Aniversario de bodas.

770 32 70
                                    

-Iré contigo sin poner resistencia si lo dejas vivir a él y a la pequeña.

-Je, siempre supe que me amabas. -Sonrió él, tomando la mano de Lisa para intentar darle un beso en los labios, el que ella evitó, pero que solo agrandó la sonrisa de Dottore. Un portal se abrió detrás de ellos, y ambos entraron al mismo.

-¡Lisa!

Amber llegó corriendo disparando varias flechas, pero fue inútil. Detrás de ella venían Kaeya, Jean y Eula, notándose muy sorprendidos por lo que había sucedido.

-¿En qué momento pasó esto? Todo estaba tan calmado, escuché una explosión en el beso de ángel pero no había nada. -Explicó Amber.

-Yo vi humo salir de entre las casas, y olía a quemado, pero nada pasaba. -Se excusó Eula.

-Dottore los hechizó, les hizo ver y escuchar cosas que no eran reales. Venti no cayó en su hechizo por no sé qué razón, pero también le dio una golpiza.

-¡Maldición, perdimos a Lisa! -Jean pisoteó el suelo, notoriamente enojada. -Es mi culpa, no tomé en cuenta eso a pesar de que era muy obvio que seguramente lo haría.

-Por ahora hay que centrarnos en encontrar a Lisa. -Paimon me ayudaba a levantarme con ayuda de Kaeya.

-Pero no sabemos a dónde se la llevó. -Kaeya me miró.

Simplemente suspiré, tallándome la mano para recuperarme del golpe eléctrico que recibí del poder electro. -Yo sé dónde puede estar...

Lo primero que se me ocurrió por obvias razones fue ir a buscar a Tartaglia a Liyue, si bien el viaje me tomó todo un día en caballo, apenas llegué a la ciudad, fui corriendo a buscarlo, el problema es que él puede estar en cualquier lugar.

No sé si esté dispuesto a ayudarme, pues sería como traicionar a uno de los suyos, y no a cualquiera, sino a su superior. Debo pensar en un tema para que la cosa salga bien y no haya problemas, de lo contrario no podré rescatar a Lisa.

Esta vez solo podría ir yo, sé que no tengo la capacidad para al menos vencerlo en combate, y de todos modos aunque estuviera a mi lado todo el cuerpo de elite de los caballeros de Favonius podría hacerle frente ya que no dudo que tenga la capacidad mágica para hacer que todos cayeran en un hechizo de ilusión.

De cualquier manera, y antes de mi partida, Rosaría me dio un cuchillo, en vista de que Dottore podía quitarme mi espada de manera sencilla, lo mejor era tener un arma secundaria, de ahí que la guardara en mi espalda, un lugar donde no podría verse fácilmente.

Al llegar al restaurante de Xiangling, él estaba comiendo junto con Xinyan, él bebía una cerveza fría y algo bien picoso, mientras que ella solo lo acompañaba con un vaso de jugo.

-¡Tartaglia! -Dije, falto de aliento, él se asustó por el grito que pegué y se levantó de su asiento, corriendo para ayudarme.

-¡¿Viajero, estás herido?!

-¡Es mi esposa, Tartaglia, Dottore la secuestró!

-¿A tu esposa? ¿La zarina lo habrá ordenado?

Nos sentamos a hablar de lo ocurrido mientras yo bebía algo para recuperarme de la carrera que me aventé para poder llegar hasta ese lugar, mientras él me escuchaba atentamente, se notaba planeaba algo mientras lo discutíamos, y en realidad poco o nada se lo podía creer.

Y es que sí, desgraciadamente Lisa tuvo la mala suerte de toparse a alguien así en su camino por la academia, y pensar que ese desquiciado sería parte de los once, eso fue lo que le abrió las puertas para que tuviera el poder de hacer lo que hizo, pues de haber sido solo un doctor, y aunque tuviera su visión, lo hubiera derrotado fácilmente.

Una cita junto a Lisa (LisaxAether)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz