La persona correcta 3 ©

Traición y Secretos

La puerta de la casa de mis padres se abrió de inmediato.

−¡Grace! –gritó mi madre quien me abrazo de inmediato− ¡Robert, es Grace!

Mi padre apareció abrazándome de la misma manera que mi madre lo había hecho. Lágrimas salieron de mis ojos de inmediato.

−¿Estas bien hija? –preguntó mi padre preocupado

−Estoy bien, solo que los he extrañado mucho

−Y nosotros a ti –dice mi madre

−Tengo… tengo algo que decirles

−Claro… pero pasa por favor vamos a la sala

Nos abrimos paso a la sala. Ambos se sentaron uno a cada lado mío. Cada vez que nos mirabas era así. Ambos sabían que cada minuto que estaban a mí lado podían ser el último. Por eso se empeñaban tanto en no dejarme ni un segundo.

−¿Qué es lo que pasa Grace?

−Si Grace ¿Qué sucede? –preguntó mi padre mientras toma mi mano entre la suya

−Es… complicado

−Grace en el último año nos has contado tantas cosas complicadas que ya estamos más curtidos que nada –dice mi padre intentando calmar un poco mi nerviosismo

−Primero, hay algo que debo decirles, es algo un poco serio y tienen que prometer que no van a decírselo a nadie

−Lo prometemos hija –dijo mi madre

−Papá, en especial tú, no puedes decírselo a Ben

−¿A Ben? –pregunto confundido y yo solo asentí

−Se trata de Theo –les explique− Él, en realidad él… no está muerto

La mano de mi padre se sujetó fuerte a la mía al escucharme, mi madre soltó un grito ahogado y yo me solté a llorar− Apareció hace ya casi un mes y… bueno, también fue una sorpresa para mi

−¿Qué se supone que le paso?

−Eso es algo que no puedo decirles

−¿Pero está bien? ¿Tú lo estás? –pregunta mi madre

−Lo intento, él está bien, pero nadie puede saberlo aun ¿Entienden?

Los vi asentir totalmente confundidos por lo que acababa de contarles.

−De acuerdo hay otra cosa que les tengo que decir

−Solo dilo –pidió mi padre

−Vengo de ver al doctor, me he estado sintiendo muy mal últimamente y bueno… fui a que me revisaran

−¿Y qué te dijo? –preguntó mi madre preocupada

−Me dijo… o diablos –suspiré intentando sofocar las lágrimas, apreté la mano de mi padre y tomé con mi mano libre la de mi madre, necesitaba fuerzas pues me sentía sola− Él me dijo que tengo aproximadamente tres semanas de embarazo

Sentí las manos de mis padres aflojarse de poco.

−Grace –dijo mi madre mi nombre como un lamento lo cual me dolió un poco

−¿Es de Theo?

−¡Robert!

−Solo es una pregunta

−Si papá –respondí− Es de él

−Pero Grace, tú… tú jamás podrías ser capaz de cuidar a un bebé

−¡Robert Hale!

−Él tiene razón mamá, mi trabajo…

−No estarás pensando seguir ahí ¿Cierto? –preguntó ella medio horrorizada