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Por las pantallas vi como muchísimas personas vestidas de verde entraban a un especie de campo de tierra con una muñeca robótica al final de todo.
Una voz femenina comenzó a explicar las reglas del juego y me pareció algo singular que sea un juego de niños.

¿Qué clase de lugar era este?

La muñeca algo aterradora en mi opinión comenzó a contar y todos los jugadores avanzaron. Y entonces algo que me dejó helada sucedió, uno de los jugadores fue disparado al ser captado moviéndose y cayó muerto en el suelo, así todos asustados comenzaron a correr y fueron disparados uno por uno.
El espectáculo de sangre,gritos y disparos era impresionante.

En el estómago se me formó un nudo doloroso y sin quererlo mis ojos se llenaron de lágrimas asustadizas. ¿Que clase de masacre era eso?
Deje de mirar las pantallas y me paré de mi escritorio temblorosa.

Podría haber sufrido toda mi vida pero no dejaba de ser sensible a la matanza, no creía que eso fuera correcto.

Comencé a caminar hacia la salida mareada y sin ver demasiado a través de esa máscara asquerosa.

_ Quiero salir._ pedí a los guardias rojos armados a los costados de la puerta. Mi voz sonaba bastante grave pero no le quitaba el tono de mujer reconocible.

Me ignoraron por completo y yo me tomé el pecho sin poder respirar adecuadamente, buscando fuerzas en mi voz.

_ Por favor, déjenme salir._ supliqué tosiendo en busca de aire, porque quitarme la máscara no era una opción.

Quería largarme de aquí, están matando personas,¿¡cómo pueden hacer eso!?

_ ¡Abran las puertas!¡Déjenme ir!_ grité queriendo atropellar a los triángulos pero me empujaron con fuerza y caí hacia atrás.

_ Vuelve a tu puesto._ me ordenó uno de ellos sin más.

_ Malditos,¿¡quienes se creen!?Déjenme ir…¡Ahora!_ seguí gritando desesperada.

_ Triangulo, identificate._ oí que me hablaron a mi espaldas.

Poniendome de pie me di la vuelta hacia el enmarcado negro.

_ Déjenme ir._ exigí con los puños apretados, ignorando su petición.

_ No puedes abandonar tu puesto hasta que el horario laboral termine. Así que vuelve y haz tu trabajo. _ soltó y bajó de la tarima para pasar por mi lado y ahí si los triángulos abrieron las puertas.

_ ¡Eso es explotación!¡Necesito ir al baño!¿¡Ni eso está permitido!?_ mentí.

La verdad es que ahora sí que quería largarme, no sé porqué acepté esto. Estar en la calle debe de ser mejor que ver a personas morir.

El tipo de negro se detuvo en seco y parecio mirarme unos segundos para luego indicarme con el brazo que salga.

_ Lo dejaré pasar solo por esta vez porque eres nuevo, pero si vuelves a hacer otro escándalo, serás automáticamente eliminado._ señaló serio.

Simplemente comencé a avanzar hacia la salida y en cuanto estuve en el pasillo las puertas se cerraron detrás.

Pude respirar un poco mas aliviada pero entonces la voz del tipo de negro volvio a darme escalofrios.

_ No seas así de débil o tu estancia aquí será un problema. Es fácil entrar pero es mucho más fácil desecharte._ soltó amenazador y se fue.
Vaya, ese enmascarado negro daba miedo, mejor no llevarle la contra.

Estando en los baños un largo rato traté de calmarme y pensar con la cabeza fría. No quería que me mataran, así que no volvería a ser ruidosa.
Tenía que pensar la forma de escapar, porque aunque no tenía donde ir si me iba, todo era mejor que quedarme aquí y ver morir a tantas personas.

Cuando volví a la estación de control, sin saber como me guie en ese laberinto, vi por las pantallas que todos los jugadores rogaban irse y se quejaban sobre lo peligroso del juego. 
Los entendía.

Al final decidieron que por una regla puesta en su contrato, iban a votar para irse o quedarse en mayoría. Pero antes de ello del techo se les mostró una alcancía donde se acumuló dinero contado por los muertos.

Tanto yo desde aquí y los jugadores allí, quedamos hipnotizados por  los billetes cayendo como lluvia, siendo tanta cantidad y tan...tan...brillantes.
Bueno, la tentación de querer seguir jugando estaba.

Al final, los votos dieron que todos se iban y aunque algunos protestaron que era injusto para los que querían seguir jugando, no hubo vuelta atrás y fueron llevados todos fuera del espacio con las camas.

Los triángulos en sus escritorios bufaron y se estiraron en sus sillas.

_ Ahg, yo sabía que no iban a durar nada. Ahora tendremos que esperar otro año para reclutar nuevos jugadores._ se lamentó uno.

_ Si, pero que se le va a hacer, cada vez las personas le temen más a la muerte que a sus deudas, ¿quien los entiende?_ replicó otro.

_ No se crean, la mayoría hace lo mismo, se victimiza al principio pero vuelven como perros muertos de hambre, donde huelen comida aunque los echen, se dan su tiempo para regresar con la cola entre las patas. _ rió otro y algunos se pusieron de acuerdo _ ¿Apostamos?Si vuelven,yo gano y me darán la mitad de sus sueldos, y si pierdo les doy mi sueldo entero de este mes._

_ Trato._ dijeron al unísono y se rieron entre los tres chocando sus manos.

Traté de aguantar la rabia que me dieron sus palabras pero fue imposible.

_ ¿Creen que esas personas son caballos por los que pueden apostar?¿Acaso se creen superiores solo porque están de este lado y no arriesgando sus vidas ahí?_ escupí molesta.

Todos giraron su cabeza en mi dirección y el trío de triángulo se me acerco a paso altivo.

_ ¿Qué dijiste?_ soltó uno que pude diferenciar que era el de la apuesta de los otros porque tenía una especie de cinta negra en su brazo. Ya que no podía ver sus marcas de numericas, por alguna razón no las mostraban aunque era su identificación.
¿Sería un líder o algo así? 

_¿Eres el nuevo?¿No?_ inquirió uno de los otros.
No respondí y oí la risa del líder.

_ Entonces creo que deberíamos dejar claro algunas cosas, que ambos seamos triángulos no nos hace iguales, así que te conviene cerrar tu boca, aquí soy el líder luego de el líder mayor._ señaló mordaz y empujó mi cara bajo la máscara con su dedo. 

_ Muéstrame dónde está escrito eso y obedeceré. O mejor, ¿deberiamos prefuntarle al tipo de negro? Dijo que si hacía algún escándalo me eliminaría entonces caerás conmigo, somos dos haciendo un escándalo. Por lo que  mejor guarda tus amenazas._ solté quitando su mano con brusquedad.

_ ¿Te crees muy inteligente? Entonces debería demostrarte quien de verdad manda aquí._ 

Me dio un puñetazo en el estomago que me dejó sin aire y me hizo caer al suelo.
Gemi del doloe pero resistí mostrarme afectada.

_ Ahí se ve quien es mas fuerte y quien no. Mejor mantente en tu lugar triángulo, no eres más que un corderito más._ se carcajeó.

_ ¿Deberíamos ver su rostro?Tengo curiosidad por quien es._ repuso uno.

_ Tienes razón, de cualquier forma morirá si sigue siendo así de insolente, salvemoslo de un peor castigo._ dijo el líder y se acercó a mi.
Mierda.





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