Capítulo 2

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Narra Skyler

Estaba cuestionando mí existencia justo ahora. Debía reconsiderar el nivel de compromiso que yo tenía con mis promesas. Por si seguía de esta forma algún día me iba a terminar metiendo en un problema más grande que en el que me encontraba justo ahora.

¿En qué momento me había hecho Susie prometerle algo así? No podía recordarlo.

¿Acaso estaba ebrio en ese momento? Imposible, nunca había tomado una sola gota de alcohol. A menos de que...¿Los chocolates envinados contaban? Agh, no lo sabía.

—No te muevas Skyler, harás que me equivoqué.

—Lo siento, es mi primera vez en esto.

—Todo saldrá bien si me haces caso y te relajas.

—No sé si es posible que pueda estar relajado justo ahora.

—No tienes que estar nervioso, me aseguré de cerrar la puerta con seguro. Incluso cerré las cortinas. Ahora cierra los ojos.

Obedecí y suspiré mentalmente. Susie tenía un sueño muy curioso, quería ser una estilista de moda. Incluso aunque estábamos en la preparatoria se había metido a un curso de maquillaje. Tenía tareas que cumplir y actualmente yo estaba siendo su modelo...Lo que no sería tan malo si no me estuviera maquillando como si fuera una chica.

Puede que parezca que estoy exagerando un poco. Con un buen desmaquillante no quedaría rastro de que había sido maquillado. El problema más grande era el vestido corto color rosa pastel que llevaba puesto y la ropa interior femenina que venía en el paquete. Al parecer solo así podía darle forma al pecho y mi bóxer sobresalía de la falda del vestido quitándole glamour a las fotos que tenía que tomar.

Por lo menos tenía la certeza de que nadie iba a verme a si y no iban a enterarse de que el chico modelo de la escuela se había puesto unas bragas y un brassier. La fría y repentina sensación de algo húmedo sobre mi cara me hizo dar un pequeño brinco.

—No abrás los ojos, puse un sellador de maquillaje para que el terminado quede mejor— me límite a asentir, aunque pudo haberme avisado y así no hubiera quedado como un tonto— ya puedes abrirlos.

Sonrió orgullosa con su labor y me tomó de la mano haciendo que me levantara. Me jalo hasta su espejo de cuerpo completo con una gran sonrisa. Cuando me mire, me quede perplejo. Ok, admitía que era vergonzoso, pero no podía negar su increíble talento para el maquillaje.

—Sorprendente, eres muy talentosa. Aunque seguro hubiera quedado mil veces mejor con una modelo que fuera una chica— mencioné arreglando un poco la falda del vestido para que se viera mejor. Era bastante volátil y  suave, a decir verdad daba un aire coqueto. Negué por qué esos no eran pensamientos adecuados a la situación.

—Puede ser, pero creo fielmente que no podría encontrar un modelo más lindo que tú— sonrió muy segura de sus palabras. Eso solo me puso bastante nervioso, yo no tenia rasgos tan femeninos...¿Oh sí?

—Agradezco el cumplido, pero no creo que el que me tomes fotos así me haga sentir muy cómodo— suspiré ligeramente mientras despeinaba el cabello detrás de mi nuca.

—Eso es parte del reto, ya verás que cuando termine contigo, no vas a reconocerte. Por eso también compré una peluca preciosa— sonrió mientras me ayudaba a ponerme los tacones que compro para el vestido— Cuando te la ponga nadie podría siquiera imaginarse que eres tú el de las fotos. Te lo prometo.

—Si logras que ni yo pueda reconocerme estaré sinceramente sorprendido— dije cuando me sentí un poco más alto— pero espero que terminemos pronto, esto es un poco vergonzoso.

¿Sabes algo? ¡Te odio!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora