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준 ╱ capítulo dieciséis. ! ❪ mirada que mata ❫
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MIENTRAS LIAM Y SCOTT SE ENCONTRABAN EN LA ESCUELA para hacer que la profesora Finch se convierta y sea la muestra perfecta de que la teoría de Liam era correcta, Lydia y Malia se encontraban en el hospital en busca de la forma más sana para revivir a Halwyn.
Y por otro lado, estaban las sirenas, quienes se encontraban más que felices al tener a Max devuelta en su casa luego de haberlo traído del hospital.
–Estoy bien, tranquilas– le dijo Max a ambas sirenas al ver la atención que recibía desde que llegó del hospital– tan solo necesito reposo.
–Si, pero también te preparé un té– comentó Mera mientras le extendía la taza con cuidado para que no se cayera ninguna gota del líquido– debería traerte más almohadas, para tu espalda.
–En serio estoy bien– volvió a decir Max para evitar que su hija se levantara de su lugar. Estuvo en un hospital donde solamente lo podía ver Sea, ya que algunos trabajadores del hospital estaban de acuerdo con los cazadores y le evitaban la entrada a Mera para ver a su padre.
Parece broma y desearían que lo fuera pero es una realidad, una triste realidad donde todos los seres sobrenaturales son cazados, sin importarles que tengan su lado humano.
–Podríamos ver una película, como cuando estábamos en Gold Coast– comentó Sea con el control de la television en su mano, una idea que sin duda alguna fue espectacular para el momento.
–Iré a preparar palomitas– exclamó Mera antes de salir corriendo hacia la cocina, sin importarle el grito de su padre como aviso para que no se cayera al suelo.
En cuestión de minutos, los tres se encontraban recostados en el gran sofá mientras veían "volver al futuro", con un gran bol de palomitas y golosinas.
A la mitad de la película, donde Mera se olvidó completamente lo que estaba sucediendo últimamente gracias al hermoso momento familiar, su teléfono comenzó a sonar ante una llamada. Era Lydia.
