonesa, de personajes importantes de esa cultura más que nada, no es que le sorprendiera mucho, constantemente vigilaba lo que su hija le leía a su hijo menor aunque no fuera completamente necesario.
–¿Puedo llevarlo...?–preguntó el pequeño con una voz muy suave y dócil.
–Solo mientras no lo pierdas–dijo Poseidón mientras tomaba la mano de su hijo para empezar su caminata rumbo a la puerta–vámonos
–No lo haré–dijo el menor siguiéndole el paso al más alto–gracias, papá
El dios de los mares tan solo miró de reojo a su hijo cuando le agradeció por dejarle llevar aquel libro y se apegaba más a él, el pequeño le estaba sonriendo con alegría, y fue gracias a eso que se detuvo justo antes de abrir la puerta del palacio para salir, deteniendo entonces también al menor, quien confundido por su repentina parada lo miró esperando que le dijera algo...
La verdad es que Poseidón había visto en sus hijos rasgos muy similares a su fallecida pareja, y si bien en actitud su hija era quien más se le parecía por lo animada que era, físicamente, su hijo era el más similar a él, técnicamente tenían el mismo rostro, los mismos ojos, la misma sonrisa...y estaba por llevar por primera vez fuera del palacio a ese pequeño que tanto le recordaba a su pareja...lo sacaría del lugar seguro que es su palacio por primera vez...siendo que aún es un niño indefenso...
–Tsk...quédate aquí–dijo Poseidón soltando a su hijo y saliendo del palacio, dejándolo solo en el pasillo.
El menor acató lo que su padre le dijo y se quedó allí, llamando entonces la atención de los sirvientes que estaban por las cercanías y que habían escuchado lo que el dios le dijo a su hijo, por lo que fueron con él rápidamente para distraerlo mientras Poseidón hacía lo que sea que le hizo dejar a su hijo allí justamente el día en que este iba a conocer a sus abuelos.
Lo que ocurrió fue que Poseidón habló con su hija Despena sobre llamar a Iremía y que ella se quedará cuidando a su hijo menor hasta que volvieran, la diosa de los misterios estuvo algo confundida y sorprendida por lo que su padre le estaba ordenando, francamente no lo vio sentido los primeros segundos, pero luego de pensarlo un poco...solo su hermanita reaccionaba correctamente ante el más pequeño peligro por el que pasará dentro del palacio, aunque fuera una tontería, y usaba su poder divino para defenderse si hacía falta, generalmente terminando en un desastre pero al menos ella no salía herida, mientras que su hermanito, se desconectaba un poco del mundo a su alrededor y ni siquiera cuando sus peluches caían sobre él llegaba a reaccionar con algo más que un pequeño "auch"...
Tal vez sí era mejor dejarlo en el palacio...al menos hasta que creciera un poco más, así que aceptó llamar a su prima, quien aceptó ir, por lo que mandaron a Arión a traerla para que llegara más rápido, el corcel estuvo un poco en desacuerdo con la idea de dejar al menor en el palacio, aunque fuera con Iremía, ya que él también tenía derecho a conocer a sus abuelos, además, dudaba mucho de que Adán y Eva dejaran ir vivo a cualquiera que lastimara a sus nietos pero era uno contra dos, así que no pudo hacer mucho.
En otra ocasión lo llevarían a la aldea de los humanos...en otra ocasión...
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.FIN

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Inocencia y Perfección 🐬🐇 Poseidón X Sasaki 🐇🐬
FanfictionPequeños relatos románticos sobre el Tirano de los Mares y el Perdedor Más Fuerte desde la perspectiva de cada uno 🐬 Las canciones volvieron a hacer efecto 🐇 Soy pésima poniendo títulos 🐬 Top! Poseidón / Bottom! Sasaki 🐇 Y Sasaki joven porque se...