De Vuelta Al Juego

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Después de cenar, volvimos a casa. Íbamos hablando y riendo en el camino, hasta que abrimos la puerta y una pequeña tarjeta cayó del suelo.

La recogí y la miré, tenía un triángulo, un círculo, y un cuadrado.

—¿Que es?— preguntó.

—No vas a creerlo— dije sonriendo.

(...)

Ya nos encontrábamos afuera de nuestro apartamento, esperando a esa camioneta negra, y hace ese hombre vestido de rojo con máscara.

Una fuerte luz nos iluminó, y la camioneta se estacionó frente a nosotras. Una vez más bajó, la ventana y nos dejó entrar. El humo empezó a salir de nuevo, y ahí fué cunaod caí dormida una vez más.

(...)

—Olvidaré nuestras diferencias y las aceptaré— dijo Douk-su, estaba tratando de que nos unieramos a su equipo. —Únanse a nosotros. Haremos buen equipo si se deciden ¿no?—

—Eres un fanfarrón. Hay mucha gente ahí afuera que aun te busca— dijo Sae.

—Ya, dejen de fingir. No importa lo fuerte que sea no puedes ganar tu sola aquí dentro. No tienes opción—

—No estoy sola, tengo a ______. Y con ella me basta—

—¿No lo ves? Esos enmascarados... Se llevaron las camas de los que murieron. Descuídate, y también se van a llevar la suya—rió.

—Tu cama es la que se irá. Métete tu oferta por donde no te llega la luz del sol y déjanos a Sae-byeok y a mi en paz— dije alzando la voz.

—Ustedes— llamó Sae a los "amigos" de Douk-Su. —No trabajen con este imbécil. Le ropo todo a sus secuaces para su propio beneficio, y luego, se atrevió a poner las manos en los bolsillos de su jefe. Lo atraparon, y el pobre terminó así. ¿Sabes como les llaman a los hombres como tú en mi ciudad? Son perros revolucionarios—

—Maldita perra comunista—

Douk-su se estaba acercando peligrosamente, pero una mujer de pelo negro interrumpió.

—¿Que pasa aquí?— preguntó la mujer con una sonrisa divertida. —Parece que interrumpí, sorry.—

¿A qué vienes?—

—Eres muy apuesto— le guiñó a Douk-su. —Guapo, deja que me una—

—¿A que?—

—A tu equipo—

—¿Dime, en que eres buena?—

—Soy buena en casi todo. Sería más útil que estas flacas. Te lo pruebo...—

—¿Y eres buena para esto?— Douk-su cerró su mano y luego la golpeó con la otra una y otra vez, Dios, se refería en sí era buena para el sexo. —¿Probamos? Hay muchas camas—

La mujer no dijo nada, y Douk-su solo la miraba con una sonrisa burlona.

—La hora de comer comienza ahora. Jugadores, por favor, vallan al frente— dijo la voz femenina de los megáfonos.

—Dios...— dijo la mujer para luego irse.

Miré a Sae que veía los tubos de ventilación con su típica cara seria.

—¿En que estas pensando?—

—Te lo explicaré más tarde, vamos a comer—

—Esta bien...— dije no muy convencida.

Camianmos hacia la fila en donde repartían la comida. Esta consistía en arroz, un huevo, frijoles, una cosa extraña amarilla, y una cosa extraña verde.

—¿Que es esto?— le pregunté a Sae.

—No tengo ni idea, pero el arroz está frío— hizo una mueca.

—De echo todo lo está—

—Al menos nos dan de comer, creo que eso es algo—

—Supongo—

—Cambiando de tema, esta noche averiguaremso cuál es el siguiente juego—

—¿Cómo piensas hacer eso?—

—Los tubos de ventilación, puedo pasar por ahí. Iremos al baño, y luego me meteré en uno—

—Creo que es un buen plan—

—Necesitamos ganar este juego. Mientras toma esto— me dio una navaja.

—Gracias—

𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋-𝐒𝐀𝐄𝐁𝐘𝐄𝐎𝐊Where stories live. Discover now