✨💌«Seamos solo tu y yo ahora y siempre»💌✨

Capítulo 20 🎤

—¿Maletas?

—Listo.

—¿Llevas tu pasaporte?

—Si papá jaja.

—Tu identificación ¿Dónde la tienes?

—En mi cartera.

—Los papeles ¿Los guardaste?

—Los tengo aquí en la mano. —Los enseñé.

—A ver... Siento que algo falta... ¿El boleto del avión?

—Lo tienes tu, en tu mano derecha.

—Oh, es cierto. —Estiró su mano con el boleto.

—Tranquilo, tengo todo guardado para el viaje, no te preocupes. —Le dí leves palmadas en su espalda.

—Ojalá se te olvide algo en el camino para que regreses aquí conmigo. —él sonrió.

—Ay papá... ¡Prometo visitarte! Aún que tendrás que esperar para eso, no sé cuando tenga el dinero suficiente para volver...

—Yo te pago los boletos que quieras, pero porfavor regresa pronto, es injusto que vivas con tu madre.

—Jaja no quiero que gastes en mí, porfavor solo espera ¿Si?

—La última vez que te vi físicamente tenías solo 17 y ahora... Tuve que verte con 23. —Acarició mi rostro, parecía que iba a llorar.

—¡N-no llores! Si lloras yo también lloraré. —Se me cristalizaron los ojos— La verdad yo tampoco quiero regresar con Mamá pero el pobre Teru debe estar soportandola solo.

—No digas esas cosas feas a tu madre, sabes que se enoja muy fácil.

—De acuerdo. —Sonreí.

—¡_____, estoy aquí! —Mafumafu entró a la casa.

—Vienes muy pronto ¿No lo crees? —Reí.

—¡Es que necesito pasar todo el día contigo! Antes de que tu vuelo salga esta noche...

—Esta bien, no me molesta que estés aquí jaja. —Lo abracé.

—¡Hay muchos lugares a los que quiero ir contigo! —Correspondió mi abrazo.

—¿A dónde me quieres llevar?

—Amm, primero quiero que vayamos a comer algo rico, para empezar bien el día.

—Me parece perfecto. —Sonreí separándome del abrazo.

Mire a mi padre quien nos observaba felices. Me dirigí a él para abrazarlo y depositar un beso corto en su mejilla.

—Nos vemos en la noche ¿Si?

—Vayan con cuidado.

Mafu y yo salimos de casa en dirección al automóvil que estaba afuera, ambos entramos y casi inmediatamente él empezó a conducir.

—No puedo creer que mi prometida se vaya hoy. —Berrinchó.

—Jaja, prometida... Se escucha tan extraño ¿No lo crees?

—Mmm... Si, tal vez, pero está bien, ya que él amor de mi vida estará conmigo para siempre ¿Verdad que sí?

—Por supuesto que sí Mafu. —Acaricié su hombro— Ahora dime ¿A dónde vamos exactamente?

—Vamos a comer sushi, exactamente a un roller sushi jaja.

—¡Ooh! ¿Hablas de esos lugares donde el sushi pasa a lado tuyo y tú escoges tus platillos?