" ᴛʜᴇ ᴘʀᴏᴛᴇᴄᴛᴏʀ - Cuando sintió sus dedos, se estremeció; no había sido tocado con tanta dulzura desde su niñez. No era ajeno a las mujeres y había sentido sus manos en muchas partes de su cuerpo, pero su toque lo hizo sentir como si perteneciera a...
Los monstruos son bestias viles y viciosas que hacen cualquier cosa para hacer de tu vida un infierno.
Te destrozarán y desgarrarán hasta que seas nada más que un trozo no identificable de carne.
Te dirán todo lo que nunca quisiste escuchar.
Matarán tu mente hasta que finalmente tengas la voluntad de matar tu cuerpo.
No se detienen.
Nunca se detienen.
Te quedarás despierto por la noche deseando que se detenga, pero no se detiene, en cambio, el monstruo moverá tus pies y guiará tus manos y te ayudará a destruirte.
Dirán: " Te estoy ayudando. " " Confía en mí. "
Y lo harás.
Sus palabras te arrullarán hasta que te quedes sumergido en el agua que se pone cada vez más roja por la sangre, pero no te darás cuenta, no después de que te convencieron de todo eso.
Pero mientras todo esto está sucediendo, las voces se desvanecerán y serás liberado de su alcance, te darás cuenta de lo que está sucediendo y te arrepentirás de todo.
Te arrepientes de haberlos escuchado hablar.
Te arrepientes de haber dejado que sus palabras te dejaran manchas de lágrimas en las mejillas y profundas heridas en los brazos.
Te arrepientes de no haber hablado con nadie.
Pero es muy tarde.
Ahora te das cuenta, mientras pierdes la conciencia, que los monstruos no son enormes bestias, ni tendrán garras largas y colmillos que pueden hacerte pedazos.
No, los monstruos son las voces que siempre están ahí, son los sollozos que llenan la habitación en el silencio de la noche.
Viven en tu cabeza,
Y son los ojos que ves mirando hacia ti cuando te miras en el espejo.
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