Capitulo 19

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—Pang nos lo ordenó.

Esa frase me hizo volver a ese día, compré víveres, me siguió un perro, lo cuidé como necesitaba, volvi a la Aldea, me encontré con mi familia, como ellos necesitaban, ayuda un gran amigo como él necesitaba, le permití a unos amantes estar juntos como necesitaban, reparé una relación como mi hermano necesitaba.

¿Fue malo preferir tener esta vez un poco de egoísmo, en querer salvarla, en verlos juntos? ¿Estuvo mal? No lo sé, solo que no fue lo correcto, su memoria vivía en mí y así debía ser. Ya no estaban conmigo pero estarían en mi corazón.

Lucho contra la idea de despedirme una vez más de ellos me dolía en el Alma. Pero tenía gente por la cual seguir luchando y lo mejor. Era que yo no me iba a ir pronto.

Volteo viendo a Pang preparar una bomba de sangre y corro bloqueando la y le cambio la dirección hasta que esa esfera de sangre explota cerca de él. Mi hermano llega junto a mi madre y todos activamos la bendición del Tengu.

No sentía nada diferente luego de aplicarla, solo que podía entrar en ese estado de ira como el de mi padre. Y con eso bastó, ataques múltiples llegaron al cuerpo del tigre hasta que un sonido metálico detuvo las espadas de mi hermano y las mías.

--Les faltará más que eso.

Pang despertó sus últimas fuerzas. Logro repeler los ataques y aunque todos temíamos más fuerza el único capaz de herirlo era Kyle, su velocidad era insuperable, pero sus espadas apenas le hacían un daño considerable. Trato de igualar su velocidad pero mi peso me lo hace imposible.

Debía tomar otra alternativa, mi hermano y yo juntamos espaldas y activamos nuestra propia forma salvaje, con esto ambos teníamos más fuerza y algo más de velocidad logrando un golpe certero.

--Ataque de los hermanos ying —dice él.

--ataque de los hermanos yang —respondo yo.

Chocamos puños y volvemos a una distancia prudente y volver a atacar. Varias veces Pang lograba detenernos pero solo una espada, la otra penetraba su cuerpo dejando ver como cerraba su herida. Los dragones atacaban con sus garras impregnadas en energía elemental para cauterizarlas pero nada lo parecía afectar, fuego, ácido, hielo.

Cortes profundos, desgarres, Kofu logro acertarle un gran ataque con el tigre sacándole incluso heridas en sus órganos que fácilmente regeneraba.

—Gracias por hacerme liberar mi poder —espeto él atando nuestras patas y chocandonos. —No crean que esto es el fin.

Varios clones con su sangre fueron creados para cada uno, yo evité la formación de este y comencé a preparar una de mis posturas más fuertes, cerezos y hojas. No podía estar mejor.

-.Postura del viajero. Baile del cerezo.

Comencé a mover mis espadas, esquivaba sus ataques con gracia, no llego a darme ninguno mientras una gran masa de hojas y flores de cerezo comenzaba a dirigirme hacia él. Las flores tomaron forma de un gran dragón, Pang intenta esquivarme pero no podía, era peor seguir huyendo. El dragón cada vez se hacía más grande, su agilidad me sorprendía pero algo no le fue consiente.

—Liberacion espiritual. Grulla.

Kofu le clava sus dos espadas y le hace un corte amplio haciendo que sus piernas perdieran el equilibrio, Kyle se adelanta y le hace varios cortes en sus piernas para evitar que se recuperara.

—Forma fantasma, Cortes de ultratumba —grita Kofu

Los cortes habían sido en todo el cuerpo, sorprendido por el hecho de todas esas heridas, mi hermano lanza un par de sellos con sus espadas y de las heridas salen rayos de luces que logran cauterizar las heridas hechas por Kyle.

Exilio de la flor de CerezoWhere stories live. Discover now