⦅Capítulo 37⦆

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Se subió al vehículo recibiendo una mirada recriminatoria por parte del conductor —probablemente por estar empapándole los asientos o por haberle hecho esperar—, pero no pudo importarle menos en ese instante.

"Porque amas a Wenhan".

La escena continuaba reproduciéndose en su cabeza, reiteradas veces, de forma constante y torturadora, moliéndole el cerebro a golpes. Pues aparentemente, vivirlo solamente una vez no había sido suficiente para alimentar la culpa que empezaba a carcomerlo de adentro.

Los ojos rojos y húmedos de Zhan estaban grabados en su memoria. Al igual que su voz quebradiza, sus labios temblorosos, la manera en que rechazó el tacto de Yibo y se apartó abruptamente de él, como si Yibo fuese fuego ardiente que iba a quemarlo hasta transformarlo en cenizas.

Y tal vez no estaba equivocado.

Desde el principio, debió prever que albergar sentimientos por dos personas, lo haría sucumbir eventualmente. Solía creer que podía manejarlo, más el reciente evento le demostraba lo errónea que había sido su decisión.

Confiar en que nadie saldría lastimado había sido ingenuo de su parte. Y aún cuando fue capaz de ver su error, no tuvo la suficiente fuerza como para corregirlo, permitiendo que Zhan estuviera cada vez más cerca de un abismo al cual Yibo estaba empujándole sin piedad.

Necesitaba aprender que su egoísmo tenía repercusiones, las cuales no le afectarían únicamente a él, sino que también a otras personas. Pues fue por obedecer a su parte egoísta —la que anhelaba guardar a Zhan en su bolsillo—, que acabó lastimándolo al final.

Su mirada deambuló en dirección a la ventana, observando a través del vidrio la lluvia que no cesaba de caer sobre la ciudad. La imagen de Zhan caminando bajo el diluvio le hizo estremecer. Todo herido y vulnerable, todo frágil y en búsqueda de contención, mientras nuevamente alzaba las barreras que los distanciaban.

Resultaba tan... irreal y, a la vez, tan jodidamente insoportable. Las manos aún le picaban por alcanzar a Zhan para impedir que se marchara. Pero ya estaba demasiado lejos para retenerlo. Demasiado lejos en todas las formas posibles.

"No vuelvas a tocarme".

Se había terminado.

Lo que había entre ellos, el "algo" difuso que definía su relación, con límites implícitos impuestos y cientos de cuestionamientos sobre qué hacer bajo tales circunstancias. Las dudas y las inseguridades, sobre si mantenerse junto a Zhan era la decisión correcta.

Todo siendo consumido por los sentimientos que Yibo era incapaz de desprender de sí mismo.

Que su relación hubiese llegado al inminente e irreversible fin, no era inesperado, considerando que aquel había sido su plan originalmente. Separarse para que la herida no fuese tan profunda, cortar los lazos por su bien. Y a su falta de valentía, Zhan se había visto enfrentado a elegir.

Sin embargo, jamás había imaginado el rompimiento de ese modo. Jamás había sido su intención que Zhan saliera herido, mucho menos que fuese por su causa o por el motivo que se había esforzado en ocultar.

Se le había ido de las manos. Todo; la situación, las emociones, la calma... desde el momento en que los sentimientos por Zhan eclipsaron su amor profesado por Wenhan. Zhan poseía la habilidad de hacerle olvidar el resto del mundo y Yibo sabía que aquello era inapropiado, cuando su corazón le pertenecía a otra persona.

Finalizar su relación simplemente resultaba adecuado. Conveniente. No solamente para él sino que para ambos. Zhan había sido inteligente al huir tan pronto halló la salida, renunciando a ellos antes de que su relación difusa escalara a las etiquetas, haciendo lo que Yibo había intentado concluir, más en lo que había fallado miserablemente.

Rent a Boyfriend [Yizhan] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora