🐍Intimidad efímera🐍

242 18 8
                                    

🍋🍋🍋

Tira de ti para colocarte sobre él, con la piel expuesta sientes cada roce de sus manos sobre ti.

Draco había soñado estar contigo de esa manera cientos de veces, creyéndolo imposible, un fugaz deseo incapaz de perpetrar por obvias razones, pero ahí estabas, tan perfecta como siempre, como te recordaba, con los labios hinchados y las mejillas rojas.

Os separáis por falta de aire y él enreda sus dedos por tu cabello apartándolo de tu rostro.

- ¿Sabes una cosa? – te dice –

- ¿Qué?

- Siempre quise besarte. – confiesa –

- ¿Qué te lo impidió?

- Todo, pero ahora estas aquí, déjame tocarte. – te susurra esa última frase al oído, al mismo tiempo que desliza sus manos por tu espalda –

Parecía más una orden que una pregunta, pero su toque te ardía, cada célula de tu cuerpo gritaba por más y entonces te doblegaste sin oponer resistencia.

- Hazlo. – respondes con la mirada oscura –

Su sonrisa arrogante no tarda en aparecer y te devora. Vuelve a besarte, pero esta vez con más fuerza, te eleva sin apartarse de ti posicionándose arriba, no habías llenado lo suficiente la bañera como para que te ahogaras si te tumbaba.

Se separa colocándose entre tus piernas, aguardando unos segundos para admirarte, el agua te cubría, pero tus pechos sobresalían como una dulce tentación.

Desliza su mano por tu abdomen provocándote pequeñas descargas eléctricas hasta llegar a tu seno, el cual aprieta, gimes y cierras los ojos abrumada, esto era algo nuevo, nunca nadie te había tocado antes.

Vuelve a apretar hasta encontrar tu pezón, lo acaricia sobre el sujetador y contienes la respiración tratando de no hacer ruido, mientras araña la superficie de tu muslo con la otra mano.

- No te contengas, quiero escuchar tu voz. – dice presionando sus caderas contra las tuyas.

Sus músculos se tensan sobre ti dándote una buena vista, ¿Cuándo se había vuelto tan fuerte? Tira de tus caderas presionando su hombría contra tu entrada. El roce de vuestras intimidades os enciende a ambos.

- E-es vergonzoso. – gimes en un suspiro –

- ¿Vergonzoso? – se mofa – ahora mismo en lo único que puedo pensar es en quitarte esta maldita tela y follarte. – te da una estocada y tiemblas –

Tiras de sus hombros para besarlo de nuevo al mismo tiempo que ruedas sobre él para posicionarte encima.

- Y-yo también. – admites – pero cuando se nos pase el efecto del alcohol nos volveremos a odiar, no voy a darte el placer de tener mi virginidad Malfoy. – dices meneando tus caderas –

Se estremece debajo de ti y te tira del pelo para atacar a tu cuello.

- Siempre has sido una chica mala. – murmura contra tu piel –

- Y tú un arrogante. – aceleras los movimientos gimiendo sin poder contener tu voz –

Hunde su rostro en tu pecho clavando los dedos en tus caderas queriendo acabar, forzando la fricción al límite, escucháis pasos en el pasillo, pero no os detenéis, os falta poco, no podéis parar tan cerca del éxtasis.

Pocos segundos después notáis esa intensa ráfaga de placer que se extiende por todo vuestro cuerpo, provocando espasmos en vuestra piel. Draco tira de ti y te besa por última vez antes de que os encerréis en una de los cubículos del baño con vuestra ropa en las manos.

Escucháis a Percy Weasley entrar maldiciendo por el estado del baño, creyendo que ha sido el prefecto de Slytherin para vuestra suerte.

Murmura un par de insultos al aire, mientras recoge la botella de bourbon y vacía la bañera, poco después sale de los baños, pero aguardáis unos minutos más antes de salir de vuestro escondite.

No os dirigís la palabra, mientras os vestís de nuevo evitando el contacto visual. Caminas hacia la puerta, pero Draco te detiene agarrándote la muñeca.

- ¿Y ahora? – pregunta –

- ¿Y ahora qué?

- Nosotros.

- No hay ningún nosotros, cuando se te pase el efecto del alcohol serás el primero en querer olvidar lo que acaba de pasar. Soy una sangre sucia después de todo y eso mancharía tu perfecto árbol genealógico.

El momento de intimidad había pasado, los recuerdos del pasado volvieron como una tormenta para sembrar de nuevo la línea que os separaba.

- No te creas tan especial, lo que quería decir es que no debíamos decírselo a nadie, como has dicho no quiero manchar mi legado con tu sangre.

Se estaba defendiendo a sí mismo, levantando muros nuevos contra ti, contra lo que significabas para él, lo que acababa de pasar había sido un error, dejó que el alcohol le nublara el juicio y sus emociones tomaran las riendas de su cuerpo. Tanto tiempo reprimido lo hizo estallar y tú eras la perfecta manzana prohibida, su amor secreto.

- Entonces estamos de acuerdo, yo tampoco quiero manchar mi legado con tu sangre envenenada.

Lo enfrentaste de frente y os quedasteis mirándoos con el ceño fruncido unos segundos de más, quizás para memorizar el rostro del otro o para no salir de esa burbuja, solo vosotros, pero siempre hay que volver a la realidad.

Apartas la mirada con un ligero sonrojo al notar tu cuerpo todavía vibrante y sales de la estancia sin mirar atrás, mientras Draco te observa, como contoneas tus caderas, recordándole como estabas unos minutos antes gimiendo sobre él.

Esa noche fue dura para todos. Cuando llegaste a tu cama ya eran las 3 de la mañana y Hermione estaba llorando bajo las sabanas, quisiste preguntarle, pero si estaba escondida seguramente no quería que la molestaran.

Te quitas el vestido y los tacones antes de ponerte el pijama y esconderte bajo las sabanas de la cama como tu amiga. No podías creer lo que acaba de pasar, casi te acostabas con el mismísimo Draco Malfoy y lo que es peor, tuvisteis un momento de intimidad que sembró la duda en ambos, quizás no estaba todo olvidado y enterrado en el pasado.

- Te odio. – susurras contra la almohada con un sonrojo en las mejillas –

No queríais ni pensar en cómo afrontaríais el día de mañana.

Susurros venenosos. (Draco Malfoy x tú)Where stories live. Discover now