1

1.8K 108 3
                                    

Sentada en la banca de la estación de policía, no podía parar de temblar de frío, totalmente empapada.
Encorvada hacia adelante observaba caer las gotas de mi pelo mojado mezclarse en el suelo con mi sangre sabe de qué parte de mi cara.

Estaba rota de pies a cabeza, de interior a exterior pero ni dolor podía sentir. Solo frío, mucho frío.

_Oye, mocosa, ¿me dirás tu nombre?_ me gritó uno de los oficiales desde su escritorio.

No le respondí, ni me molesté en mirarlo. 

_ ¡Hey!¡Mocosa!¿Quieres quedarte aquí toda la noche o me dirás tus datos?¿Crees que tengo todo el tiempo del mundo?_ siguió ladrando.

Lo ignoré y me tapé la nariz viendo que de ahí salía la cascada de sangre manchando el piso. 

_ Ahg, no puedo lidiar con esta juventud descontrolada, se meten en peleas y ni siquiera cooperan con uno que se  mata trabajando. Mocosos irresponsables. _ masculló golpeando lo que parecía una mesa con carpetas.

_ Oficial Yoon,¿qué sucede?_ oí la voz de un hombre interrumpir en la estación.

_ Oh, oficial Hwang, que bueno que has llegado. ¿Podrías encargarte de esa chica? Ha estado aquí más de una hora y no suelta una mísera palabra._ le pidió en tono frustrado.

Mi mirada baja vio unos borcegos posarse justo enfrente mío.

_ Disculpa, estudiante._ me llamó pero como antes, no hice movimiento alguno _ Estudiante,¿me oyes?_ siguió hablando y no negaba lo relajante que era su voz. 

Tocó mi hombro muy cuidadosamente y decidí levantarme para mirarlo.
Era un hombre que no sobrepasaba los treinta, de facciones filosas y alargadas, ojos pequeños y cabello corto.

Al verme no pudo disimular su sorpresa y arrugó su rostro.

_ Estás herida,¿qué fue lo que te pasó?_ inquirió tomando papel de uno de los escritorios para limpiar mi nariz pero en cuanto se acercó corrí mi rostro hacia un costado y le quité el pañuelo para hacerlo yo misma.

_ ¿Te has metido en una pelea?¿Has sido atacada?¿Necesitas ser llevada al hospital?_ siguió preguntando pero seguí en silencio _ Estudiante, de verdad necesito que cooperes y me digas tu nombre y que fue lo que sucedió. Si no no podre ayudarte._ 

No sentía dolor pero había algo que me debilitaba y no me dejaba hablar. Pero quería irme de aquí así que mejor cooperar, después de todo ya sabía cómo era esto, ¿cuántas veces había estado en esta situación?

_ Si les digo,¿me dejaran ir?_ pregunté tiritando.

El oficial frente a mí se quitó la chaqueta y me la coloco sobre los hombros asintiendo.

Y no pude negar la sorpresa que me lleve ante su gesto, nadie antes se había tomado el tiempo de tratarme así, aun estando en peores condiciones, menos en las comisarías.

_ Lee Hana._ dije seca.

_ ¡Al fin!_ suspiro el oficial viejo _ Llamaré a tus padres y te llevarás una advertencia. Si te veo aquí de nuevo te encerraré en una celda._ me amenazó pero no me inmute para nada, y extendí mi brazos hacia su dirección.

_ Puede hacerlo ahora._ solté desafiante.

La verdad todo era mejor a que mis padres vengan por mi, cualquier cosa, incluso estar esposada.

El oficial viejo soltó una risa burlona y el otro más joven me hizo una negativa con la cabeza.

_ Hana¿Puedo llamarte así?_ asentí sin animos _ ¿Podemos hablar fuera?¿O tienes mucho frío?_ 

Negué.

_ Bien, solo serán unos minutos._ 

 Salimos y no nos alejamos mucho de la entrada pero si a una distancia donde el otro policía irritante no nos oyera.

_ ¿Cuántos años tienes?_ quiso saber encendiendo un cigarro.

_ Diecinueve._ 

_ Aún eres muy joven,¿por qué te metes en peleas? Deberías estudiar y disfrutar de esta etapa de tu vida..._ 

Sin poder contenerlo solté una pequeña risita. No estaba en mis cabales la verdad.

_ ¿Por qué todos los que me ven así dicen eso?Es gracioso, debo verme como una matona._ 

Sonrió muy leve que casi ni se notaba, pero yo sí lo hice.

_ Es todo lo contrario, te ves como una víctima que solo se defiende. Te molestan en la escuela,¿cierto?_

Me pregunto en qué lugar no lo hacen. Creo que aquí sin contar al policía irritante, es el sitio donde mejor me han tratado.

_ Y a usted que le importa._ escupí abrazándome a mí misma.

_ Supongo que es verdad entonces, yo solía ser igual a tu edad, dejaba que me hicieran lo que quisieran y si me defendía terminaba siendo mi culpa. Llegaba un momento donde me cansaba de explicarlo todo y me ponía a la defensiva porque  nadie me creía. Solo mi hermano me apoyaba...pero él..._ habló con profundidad pero se detuvo en medio y pareció fallarle la voz.

¿Me estaba contando su vida personal? Ehm, creo que soy muy mala disimulando mi poca empatía por los demás.

_ Bueno, en conclusión, no deberías de encerrarte en ti misma. Pide ayuda, estoy seguro de que tu familia o alguien estará para ti. _ me aconsejo elevando sus comisuras en una sonrisa amable.

Lo observé a fondo y no negué que era muy guapo. Apuesto que su novia, si la tenía, era una suertuda al tenerlo.
Pero aun así sus palabras eran inútiles.

_ Oficial Hwang, al parecer usted no tiene a su hermano, siendo el único que lo apoyaba. ¿Que paso cuando ya no tuvo a nadie más?_ inquirí pero no me respondió, solo desvió su mirada hacia el frente.

Sonreí vacía e imité su gesto.

_ Entonces supongo que es igual que yo, solo se tiene a usted mismo._ afirmé y en eso vi como el auto de mi padre estacionaba en la calle.

Me quité la chaqueta y se la tendí.

_ Ya debo irme, mi padre llegó. Creo que ya me ha dado la advertencia,¿puedo irme?_ 

Tomó la campera y asintió por lo que comencé a avanzar hacia el auto pero su voz a mis espaldas me hizo detenerme.

_ Pero Hana, siempre hay una alternativa que lleva a la esperanza de volver a encontrarla, sea cual sea la manera, la hay._ aseguró y avanzó hacia mí volviendo a colocar su chaqueta  en mi para luego darme un apretón en los hombros. _ Suerte._ 

Y se fue.

Gracias oficial, pero hay personas para las que simplemente no existe la esperanza. Espero que encuentres la tuya.

RED.Where stories live. Discover now