⚡High & Low⚡

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Salté en mi sitio por el susto que el timbre de mi celular hizo al sonar en el absoluto silencio de mi habitación, estaba completamente dormida pero el móvil estaba al lado de mi almohada así que sonó demasiado fuerte.

Me quejé al tomarlo y con ojos entrecerrados vi la pantalla encendida mostrándome una llamada entrante de Luke. Junté las cejas confundida, eran pasadas las dos de la mañana. Me aclaré la garganta y contesté.

¿Luke?

¿Me puedes... Me puede abrir la puerta? Estoy afuera —Su voz sonaba temblorosa y abrí los ojos grande al procesar sus palabras.

¿Estás aquí? —Pregunté estúpidamente mientras encendía la luz y me calzaba con mis pantunflas de gatito. Mi piel estaba erizada por el frescor del ambiente pues está a sumergida entre mis mantas.

Si...

Corrí encendiendo el foco de la cocina en mi apartamento y aunque mis ojos picaban aún los froté para aliviar la sensación. Caminé a la puerta y quité el par de seguros que tiene para después abrirla.

Jamás había visto a Luke tan roto en mi vida, ni siquiera esa primera vez que lo conocí y aún así tenía la mirada triste. El Luke que estaba frente a mi puerta parecía quebrarse en cada segundo que pasaba por la expresión en su rostro.

—Dios... Ven aquí —Tiré de su mano obligandolo a entrar a casa, solamente llevaba puesta una camiseta lisa en color azul marino y unos shorts para dormir, tenía el cabello atado en un pequeño moño y lucía sus ojos cansados.

—Perdón por venir a esta hora —La manera en que hablaba apretujaba mi corazón, una vez me giré a verlo me acerqué a él parandome de puntas y lo abracé.

—¿Qué sucede amor? —Sus brazos rodearon mi cintura con fuerza y enterró su nariz en mi cuello, olía tan delicioso como siempre y me sentí demasiado mal por no saber que sucedía.

—No-no lo sé —Contestó sobre mi piel, cerré los ojos y me moví besando su mejilla.

—Vamos a mi habitación ¿Si?

Se limitó a asentir y caminamos hacia mi habitación, en el camino apagué la luz de la cocina de nuevo y una vez dentro cerré la puerta después de él.

No tuve que decirle que se metiera a mi cama, lo hizo de inmediato y yo apagué la luz, la única iluminación provenía del interior del baño pero la puerta estaba entrecerrada. Subí a la cama y moví las colchas para acomodarlas sobre nuestras piernas.

Me senté recargada en la cabecera y lo observé mirar sus manos pensativo o quizás nervioso. No hablaba y no planeaba presionarlo, quería que tomara su tiempo para decirle lo que sea que tenga que decirme, así que me quedé ahí esperando por él.

Se giró a verme y alcé mis comisuras en una sonrisa tranquila la cuál trató de imitar pero falló estrepitosamente, se inclinó dejándose caer en mi hombro chocando su frente y subí mi mano a su cabello. No decía nada.

—¿Quieres que encienda la televisión para que haga ruido? —Pregunté en voz baja, negó suavemente. —Vale.

—Perdoname —Sacudí mi cabeza negando. —No quería venir y despertarte por mis tonterías.

—No son tonterías, aquí estoy siempre que me necesites.

Se mantuvo un largo rato así, estuve siempre tocandolo para hacerle sentir que estaba junto a él, deslizando mi mano sobre su brazo o jugando lentamente con su mano entre la mía. Quizás solamente quería mi compañía y un poco de silencio para ordenar sus ideas y era eso lo que le daría.

𝐄𝐋𝐄𝐂𝐓𝐑𝐈𝐂𝐈𝐓𝐘 - 𝐋𝐑𝐇Место, где живут истории. Откройте их для себя