Run away

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Los dos se durmieron sintiendo sensaciones raras en su corazón, sus lobos estaban tristes de no poder estar junto al otro.

Día 24
Seis días

Inui se despertó a las seis como hacía normalmente pero se quedó tirado en su cama pensando en el beso ¿Sería todo igual?

Intentado quitar aquellos pensamientos se metió a bañar y se llevó el traje que utilizaba para trabajar, hoy pasaría más tiempo solo y el solo pensarlo ya le aburría.

Cuando salió del baño fue a la cocina para hacer café pero se sorprendió a ver solo una notita.

Ya tomé un café, Mitsuya me habló para que fuera antes, no te pongas el traje de trabajo, hoy saldremos.
- Koko

Inui se puso feliz, ayer sentía a Kokonoi distante y hoy saldrían juntos, eso le alegro.

Cuando terminó de limpiar eran las siete y media  de la mañana, aburrido de haber limpiado todo empezó a buscar que podría hacer y encontró las cosas suficientes para hacer galletitas.

Empezo a hacer todo como correspondía, apenas terminó de meter las galletitas al horno vio el desastre que hizo, se había manchado su delantal para cocinar y lo tendría que lavar luego.

Casi se le queman las primeras galletitas pero eso no importaba ya que estaban ricas.

Siguió cocinando galletitas hasta que se quedó sin masa, puso algunas en un plato y otras en un bol para comerlas luego, después de guardar las que no comería salió al patio con el plato.

Se sentó en el columpio y puso el plato en la mesita, se quedó viendo el cielo como normalmente hacía.

Se quedó pensando en lo que había pasado ayer y sintió su cara caliente, pensar en ello era como tener al pelinegro besándolo nuevamente, estaba tan metido en sus pensamientos que no se dio cuenta de que algo se le acercaba por la espalda hasta que escucho una ramita partirse.

Y lo vio, un gatito color negro con ojos color verde, era muy lindo pero se notaba que estaba sucio.

- ¿Estás perdido pequeño? - dijo inui mientras se acercaba al gatito y lo acariciaba viendo cómo esté se acercaba a su mano.

Se sentó en el piso importandole poco ensuciarse y el gatito se puso en sus piernas, sabía que estaba mal si se encariña con el ya que podría tener familia.

Igual ignoro aquello y lo siguió acariciando, estaba feliz de poder tener una compañía en esa mañana tan solitaria.

Fue adentro y agarro un platito para animales que tenían por obligación de Baji junto a unas sabías palabras.

Si algún día viene algún animalito no vas a tener como darle de comer o tomar bruto

Eso le había dijo Baji a Kokonoi mientras metía ese platito en un cajón que tenían.