Virus

7K 544 3
                                    

Desperté, estaba en una especie de habitación. No tenía de en qué momento me había quedado dormida y mucho menos de donde podía ser que me encontraba. Al moverme sentí un terrible dolor en mi brazo. Al revisarlo pude notar un hematoma del tamaño de un puño. Recordé entonces que me había pasado. Max había inyectado una extraña cosa en mí que poco a poco me fue quitando la fuerza hasta hacerme caer dormida. Me levanté del catre en el que me encontraba y miré a mí alrededor. La misma mujer que había estado en la camioneta estaba de pie frente a mí mirándome preocupada.

−Has despertado

−¿Dónde está Diego?

−Tranquila -me dijo con una sonrisa− Él está bien, duerme tranquilo

−¿Quién eres tú?
−Mi nombre es Tania

−¿Eres la mujer de Max? ¿El hijo que esperas es de él?

Ella sonrió.

−No soy mujer de nadie querida, y no es un niño si no una niña

−Es increíble, ¿Cómo es que ese idiota puede ser atractivo para las mujeres?

−Max es guapo -dijo la mujer queriendo hacer que vomitara− Pero la única razón por la que estoy con él es porqué le debo la vida, y no, mi hija no es suya aunque eso es lo que él piensa

−¿Qué pasaría si se lo digo?

−No lo harás, verás yo soy la encargada de cuidar al pequeño Diego

Me puse de pie de inmediato.

−¿Es una amenaza?

−Yo no quiero ser tu enemiga Grace, quiero ayudarte pero para eso necesito que no abras la boca, yo también tengo por quien ver -dijo tocándose el vientre

−Lo entiendo, dime que hacer

−Paciencia, por ahora vamos... Max quiere verte

Me llevó hasta el baño donde pude bañarme y ponerme algo de ropa limpia. Luego la seguí hasta Max. Estábamos en lo que parecía una casa abandonada pero con algunos muebles viejos por el lugar. Me llevó hasta lo que parecía ser la sala. Max estaba sentado con Nancy de pie detrás de él. Él me miró con una sonrisa horrenda mientras que Nancy me miró como intentando decir algo que no pudo.

−Tengo dos, me falta uno -dijo Max burlón

−Quiero ver a Diego -dije con rabia

−Lo verás linda pero no por ahora

−¿Qué pretendes teniéndonos aquí?

−Pues, matar a Theo de la desesperación quizá -sonríe

−Él no se dará por vencido hasta encontrarte y muy probablemente matarte

Max soltó una carcajada.

−Linda, no conoces a Theo, él pudo quizá tener el valor de matar a Daniel pero jamás será capaz de matarme

−Pues quizá tenga que hacerlo yo entonces, hagamos un recuento de las cosas Max, tú siempre sales perdiendo, la primera vez que me secuestraste murió tu hermano, la segunda vez que intentaste atacarnos Theo mató a tu hijo, y bueno ni hablar de que a Theo lo perdiste hace muchísimo tiempo ¿Qué más quieres perder?

Max se puso de pie y caminó hacia mí. Quizá intentando intimidarme pero para nada lo logró. Me miró directo a los ojos y yo hice lo mismo.

−Hagamos un recuento entonces, mi hermano está muerto -se encogió de hombros− Me da lo mismo, Daniel murió... −se río con ironía− Soy un hombre Grace, puedo y voy a tener más hijos y Theo siempre ha sido una decepción así que no me sorprende, pero dime tú, perdiste a tu hermana uhh ¿Eso debió ser muy doloroso no?

La persona correcta 3 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora