Ceres en su forma de dragón bajo de la montaña con Marina en su lomo y se ubico a la entrada del castillo, cuando llego a el lo primero que vio fueron dos siluetas acercándose rápidamente a él así que tomo su forma humana y sostuvo a Marina entre sus brazos.
-¡Marina! Ella está bien? Sucede algo?- Rafaga venia al lado de Latis y ambos miraban muy preocupados a la chica
-Creo que está enferma y muy débil, tiene mucha fiebre- Ceres respondió calmadamente aunque su mirada mostró lo preocupado que estaba –Que hacen ustedes dos aquí?-
-Cuando notamos que la tormenta se desató con más fuerza supimos que se debió al pilar, fuimos a la sala del trono y al no encontrar a nadie debieron esperar aquí, somos sus guardias de todo después-
-Latis tiene razón, nuestra obligación es cuidar del pilar de Cefiro, no debe estar afuera, hicimos mal en descuidarla-
-No es culpa de ustedes sino de alguien más, por qué no le preguntaron al mago dónde estaba Marina?-
-Guru Clef está encerrado en la habitación del trono y no quiso abrir cuando golpeamos- Latis respondió colocando una mano en la frente de Marina sintiendo la fuerte fiebre que tenia –Hay que hacer algo, está demasiado caliente-
-Quizás sea mejor llamar a las guerreras oa alguien que sepa que hacer- Respondió Ceres mientras ingresaba al castillo seguido de los dos espadachines
-Llamare al Caldina y le pediré su ayuda, necesita cambiar las ropas mojadas de Marina-
Ante el sentimiento de Latis y Ceres, Rafaga se dirigió a su habitación para traer a Caldina mientras los otros dos caminaban hacia la antigua habitación de la guerrera para ubicarla allí.
-Que es lo que le ha sucedido a Marina?- Pregunto Latis mientras miraba atentamente a la chica
-No está bien sentimentalmente y con la tormenta que cayó sobre ella su estado físico ha empeorado, ella no se ha cuidado como debe-
-Veo que sigue igual de terca-
Ceres solo asintió y unos momentos después Rafaga regresó en compañía de Caldina que se vio sumamente preocupada, saco a los tres chicos de la habitación y se dispuso a buscar un pijama y una toalla para secar a Marina y cambiar esa ropa húmeda. Afuera de la habitación los tres chicos esperaban en silencio hasta que Rafaga se atrevió a hablar.
-Creo que deberíamos ir por Guru Clef, el podría ayudarla con una poción-
-No, no quiero que el mago intervenga en esto ni que se acerque a Marina, ustedes dos son los guardias del pilar y como tal su deber es mantenerla a salvo de lo que le haga daño ya Cefiro-
-Pero Guru Clef no le haría daño- Rafaga miro al genio confundido
-Te equivocas, el mago es la razon por la que mi guerrera esta en ese estado-
-Cómo es posible?- Latis se impresiono mucho por eso
-Pregúntaselo a él mismo, pero mientras quiero que ustedes dos cuiden a ese lugar ya Marina, no permitan que el mago entre porque eso solo empeorará el estado de mi niña, él no debe entrar a este lugar y deben alejar a las personas un poco para que no la agobien, ella necesita descansar-
-Está bien Ceres, como dispones-
Latis y Rafaga hicieron una pequeña reverencia al genio aceptando sus palabras, lo sintieron por Guru Clef pero su deber estaba primero con el pilar y con el genio de Cefiro. Después de unos momentos la puerta de la habitación se abrió y Caldina les indico que entraran, ya había cambiado a Marina y la había recostado bajo las sabanas mientras colocaba algunas comprensas frías en su frente, entonces Ceres se acerco y sumergió sus manos en el agua y la llevo a la frente de Marina haciendo que brille de un intenso color azul.
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Mi nuevo Cefiro 1
RomanceEl corazón de Marina está roto, enamorada profundamente de Guru Clef. El gran mago se encuentra al borde de un colapso nervioso ante la probable destrucción de Cefiro que clama por su pilar. Decisiones que tomar y sentimientos que afrontar. Lograrán...