Renacer

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Soy un idiota nunca debí de haberle dicho eso a Tori, debería disculparme con ella pero si subo ahora no abrirá la puerta y podríamos hacer un escandalo al discutir, estoy haciendo abdominales en el suelo mientras pienso, la cuenta ya excede las trescientas pero no siento ningún tipo de cansancio ni siquiera estoy sudado, me levanto y me miro al espejo, pese estar a oscuras veo bastante bien, mi bronceado se ha ido y mi musculoso cuerpo parece el de un tísico me veo muy desnutrido aunque supongo que es normal dado que no he comido en mucho tiempo, no entiendo que me hizo Alda a pesar de mi terrible aspecto no me siento nada débil además el tinte rubio se ha ido y mi cabello ha vuelto a ser castaño, espero que mi padre logre averiguar lo que me sucedió.

Subo las escaleras hacia el ático cruzo el pasillo donde el resto de mi familia duerme, puedo escuchar los latidos de algunos, mi hermana parece haberse quedado dormida mientras lloraba, su respiración se ha relajado, al abrir la puerta de su cuarto puedo ver unas cuantas lágrimas secas en su mejilla, llego al ático y me acerco al tío Luis por la espalda, esta usando su rifle de caza para inspeccionar el perímetro, algunas tablas cubren la ventana pero no las suficientes como para que no se pueda apuntar a través de esta, le toco el hombro para llamar su atención, sobresaltado gira con el rifle en la mano, parece que me va a atacar con el lo veo moverse en cámara lenta, doy un paso atrás y esquivo el culatazo, alcanzo a leer el nombre de mi padre en la parte  posterior del arma.

-Tio tranquilo soy yo Gabriel subí porque Tori me dijo que querías verme. Le digo mientras levanto ambas manos en señal de rendición, él baja el arma y da un suspiro de alivio.

-Carajo Gabo me sacaste el alma del susto, la próxima vez por favor  háblame antes de acercarte a mi en completo silencio y sacarme un pedo. 

-Lo siento, pensé que te habías dado cuenta de mi presencia la próxima vez procuraré estar al menos a cinco metros antes de hablarte.

-Tampoco exageres sobrino, solo no vayas por ahí dándome esos sustos, ¿Cómo te sientes Gabo? te ves... ¿Vivo?

-Podría ser peor, al menos todos estamos juntos... bueno casi todos.

-No te presiones demasiado hijo, se que las noticias recientes pueden ser algo difíciles de procesar. Mi tío pone su mano sobre mi hombro y lo aprieta de una forma amable.

-Esta bien, creo que aún no proceso bien la idea del panorama general pero, estaré bien no hay de otra, mejor dime ¿Para que soy bueno?

-Bueno, quería saber si puedes ayudarme a vigilar el perímetro, se que acabas de despertar de un coma pero tu papá me dijo que no pareces haber perdido fuerza y me imaginaba que quizás querrías hacer algo en lugar de quedarte solo en tu cuarto a oscuras pero viéndote mejor pienso que podría ser demasiado para ti y sería mejor que bajaras a descansar un poco mas.

-No te preocupes por mi aspecto tío aunque parezca estar desnutrido en realidad me siento mas fuerte que nunca y sabes, creo que no es mala idea el vigilar el perímetro contigo, después de todo ya he dormido suficiente, ¿Tienes alguna arma aparte del rifle de mi padre? -Mientras bosteza el tío Luis me responde.

-En realidad pensaba mas en que me relevaras para que pudiera tomar una siesta pero si quieres que me quede, oye ¿Cómo sabes que este es el rifle de tu papá?

-Lo pude ver en la culata cuando me atacaste hace un rato pero eso no es importante, ve a descansar, yo vigilaré por ti.

-Bien, no debería de perder el tiempo que puedo usar para dormir, antes de que me vaya déjame explicarte algunas cosas, primero, este es el seguro del arma como aún no te acostumbras a usarla tenlo puesto en todo momento, segundo usa el rifle solo para ver a los alrededores con la visión nocturna no dispares a no ser que sea estrictamente necesario, si tiras del gatillo todos los zombis de la cuadra estarán aquí en menos de lo que canta un gallo y tercero, toma esta radio cualquier cosa úsala para avisarnos, yo tengo una al igual que tu papá, eso es todo bajaré a dormir si no pasa nada mas despiértame en cuatro horas.

-Vale, que tengas dulces sueños tío.

Me quedo solo en el ático, al principio intento usar la visión nocturna de la mira pero es demasiado brillante, bajo el arma y logro encontrar el botón que apaga la mira ahora puedo ver mejor, comienzo a escuchar el sonido de mi familia durmiendo, me doy cuenta que si me concentro puedo escuchar sus latidos y después de unas horas de práctica logro escuchar los pasos de los zombis en el exterior, puedo contar su numero aproximado son de cincuenta a sesenta, me pregunto si tendré suficientes balas para acabar con ellos pensé que habría más pero supongo que al estar en una privada tan alejada de la ciudad no podría haber tantos no-muertos.

Miro el reloj de mi teléfono apenas ha pasado media hora parece que será una noche larga y aburrida, me aburro de usar la mira del rifle y me doy cuenta de que puedo ver objetos a distancias lejanas con el ojo desnudo, me asomo entre el espacio que dejaron dos tablas clavadas a la ventana, me pareció ver una sombra moverse entre los arbustos de la casa de enfrente, demasiado rápida para ser de un no-muerto probablemente algún animal callejero.

Pasado un rato descubro que también mi nariz se ha vuelto mas aguda, puedo diferenciar los aromas de cada uno de los miembros de mi familia, los zombies afuera huelen terrible a podredumbre rancia, es un olor desagradable pero no siento ningún tipo de nauseas  me concentro un poco y mi olfato capta una esencia familiar y solo me toma un instante reconocerlo, mi corazón late rápidamente un aroma que solo podría describir como Rosas y cenizas me trae emociones encontradas, Alda.

VcZ ReWhere stories live. Discover now