Susurros venenosos. (Draco Malfoy x tú)

🐍Año pasado🐍

En los siguientes años pasó más de lo mismo, ambos acababais en bandos diferentes en los que él era el villano y vosotros los héroes a ojos de los meros espectadores.

Pero tú sabías la verdad, te tomabas tu tiempo para observarle, y al final averiguaste que era así porque se sentía solo en un mundo rodeado de adultos que le decían que hacer y como ser.

Pero la línea que os separaba se fue volviendo casa vez menos clara cuando cumplisteis los 16 años de edad, una época adolescente donde las hormonas están a flor de piel.

Antes de poder contar como todo cambió, se debe saber como fueron tus encuentros con Draco Malfoy en los años anteriores.

La tienda de libros:

Os acababais de reunir todos en una tienda en la que un autor famoso de libros estaba firmando estos a sus fans, una de ellas era Molly.
Junto a los Weasley y Harry tenias la cara llena de hollín al igual que tu ropa por haber viajado al callejón Diagon por la chimenea de tu familia de pelirrojos favorita.

Dejáis que Molly haga cola, mientras os dirigis a la salida para esperarla fuera, pero antes de llegar a la puerta os encontráis con Draco.

- Te habrá encantado eh Potter. - se acerca a él bajando una de las escaleras de la tienda - El famoso Harry Potter, ni siquiera en una librería evitas ser el protagonista. - le escupe con desprecio -

- Déjale en paz. - le dice la menor de los Weasley, Ginny -

- Oh vaya Potter, veo que tienes novia. - le sonríe arrogante -

Lucius Malfoy entra en escena golpeando a su hijo en el hombro con su bastón, apartándolo.

- Eh Draco, se más amable.

Observas como al decirle eso su rostro lleno de arrogancia cambia a uno más bien asustado y por unos segundos demasiado largos para él te mira antes de apartarse.

Aprovechas que todos están distraídos con Harry y te escabulles con sigilo hasta Draco.

- Veo que tu padre te da miedo. - comentas en voz alta -

- ¿¡Q-qué?! - se sobresalta al notar de repente tu presencia - ¡No! Se llama respeto, que es muy diferente. Algo que deberías tenerle. - te reprocha mirándote de soslayo -

- El señor Potter - le extiende la mano - Lucius Malfoy, al fin nos conocemos. - se la estrecha y aprovecha para acercarlo a él - disculpa, tu cicatriz en una leyenda. - dice apartándole el cabello con su bastón - Al igual que aquel que te la hizo.

- Voldemort mató a mis padres - se aparta - no es más que un vulgar asesino.

- Has pronunciado su nombre, eres muy valiente o muy insensato. - le espeta -

- Temer un nombre solo incrementa el temor de lo nombrado. - interviene Hermione -

- Y tú debes de ser... la señorita Granger - mira a su hijo y luego a ella - Sí, Draco me ha hablado mucho de ti y tus padres, muggles ¿no? - le echa una mirada de desprecio - Y vosotros pelirrojos, mirada perdida, ajados libros de segunda mano, debéis de ser los Weasley.

Cuando a soltado todas esas palabras de desprecio a tus amigos sientes como se te hiela el corazón y tus ojos adquieren una tonalidad glaciar, era como si te lo dijera a ti, y eso que ni siquiera  se había dignado a mirarte.

- ¿Respeto? Mi respeto se lo merece más un cerdo revolcándose en la mierda que tu padre. - le susurras - Creo que te has olvidado de mí, es de mala educación no saludar a todos los presentes. - le dices a Lucius -

Este posa su mirada en ti y una media sonrisa aparece en su rostro.

- Lengua afilada, sigilosa como un gato y botas rojas, debes de ser _______ Kedward. Has crecido, pero sigues siendo hija de muggles.