El intenso

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Era el último día antes de las vacaciones de navidad, me encontraba en la universidad junto a Damiano.

-Jóvenes, recuerden hacer su proyecto, los presentaremos en concurso para la primavera.

-Yo ya tengo parte del mío- Comento Damiano -Puedo compartirlo si gusta.

-Adelante joven Damiano.

-Dice así:

"Tu indiferencia me encanta, me gusta saber que estás aquí a mi lado.

Amo tu aroma aunque por tí y tu corazón sea totalmente Despreciado.

Alyssa me encantas, aunque seamos totalmente diferentes, aunque tú ames el Inframundo.

Y yo adore las nubes y las flores dentro de este mundo..."

Me dió vergüenza que me escribiera un poema tan malo.

-Joven, necesita correcciones.

-Es solo la idea principal, como diría Alyssa, las musas me inspiraron y esas tonterías.

-No son tonterías Damiano- contesté furiosa.

-Como sea.

Sonó el timbre y salí molesta del salón, a lo que el me siguió hasta el estacionamiento.

-Alyssa discúlpame...

-Ni siquiera sabes porque te disculpas.

-Prometo descubrirlo y compensarlo.

Suspiré profundo tratando de calmarme, no podía creer que el invalidara mis creencias.

La mitología griega más que ser un mito es una realidad que pocos ignoramos, dentro de ella está la magia y la forma romántica en que se creo el mundo.

Un idiota como Damiano no lo entendería, pero tampoco quería discutir, ha sido el único chico que se preocupa por mi a demás de Eros.

-Esta bien.

-Pondríamos pasar navidad juntos si tú quieres Aly...

-Muy bien Damiano, estamos en contacto, te aviso cualquier cosa.

-Gracias Aly, no te arrepentirás.

-Solo no seas tan intenso porfavor.

-Si, como tú órdenes Diosa mía.

Me queda claro que no sabe cómo evitar ser intenso.

💀💀💀

Melissa estaba en casa de una amiga y yo la pasaria totalmente sola.

Me sentía demasiado triste y no entendía cuál era la razón de mi dolor.

Unos toquidos llamaron a mi puerta asustandome, así que atendí de inmediato.

-Buenas tardes pequeña.

-Hera, que sorpresa ¿Pasa algo?.

-No mucho, traje a el bastardo de Apolo.

Detrás de ella se encontraba el rubio de ojos grises.

-No me llames así- gruñó.

-Eres el bastardo de Zeus que más quiero- sonrió Hera.

-Pasen.

Nos sentamos en la mesa del comedor, me encontraba totalmente nerviosa, jamás hubiera esperado está situación.

𝗟𝗮 𝗵𝘂𝗺𝗮𝗻𝗮 𝗱𝗲 𝗛𝗮𝗱𝗲𝘀.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora