once.

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Tenía muchísimo sueño y en cualquier momento mi cabeza iba a caer encima de mi plato de hot cakes.

- Eh, despierta. - Dijo Celia, risueña.

Solté una carcajada y suspiré.

- No pude concebir el sueño. Tengo examen hoy y estoy muy nerviosa.

- Tranquila. Todo saldrá perfecto. Eres lista.

- Gracias por los ánimos. - Le respondí.

Sinceramente no me había ayudado en nada, pero la intención era lo que contaba. Es por ello que se lo agradecí. Celia realmente era una persona agradable.

- El sábado cumples años, ¿cierto? - Preguntó.

- Sip. - Respondí.

Sábado 24 de noviembre. Ese día por fin cumpliría mis diecisiete años.

- Maldita sea... Ese día tengo que ir a realizar algunos trámites desde la cuenta bancaria de mi madre. ¿Irías conmigo?

- Oh, claro...

Igual podría celebrar mi cumpleaños comiendo pizza y chocolates...

Celia interrumpió mis pensamientos.

- Muchas gracias. Por cierto, tu español es excelente. - Comentó.

Bueno, lo cierto era que me esforzaba y seguía avanzando para poder hablar fluidamente.

Tras terminar mis hot cakes, me levanté de la mesa, recogí mi plato y fui a cambiarme de ropa. Celia se quedó lavando los trastes sucios.

Bajé cuando estaba lista, y Celia me encaminó al instituto.

- Bueno, nos vemos. - Le dije.

- Claro...

Celia miraba constantemente a los lados.

- ¿No ves a Rubén? - Preguntó.

Negué con la cabeza.

Durante las tres semanas que Celia llevaba en Noruega, Rubén y ella habían estado hablando bastante. Cuando no podíamos hacer planes con él, ella me pedía prestado el teléfono inalámbrico, y hablaba con Rubén hasta que el aparato se quedaba sin batería. Mamá a veces se molestaba, pero prefería no decir nada.

La verdad es que yo a veces me ponía celosa. Sentía que de nuevo me estaban quitando a mi mejor amigo. Pero eso cambiaba cuando recibía un mensaje de Rubén en Messenger. Me hablaba todos los días y eso equilibraba las cosas.

- ¡BOO!

Grité del susto y me giré.

- ¡Rubén! Maldita sea, me asustaste. - Reclamé en noruego.

Celia comenzó a reír.

- ¿Esos fueron insultos en noruego? ¡Suena más gracioso!

- No me ha insultado. - Respondió Rubén riendo.

Reí.

El timbre sonó, obligándonos a Rubén y a mí a ir a clases.

- Borchgrevink, ¿cómo estuvo su fin de semana junto con Celia?

No habíamos podido quedar con él porque estaba "muy ocupado" con asuntos familiares.

- Bastante bien. - Dije. - Salimos repetidas veces. Y por culpa de ello no estudié para el examen de hoy.

- Mal, señorita, mal. - Me regañó, a lo que yo reí.

- ¿En qué has estado tan ocupado? - Pregunté, dándole un empujón con mi cadera.

- Asuntos.

- Ajá.

Decidí no preguntarle más. Era obvio que no iba a decírmelo, así que no valía la pena insistir.

- Buenos días, jóvenes. - Escuché decir a la profesora, una vez dentro del salón.

Tras una corta explicación de cómo iba a evaluarse el bimestre, la profesora nos entregó las hojas de examen.

Rubén me miró y musitó un "suerte", además de levantar su pulgar y guiñarme el ojo. Le sonreí y comencé a responder el examen.

Estaba bastante nerviosa. No paraba de mirar al frente y de morder la goma de mi lápiz. Aún me quedaban diez preguntas por responder y sólo faltaban cinco minutos para que la clase terminara. Rubén ya había terminado, como la mayoría de mis compañeros de clase.

Lo miré, y me hizo señas para que le pasara mi goma de borrar. Lo hice, y unos segundos después me la devolvió, susurrando: "escribí las respuestas para ti".

Miré la goma, y efectivamente, las respuestas estaban escritas con boli azul.

Las copié todas y dos minutos después nos recogieron el examen.

- Gracias, Rubén, me salvaste. - Dije, saliendo del salón.

- No es nada. - Respondió, y besó mi mejilla tiernamente.

Fuimos a la otra clase, y nos sentamos. El profesor nos contó que los preparativos para el Russ ya se estaban realizando. Estaba muy emocionada, el Russ era algo único, algo que nunca en nuestras vidas volveríamos a vivir. Desde mi ingreso al instituto estuve esperando para esa fiesta. Y llegaría en unos cuantos meses, no podía esperar.

Cuando salimos de la escuela, Rubén fue a comer a mi casa.

Después de aquello, Celia y él salieron al centro comercial. Sí, salieron solos.

Rubén simplemente me dijo que tenía algunas cosas que hacer sólo con Celia. Estaba muy celosa.

¡Estaba celosísima!

~~~~~~

Sé que es corto D: no me maten. Tardé como tres días para escribirlo todo; es que estoy de viaje y no es muy fácil escribir.

Pero bueno xd.

Quería pedirles algo 7u7 es que tengo que poner a alguien como amiga de rayita ^^

Será tipo un concurso ;-;

Sólo debes poner abajo lo siguiente:

- Nombre completo y apodo.

- Por qué te gusta este fanfic.

Solo eso:) también debes haber votado por todos los capítulos:D

Y listo. Escogeré a alguien el día 10 de abril :)

GO GO GO.

Noruega. ✔️Where stories live. Discover now