¿Sabes algo? ¡Te odio!

Capítulo 7

Narra Skyler

Había salido huyendo de ahí; lo más rápido que pude correr dada mi no tan buena condición física, y en ningún momento me había girado. Estaba...¿Cómo debería decirlo?¿Alterado?¿Ofuscado? ...no...la realidad era que estaba avergonzado. Me detuve cuando sentí que estaba suficientemente lejos de cualquier encuentro con Mike. Pero no contaba con que me iba a topar con el profesor de inglés, el cual me robo unos 20 minutos de mi tiempo en el que no pude negarme a escucharlo. Al final termine comprometido a pensar en una manera de que el examen fuera más dinámico, más la presentación que ya tenía encima previamente.

Todo porque no pude salir de la escuela ya que no llevaba mi mochila conmigo. Tuve que volver a donde la deje escondida para tomarla; en el comedor de la escuela, porque no me fiaba de dejarla en cualquier lado para que se la robaran. Ahí la señora era muy amable y su hora de salida era más tarde por que se encargaba de que todo estuviera listo para el día siguiente. Lo cual era genial para mí porque así no me preocupaba. Le agradecí que me hubiera hecho el favor y ahora si me dirigí hacia la salida de la escuela.

Me colgué la mochila sobre el hombro como siempre, yo no llevaba una de dos correas, solo una que ponía cargar cómodamente de lado, ¿back pack le dicen? La verdad no tenía idea de cómo se llamaba, pero me gustaba. No como la mochila de Mike que cargaba piedras, negué con ese pensamiento. Lleve mis manos a mis mejillas, aun estaban calientes por lo que paso en el almacén. A mi no me gustaba ni un poco...pero entonces...¿Por qué me quede esperando que me besara? Mi celular empezó a sonar justo cuando esa pregunta había llegado a mi mente, lo saque de mi bolsillo y conteste.

—Hola cariño, ¿Saliste tarde de la escuela hoy?—di un pequeño brinco al oír esa voz y sonreí.

—¡Hola mamá! ¿Qué tal tu viaje? ¿Cómo es Paris? ¿Cómo va tu trabajo?—retomé mi caminar muy animado mientras hablaba, es que tenía varios meses que no la veía.

—Esas son muchas preguntas al mismo tiempo—Soltó una risa, mi mamá tenia la risa más bonita del mundo.

—Perdón...pero quiero saber ¿No es otra hora por allá?

—No, justo ahora es la misma hora que contigo—Me detuve y ladee la cabeza confundido, aunque ella no podía verme—Estoy en casa mi pequeño cielo.

—¡Oh cielos! Voy lo más rápido posible—Literalmente empecé a correr, es que esa era una excelente noticia. Seguro que llamo a papá primero y él había dejado cualquier cosa en su trabajo con tal de volver a casa pronto.

—Lo mismo dijo tú papá, pero quiero que vengan con cuidado, porque no quiero ningún accidente, ¿De acuerdo?—Asentí y luego recordé que no podía verme por medio de la llamada.

—Si, mamá, tendré mucho cuidado—Colgué la llamada antes de que me pasara algo por ir distraído.

Generalmente me iba caminando a casa, pero hoy decidí que quería tomar el tren, entre más rápido llegara mucho mejor. Así que corrí hasta la estación, que bueno que siempre cargaba mi tarjeta de estudiante. Era de los mejores, así que había ciertos privilegios especiales, como una buena cantidad de transportes gratuitos cada semestre. Yo los usaba solo para emergencias, justo como ahora.

Apenas si alcance a subir al tren, estaba algo lleno, pero nada que no pudiera tolerar...por lo menos hasta la otra estación. El tren se lleno demasiado, tanto que me recorrí hasta la puerta contraria, esperaba que dentro de 4 estaciones pudiera encontrar una manera de bajar porque si no me iba a terminar pasando de estación. Justo hoy tenia que pasar esto, saqué como pude mi celular para ver la hora, eran las 4:17 PM, por eso había tanta gente.

Suspire resignado, pero antes de que pudiera guardar mi celular sentí que alguien estaba tocándome el trasero, me tense al instante. Estaba tan lleno que no me podía girar, maldita baja estatura y cuerpo delgado. Ok, no había por que entrar en pánico, todo iba a estar bien. Podía ver los edificios pasar a través de la ventana, luego la típica campanita que avisaba que habíamos llegado a la siguiente estación.