《 Adiós mi amor 》
Wei WuXian siempre odio las despedidas.
¿Por qué el destino lo fuerza a hacerlo?
Acaso es tan malo la felicidad de uno.
Desde ese día en ciudad sin noche, Wei Wuxian no volvió a ser el mismo, había perdido todo.
Ya nada importaba...
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"¡Ayuda!"
Entre la espesa noche algunos gritos de auxilio se colaron con la fría brisa nocturna. Lan WangJi ya había caminado un buen rato en el bosque, sin embargo no encontró ningún refugio para pasar la noche y HaoLiang ya se había dormido en la espalda del burro.
"¡Quien sea!"
Tanto voces femeninas como masculinas podían escucharse, todas se oían envueltas por el pánico, por lo que era poco probable que fueran simuladas. Lan WangJi quien fue un cultivador en sus épocas pasadas, sabia que los gritos de ayuda que surgían en las montañas eran la obra de criaturas malignas con la intención de atraer gente ignorante a sus trampas.
Por lo tanto Lan WangJi no correría el riesgo de ser atrapado por un ser maligno, además le prometió a HaoLiang que encontraría un buen lugar para pasar la noche. Aun sabiendo eso eso se acerco hacia las voces, para su sorpresa no era lo que esperaba, solo eran cultivadores de bajo nivel que cayeron en una trampa de red, probablemente puesta por algún clan adinerado.
"Pueden ayudarnos! ¡Ayuda!"
Entre los gritos HaoLiang despertó de su pequeña siesta y cuando estaba a punto de decir algo porque su sueño se vio interrumpido Lan WangJi la detuvo. El sonido del crujido de las ramas y de las hojas siendo pisadas se empezaron a aproximar. Un niño que vestía una túnica de color claro emergió desde lo oscuro del bosque.
El niño llevaba una marca de bermellón entremedio de sus cejas y sus rasgos en general eran delicados. Era bastante joven, debía rondar la misma edad que aquel discípulo Sizhui, es decir, aun era un adolescente. En su espalda un carcaj de bambú con flechas emplumadas y una luminosa espada en su espalda y en la mano, un arco largo. El bordado de su ropa era extremadamente delicado, formando una magnifica peonia blanca en el centro de su pecho. Dorados hilos relucían en contra de los oscuros tonos de la noche que lo rodeaba.
HaoLiang solo tenia una palabra para expresarse ante lo que sus ojos veían, "¡Que adinerado!"
Lan WangJi no pudo negar ante eso, después de todo era un joven amo de la secta LanlingJin, ya que esta secta era la única que tenia una peonia blanca como patrón de su clan. El joven amo que llego tan fugas como una estrella ya había tensado su arco, tres flechas apuntaban hacia los cultivadores atrapados en las redes. Cuando el joven estaba dispuesto a disparar se dio cuenta de que la red atrapa-deidades había capturado simples humanos se sintió algo decepcionas, pero después de unos segundos esto lo hizo irritarse, "¡Siempre son ustedes, idiotas! Hay mas de cuatrocientas redes atrapa deidades en esta montaña y no he atrapado nada bueno, pero ustedes ya han roto como diez."
