Silencio después de la tormenta.

856 37 54
                                    

Era al día siguiente después de todo el desastre ocurrido con Dottore, esa noche Aether y yo dormimos como nunca antes, incluso debo admitir que fue la mejor noche de sueño que había tenido, y eso que siempre me la paso dormida.

Al día siguiente nos levantamos a las 4 de la tarde, pasamos nuestro aniversario prácticamente dormidos, nadie en los caballeros nos reclamó algo por evidentes razones. Después de tanto estrés, merecíamos algo así.

No fue del todo malo, no es que estuviéramos dormidos todo ese rato, en realidad debo reconocer que me gustó mucho...porque me la pasé en la cama, ja, ja. Nos abrazamos, nos leímos algún libro que no conociéramos, nos decíamos cuánto nos amábamos, y todo con la intensión de nunca dejar de hacerlo.

Rememoramos la vez que nos conocimos, y solo porque nos entró hambre, comeríamos lo mismo que esa vez: sopa de verduras.

Al levantarnos, todavía podíamos hacer algo, una media jornada de trabajo no sonaba mal para compensar todo lo que estuvimos en esa cama. Al separarnos, simplemente nos besamos para seguir por nuestro camino separado sabiendo que nos reencontraríamos más temprano que tarde.

Me sentía bastante libre, sin la preocupación de que esa persona me esté acechando una vez más, y sin que la vida de Aether peligre, así que ahora respiro tranquila. Jamás me había llevado un susto tan grande como verlo a él llegar golpeado a la catedral y que me avisaran que casi lo asesinan. Por suerte, todo terminó.

Llegados a la sede, pues Jean se encontraba ahí por obvias razones, ella nos sonrió, pues quería hablar con nosotros.

-En base a lo que pasó en estos días, y que realmente no fuimos de mucha ayuda en tu búsqueda, para recompensarlos he decidido darles unas vacaciones. Realmente la merecen...Lisa no tanto porque se la pasa descansando en el trabajo. -Me dijo, enchinándome la mirada. -Pero tú, Aether, claro que sí. Aparte, es para que disfruten de su aniversario.

-Gracias por eso, Jean. -Sonrió Aether. -Pero no tenemos planeado nada...¿alguna propuesta? -Me dijo a mí.

-Sí. Vamos Jean, no seas tan estricta, no siempre me la paso flojeando. Solo que...me canso muy rápido, pero siempre trabajo con algunos descansos para evitar fatigarme de más. -Ella solo rodó los ojos, yo no pude evitar reírme. -Me gustaría saber si pensaron algo para nosotros.

-Ciertamente. Uno de nuestros caballeros ha ofrecido a prestarles su casa para descansen dos días en la misma, está en aguaclara, es un lugar que tiene muchos puntos para que se puedan entretener, así que me parece una buena opción.

-¿Qué dices, Lisa?

-Por supuesto, cariño. Me gusta como suena.

Dicho y hecho, seguimos el plan para partir mañana, de ahí que preparamos lo necesario para esos días, lo que sonaba bastante emocionante. El caballero que nos prestaría su casa habló con nosotros y nos pidió que no hiciéramos "ya saben" en su casa, le dijimos que sí, pero apenas le dimos la espalda al terminar nuestra charla con él, Aether y yo nos dimos una sonrisa pícara, ya sabíamos que pasaría de cualquier manera.

Lo que teníamos pensado era pasar la noche ahí de una vez, pues todo quedaba preparado para tal, seguidamente al amanecer, buscaríamos algo por hacer, no es que tuviéramos pocas cosas por hacer, de hecho.

Apenas llegamos a la casa, dejamos las pequeñas maletas que teníamos para esa ocasión, prepararíamos la cena, la que sería una romántica pero tampoco demasiado exagerada ya que queríamos dejar lo mejor para el final.

Él prepararía la misma mientras yo ponía la mesa, no había copas, lo que tiene algo de sentido. Un caballero, al final de cuentas es un militar, y los militares no es que sean de gustos demasiado refinados al no estar acostumbrados a los mismos.

Una cita junto a Lisa (LisaxAether)Место, где живут истории. Откройте их для себя