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Al otro día nos sacaron de nuestras habitaciones para que cada uno vaya a su lugar de trabajo.
Yo seguí en la fila de los rojos esperando al oficial Hwang, habíamos pactado vernos por la mañana e ir a buscar información sobre su hermano. 

En cuanto a mi decisión sobre qué trato iba a cumplir, aun no he podido decidir nada. No se como describir lo que me duele dudar, porque no quiero traicionar y entregar al oficial Hwang, pero tengo miedo a morir si no lo hago, en el fondo no tengo muchas esperanzas sobre nuestro plan de escape, si falla moriremos los dos. ¿Qué debo hacer? Mi vida es mi prioridad pero mi corazón no está de acuerdo con el precio de eso.

Dios...Es tan difícil,no pude pegar un ojo en toda la noche por eso y ahora me siento un zombie andante.

Sacándome de mis pensamientos siento tres toques en mi hombro que me hicieron girar sabiendo que era la señal. Me encontré con un círculo que supe era el oficial y lo dejé tomar mi mano para guiarme lejos de los demás. Eso no era parte del plan pero no me quejaba, su mano a pesar del guante era grande y firme, me gustaba su tacto.

Nos perdimos en los pasillos y de un momento para otro nos adentramos en ese ambiente de colores marrones oscuros y brillantes poco iluminados. Era como el camino al salón del enmascarado negro.
Y adivinen que, llegamos ni más ni menos que a ese lugar.

Yo me quedé estancada en la entrada y no me atreví a avanzar. ¿Y si nos descubre?Nos matará y yo a pesar de que no debería sentirme culpable por faltar a su confianza seré la peor.
Yo...yo…

_ ¿Ha-na?¿Qué sucede?_ inquirió el oficial extrañado.
Trague duro buscando la calma. 

Ahora recae en mi lo decepcionado que se sentiria el oficial al saber el trato que hice con el enmascarado negro. 
Debería decirle la verdad,quiero estar de su lado…

_¿Ha-na?_

_ No pasa nada, vamos._ mentí y me metí dentro sin mirar atrás.
Pero no puedo decirle, no ahora, no tengo el valor. Lo sé, soy la peor sin excusas.

Él me siguió y nos metimos en una de las habitaciones que daban como a un sótano apenas visible ante la oscuridad.
Prendió su linterna de celular y yo recordé que tenía el teléfono que me dió el cuadrado e hice lo mismo.
Me preguntaba como el teléfono del oficial resistía tanto sin gastarse la batería pero esas sería una pregunta sin respuesta. 

El cuarto estaba lleno de muebles altos con cajas y números que parecían años pegados en papel. 

_ ¿Qué es este lugar?_ quise saber.

_ Es donde están los registros de los jugadores._ 

_ ¿Crees que tu hermano ha sido un jugador?¿Y si es uno de los rojos?_ 

_ Está la posibilidad pero aún así debo confirmarlo. Busquemos dentro de las cajas, seguro encontraremos algo._ indicó y asentí comenzando a sacar las cajas y revisando dentro.
Había miles y miles de fichas de hombres y mujeres.

_ ¿Cuándo fue la última vez que viste a tu hermano?¿Como desapareció?_ 

_ El 23 de marzo del 2015, se mudó a Seúl y no se comunicó con nosotros desde entonces. Mi madre no le hizo caso porque él siempre fue dejado e hice lo mismo, pero en cuanto terminé la universidad quise venir a buscarlo pero no estaba. Sus amigos me dijeron que se había ido de viaje pero fue muy extraño. _ contó y encontrando la caja del año 2015 nos sentamos en el suelo para revisar.

_  Oficial, ¿cómo se llama tu hermano?_

_ Hwang In-ho._ respondió y se me prendió la lamparita.
El teléfono que tenía en mano pertenecía a ese nombre.

RED.Where stories live. Discover now