Capitulo 3

289 20 1
                                    

Marina no sabía cuánto tiempo había pasado ya, de seguro un par de horas y no podía estar más aburrida, se movía incomoda en su silla sin saber que hacer mientras que Guru Clef seguía ahí en silencio revisando un libro tras otro. Siempre que trataba de hablar el levantaba su mano en señal de silencio así que no decía nada, solo seguía ahí mirándolo aunque en algunas ocasiones había tomado algunos libros para mirarlos rápidamente o se había levantado para dar una vuelta a la habitación, realmente estaba muy aburrida pero apreciaba el momento que estaba compartiendo con Clef.

Cuando regreso a Tokio en la segunda ocasión y se dio cuenta de sus sentimientos hacia el mago, trato de convencerse que solo era un enamoramiento de niña o simple admiración y logro creer que por fin había enterrado esos sentimientos en lo más profundo de su alma pero por algunos momentos aparecían en su mente sus ojos azules, esa mirada no podría olvidarla por más que quisiera y ahora que había vuelto a verlo, todo había renacido con mucha fuerza… lo amaba, de eso no le quedaba la menor duda.

Clef por fin había podido concentrarse un poco pero era inútil lo que hacía ya que con cada movimiento de Marina volvía a perder la concentración, definitivamente su trabajo no había rendido ni había logrado nada y eso lo hacía sentir muy molesto, se había estado controlando pero ya no podida mas, nunca fue muy paciente y aunque no quería ser grosero tenía ganas de gritarle a la chica, cosa que iba a hacer hasta que escucho un profundo suspiro salir de Marina.

-Estas bien? - No se resistió a preguntar intrigado sobre lo que estaría pensando Marina

-Si Clef, no te preocupes, dime, va todo bien con el trabajo? -

-No, la verdad es que no… Marina… -

-Diez centavos…-

-Porque… porque no vas con Caldina y Presea a ver tus vestidos, ya deben de estar listos-

-Tienes razón, iré con ellas ya que tengo muchas ganas de ver los vestidos, la ropa de Cefiro es realmente hermosa-

-Entonces ve tranquila, te veré en la cena-

Marina asintió despacio y le regalo una sonrisa a Clef para abandonar la habitación, el mago se sintió algo culpable por usar eso como excusa para hacer que se fuera pero por otro lado estaba tranquilo porque por fin podría trabajar en paz.

Por otro lado la guerrera del agua caminaba despacio por los pasillos del castillo, vio a Lucy dormida plácidamente sobre el hombro de Latis en una fuente y sonrió tiernamente ante la escena, su amiga se lo merecía después de haberlo extrañado tanto, cruzo su mirada con Latis y le regalo una pequeña sonrisa al espadachín antes de continuar su camino, de verdad estaba feliz de estar en ese lugar.

-Te veo mejor mi niña-

-Lo estoy Ceres, hablar contigo me hizo mucho bien… - Marina se detuvo y se recostó en un muro al escuchar la voz de su genio

-Siempre estaré cuando me necesites, lo sabes bien-

-Eso me hace muy feliz Ceres… siempre cuidas de mí y me escuchas, por eso me seguiré esforzando para disfrutar mi estadía en Cefiro aunque no se cuanto tiempo podamos permanecer aquí, es una razón más para no amargarme-

-Puedes permanecer en Cefiro el tiempo que tú quieras Marina, si es el deseo de tu corazón y tu fuerza de voluntad es fuerte puedes quedarte aquí para siempre, no tendrías que regresar a tu mundo jamás-

-Este es mi mundo Ceres… si es verdad lo que dices no tengo ni siquiera que pensarlo, en Tokio no me queda nada, mis padres eran todo lo que tenia y ya no están, no hay razón para regresar, quiero quedarme en Cefiro… Forever…-

Mi nuevo Cefiro 1Where stories live. Discover now