Capitulo 14

4 1 0
                                    

—Hijo...

Mi padre me abraza, estaba llorando desconsoladamente, se me había ido un amigo, Kyle estaba llorando y Kofu también lloraba por la muerte del jaguar, Comando y Max trataron, yo traté. Pero ninguno pudo cambiar su decisión.

Todos los de la habitación estaba llorando, tuve que informarle a Camila que habia fallecido Xian, me llama y me pide mostrarle, al ver que no era un chiste cae en llanto a mitad del aeropuerto. Yo que había comenzado a superarlo pero al verla destrozada y culpándose vuelvo a llorar.

Me acerco como puedo a los hermano dragón, estaban quejándose mientras caian lagrimas de su escamosa cara.

—¿Qué hice mal... que hice mal? —repetía Max en posición fetal.

—No... otra vez —se quejaba Comando tomando se cabeza.

Trato de acercarme a ellos pero escucho un grito de dolor por parte de Kyle, al ver a su amigo recostado en esa camilla, comienza a aullar mientras llora, los demás caninos de la aldea siguen su aullido por un buen y largo rato.

Todos esos aullidos cuando se calmaron, siguieron voces de los miembros del clan de Xian cantando al saber que uno de sus miembros había muerto, tarareando una melodía lenta, triste, melancólica. Al ver a su miembro se lo llevan, Kyle lo evita sujetando con fuerza y furia el cuerpo de su amigo.

—Por favor... es mi amigo, quiero estar con él.

—Solo miembros del clan de la niebla pueden entrar a la casa. Entendemos que tengas un gran lazo de amistad pero no puedes entrar.

Kyle asiente aun con lágrimas. No quería pelear por algo, simple como eso, conocía a su amigo y por ende a su clan no debía permitirse hacer un escándalo solo por eso.

—¿Alguien sabe donde están los cabellos del tigre? —pregunta Kyle

Absorbiendo mocos Comando saca una bolsa de plástico de uno de sus bolsillos y la abre, kyle la toma y huele profundamente, su cola se movía pero algo cambiaba en el tras cada aspiración.

—Ya vuelvo —dice el tomando su espada.

—¿A dónde vas? —le pregunta mi padre.

—Voy a usar mis dotes de canino.

Con esa última frase Kyle deja un remanente de sombras en su lugar, Comando y Max se asustan yendo detrás de él dejando los mismos remanentes, sus copias estaban inmovilicen su lugar solo que dejaron caer las hebras de pelaje del tigre, me acerco y las tomo, mi padre alarmado me dice que los persiga.

—Viejo, no manejo mi magia como ellos y hace tiempo no percibo otro olor que no sean de mi comida.

—Confía en ti hijo, eres un Beramara.

Me limpio las lagrimas y oliendo el pelaje, como era hace bastante tempo puedo detectar su esencia en el aire y sigo ese olor por la aldea hasta llegar a la puerta donde estaban los 3, sujetos por sangre viscosa evitando usar los remanentes para volver y aquella persona que mató a mi amigo.

—Yonesaki. Un gusto viejo amigo —escuchar su voz, ver su cara me acusaba repulsión.

—¿Qué? ¿Me vas a quitar su amistad también? Pang.

—Vengo a buscar a otras personas. Si me das a los demás exiliados los dejare vivir.

—¡Yone no lo hagas! —grita Comando mientras la sangre entraba en su garganta para evitar que si quiera balbuceara.

—Te los daré solo suéltalos. Están dormidos me tomará tiempo traerlos necesito su ayuda.

Pang libera a Comando dejando a Max y Kyle encerrados, el dragón lo mira y usando el remanente y algo de magia de viento vuelve con varios de los exiliados, unos 5 en total, pero no vuelve a buscar mas.

—Son todos, el resto se escapó de nosotros... y al parecer también de ti.

—Lagarto insolente. Me los llevaré, igual que el oso les diga lo fácil que es mostrarles una ilusión.

—Pang libera a Max y Kyle pero ellos seguían sujetos a esa masa sangrienta.

—Son todos Pang. De verdad no hay mas, suéltalos —espeto tomando mi espada.

Esta vez aleja su ilusión y veo como de verdad los deja libres, toma a los demás y se marcha. Comando me da un golpe y se va furioso hacia algún lugar volando, entendía que lo que hice estuvo mal pero.

—¡No quiero perder más de lo que ya he perdido! —grito golpeando el suelo. —Perdí a mi familia por toda mi adolescencia, perdí a mi maestra, perdí a muchos amigos, perdí mis memorias. Y ahora que recupero un poco de eso, me matan a otro amigo. No quiero perder a más gente.

Comando se detiene, baja y me extiende la mano. Al tomarla me ayuda a levantarme y me abraza. Su abrazo era cálido y luego siento sus lagrimas caer sobre mi hombro.

—Era una gran persona... un gran guerrero.

—Lo sé Comando, lo sé.

Sigue llorando por un largo rato, los Kitsune aparecen rodeando a alguien, una de ellas se quita la máscara revelando a un zorro de blanco pelaje con marcas de color azul en su pelaje.

—Señores guerreros, los demás se han ido a batallar a la zona de protección, varios monstruos han aparecido y están combatiendo pero alguien ha venido para darles una noticia.

Los Kitsune se apartan dejando ver a un pequeño gato, no era como los demás, caminaba a cuatro patas y tenía una cola roja.

—Caballeros —haba el animal con una súper gruesa voz. —, necesito a todos los guerreros disponibles, verán soy un Tengu de los protectores del bosque de cerezos, principalmente el que salvaron ese día.

Recuerdo ese día, pero la verdad nunca esperé que fuera a verse así un Tengu.

—Ya no me queda mucho tiempo en este plano, mi alma ya se va a ir, pero usaré lo que me queda de fuerzas para darles una ultima bendición.

Comando va y trae a mi padre junto a Kofu, el Tengu nos ve a todos nosotros pero parecía confundido.

—¿No falta alguien? Recuerdo que falta un jaguar, o un leopardo.

—Hoy... falleció.

El espíritu camina hacia nosotros y se acerca a Kyle quien le había informado. Su mirada era incierta, miraba con sus ojos verdes al canino y lame su pata.

—No puedo revivir personas, y menos si él rechaza la ayuda pero puedo decirle y hablar con él, no prometo nada. Por ahora antes de irme a todos ustedes, grandes guerreros. Osos de la familia Beramara, pequeño oso salvaje, Hermanos dragón y a ti pequeño perro. Les otorgó la bendición del Tengu.

El gato desaparece al terminar de hablar y los kitsune nos ven fijamente.

—Esperamos su decisión guerreros.

Tomando un plan rápido decidimos enviar a parejas, salvo por mí que iría solo, cada quien tomo un portal y al atravesarlo simplemente me quedó confiar en que estarían bien.

Exilio de la flor de CerezoWhere stories live. Discover now