Hunt 2/5

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*No +18
*Corto

Sentenciadores y con furia, así sintieron cada uno el golpe que les había llegado a sus respectivas mejillas, sin embargo, no se quejaron.

- ¡INAUDITO! ¡VERGONZOSO! -. Los gruñidos escapaban de su garganta sin poder contenerlo, ocupaba toda su energía en mantenerse como un humano y no perder los estribos más de lo que ya los estaba perdiendo. - ¡Miles de veces hablé con ustedes sobre esto! ¡UNA Y OTRA VEZ, ADVIRTIÉNDOLES! ¡UNA - Y - OTRA - VEZ! -. Dio golpes en cada palabra a la mesa de bambú que sufría la descarga de su furia, la respiración era iracunda, incontrolable, a nada de agotar el oxígeno a su alrededor.

- Tío... -. Una sola mirada fue suficiente para que el Lan menor callara y bajara la cabeza asustado.

En cuanto los hermanos regresaron a su hogar, solos y desarreglados, Lan Qiren reaccionó de inmediato y los apartó de los ojos curioso en el lugar, con prisa los escondió dentro de su habitación y sin exigir ninguna explicación les arrebató las prendas superiores. Razón por la que su ira se había desatado.

Frescas y rojizas, dos marcas de omega.

- ¿Qué vamos a hacer? -. Murmuró para sí mismo mientras masajeaba su entrecejo. - Si las demás familias se enteran... ¡Esto es una vergüenza! ¡¿En qué estaban pensando?! ¡LAN WANGJI! ¡LAN XICHEN! ¡Sobre todo tú Xichen! ¡¿Dónde quedaron tus responsabilidades de hermano mayor?!... Señor, mis dos sobrinos... Tanto tiempo protegiendolos del cruel destino ¡Y SE DEJAN MARCAR POR EL PRIMER OMEGA FUERA DE MI VISTA! ¡Me desobedecieron y aún así tienen la cara tan dura como para regresar después de una noche revolcándose como si no tuvieran dignidad y con una marca en sus cuellos! ¡¿Y LOS RESPONSABLES DE ESTO?! ¡POR SUPUESTO, HAN HUIDO! -.

El mayor de los hermanos sintió la punzada en su pecho y picazón en la comisura de sus ojos, era cierto, durante la noche se quedó dormido y al despertar estaba solo en medio del bosque. El Jiang lo había abandonado a pesar de que prometió casarse con él, así que, sin más remedio y avergonzado de sí mismo, recogió sus prendas del suelo como si recogiera su corazón, mientras recorría su camino de regreso.

En el trayecto encontró a su hermano, se abrazaron aliviados y se miraron con mutua compasión, los dos estaban solos y con el corazón destruido. Los habían engañado, los habían utilizado y los habían marcado, ahora, solos, su destino estaba escrito.

- Él... Va a regresar... Lo prometió-.

El hilo de voz que dejó salir Lan Zhan ablandó por unos segundos la severa mirada de Lan Qiren, quien se conmovió ante la ingenuidad de su sobrino más pequeño.

- Wangji... Todos los omegas son iguales, mientras están calientes son capaces de prometerte el mundo entero con tal de que caigas en su juego, te dirán mil y un cosas lindas para convencerte de satisfacer sus deseos mundanos y si les crees... Bueno, ahora ya sabes que pasa-.

Lan Xichen no lo soportó más y dejó resbalar las saladas perlas en silencio, incapaz de mirar al adulto por la vergüenza que sentía. Fue su idea salir esa noche, convenció a Lan Zhan de que nada malo sucedería y ahora estaban en esta situación, todo era su culpa.

- Lo lamento... Perdón por todo... Fue mi error desobedecerte tío... Wangji... Por favor perdónenme... -. Los hipeos lastimeros terminaron por desvanecer la furia del mayor.

Tenía ganas de reprenderlos y castigarlos debidamente por ignorar todas las advertencias, normas y enseñanzas que les brindó durante todos esos años, pero también era cierto que verlos de ese modo le dolía en los más profundo del corazón, a sus ojos, aún seguí a siendo un par de dulces niños, niños que por primera vez experimentaban la crueldad de la que por tantos años los protegió tras los límites de Gusu.

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