treinta.

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- Dyre, creo que tienes que moverte un poco a la derecha. Ahí está, listo. - Dijo Shelby antes de tomar la foto.
Cuando lo hizo, me entregó la cámara para que le echara un vistazo.
- Salimos bien. - Le dije a Dyre, y él asintió haciendo un gesto egocéntrico.
Empecé a reír y le di un ligero golpe en el hombro, el cual él exageró lanzándose hacia el suelo dramáticamente.
Los tres estallamos en carcajadas.
- Tendré que postear esto en Facebook para que Rae se ponga celosa. - Comentó mi amigo, refiriéndose a su ahora ex-novia.
Alcé las cejas y sonreí con malicia. Shelby rió y le pegó un codazo.
- ¿Y bien? - Preguntó Dyre, pasando su brazo alrededor de mis hombros. - ¿Nos escabullimos?
Negué con la cabeza y lo miré fingiendo enojo.
- Dyre, nos meteremos en problemas... - Alargué.
Era el 19 de agosto de 2009. Estábamos en la fila para entrar al concierto de Coldplay.
Dyre salió corriendo de la fila y en cuanto cruzó las puertas con el señalamiento de "Sólo personal autorizado", los guardias comenzaron a perseguirlo, atrapándolo enseguida. Shelby y yo comenzamos a reír y ella fue a pedirle a los guardias que lo soltaran; lo cual hicieron.

En cuanto la fila avanzó, entramos a la arena.
Cada persona lucía distinta. Tantas historias unidas en un mismo lugar. Todos con un gusto en común.
Una vez que la banda se presentó en el escenario, nuestros gritos se unieron y abrieron paso a una de las mejores noches de mi vida. Disfruté cada segundo de la música; de la manera en que todos saltábamos sin parar. De la manera en que Dyre me miró cuando nuestra canción favorita comenzó a sonar. La sonrisa que le dediqué, expresando la gran emoción que llevábamos dentro.
Nos tomamos de las manos junto con Shelby, y saltamos lo más alto que pudimos mientras gritábamos la letra de aquella canción.

Al regresar decidí quedarme en casa de mis amigos, y en cuanto llegamos Dyre se fue a la cama.
- Vaya. - Exclamé, desplomándome en la cama de Shelby. Ella rió.
- Ha sido genial.
Asentí con la cabeza, y solté un suspiro.
Me hice un lado para que Shelby pudiera acostarse, y al instante me quedé dormida.

- ¿Prefieres los Hot Cakes o cereal? - Me cuestionó Shelby, mientras Dyre aguantaba la risa, cruzando los dedos.
Solté una carcajada.
- Lo siento, pero Dyre tenía razón, me encantan los Hot Cakes.
Habían estado peleando entre ellos antes de desayunar, discutiendo qué me gustaba más a mí, siendo yo la "invitada de honor".
Dyre miró a Shelby con superioridad y comenzó a preparar Hot Cakes.
Mi amiga negó con la cabeza mientras una risa se le escapaba.
- En fin, ¿qué harán mañana? - Pregunté, jugando con una servilleta que estaba en la barra.
- Creo que yo voy a salir de compras. - Comentó Shelby, sacando de la alacena un bote de miel.
- ¿Tú de compras? - Me burlé. - Tienes todo un armario lleno de ropa, ¿y piensas ir de compras?
- En realidad no va de compras... - Canturreó Dyre.
- Ah, ¿no?
- No. Tiene un nov...
- ¡CÁLLATE! - Interrumpió ella, tapándole la boca a su hermano.
- Así que un chico... - Alcé la ceja mientras hablaba.
Dyre asintió, mientras su hermana lo soltaba y me miraba apenada.
- Se llama Andrew. - Informó, en voz baja.
Asentí con la cabeza.
- ¡Me da mucho gusto!
- Sí, sí, te da mucho gusto, bla, bla. Ten. - Dyre puso enfrente mío un plato con tres Hot Cakes apilados, con miel y un cuadro de mantequilla.
Froté mis manos y comencé a comer.
- Buenísimos. - Le dije a Dyre, y él sonrió.
Vi cómo Shelby se levantaba; tomó su laptop y la puso en la barra, para luego sentarse y ver Facebook.
- ¿Has subido las fotos ya? - Le preguntó a Dyre, quien estaba mordiendo un pedazo de Hot Cake. Él negó con la cabeza.
Shelby pasó las fotos del concierto desde su cámara a la laptop y comenzó a editarlas.
- ¿Y Rubén? - Cuestionó Dyre, interesado.
Me encogí de hombros.
- Hace algunos días hablamos, pero se tuvo qué ir. Dijo que iría con Celia a tomar un helado o algo así. - Le respondí, fingiendo que no me importaba.
Cuando Rubén se fue, asumí que seguiríamos hablándonos y siendo "algo más" que amigos, pero las cosas habían comenzado a cambiar.
Antes, él me enviaba mensajes lindos, poniéndome motes como "cariño", "amor" o "bebé". Con el paso del tiempo aquellos nombres desaparecieron de nuestras conversaciones. Claro, nos seguíamos hablando. Pero en esos días la comunicación había estado siendo mínima.
Sin embargo confiaba en que todo volvería a la normalidad. Rubén y yo estaríamos juntos algún día. Es decir, yo ya era mayor de edad. En cualquier momento podría decidir irme de casa y vivir en España.
- Las subí por ti. - Dice Shelby, refiriéndose a las fotografías. - Los etiqueté en ellas.
Dyre me mira.
- Seguro ponemos celosa a Rae.
Él me guiña el ojo y yo le sonrío cómplice.


Salseo.

Noruega. ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora