The Secret

Capítulo 46: Los Potter

— Han salido rumores de que Sirius ayudo a lograr la fuga en masa de Azkaban por ser el único en haber logrado escapar de ella — dijo primero — él mismo ministro me ha mandado una carta de puño y letra pidiendo que expulse a la señorita Black y que la despida profesora.

— Lo entiendo, director... entonces... deberíamos... empacar — dijo, en tono de decepción.

— No he dicho que lo haré, profesora... Nunca tomo en cuenta las órdenes del Ministerio — explico, Dumbledore

...

Pasaron los días, los estudiantes esperaban la acción para cambio que tiene planeado el Ministerio, Ron y Pansy estaban muy felices ahora que compartían habitación, cada vez que tenían oportunidad se escabullan para ir a las tres escobas a tomar unas cuantas cervezas de mantequilla.

— Me enteré de que Hermione le pidió a McGonagall que les pidiera a los profesores que la llamarán con su nombre real, ¿es cierto? — comento, Pansy mientras esperaban la orden.

— Al fin entro en razón... Harry no le gustaba que se siguiera llamando Granger pues sentía que estaba despreciando a su padre — explico, Ron.

— Yo hubiera entrado desde un principio con el apellido Potter es menos drama — confesó, Pansy.

— Lo mismo le dije, pero no estaba preparada... es Hermione, debe ser duro para ella. — dijo, Ron.

— Tienes razón... — sonrío, Pansy — tengo que ir al baño, no me tardo — agrego levantándose del asiento.

— ¡Espera! — la detuvo antes de se acercará a la puerta

— ¿Qué sucede? — pregunto, Pansy.

— Nada... — la dejo entrar a los baños

...

En el castillo Lynne estaba a punto de recibir una broma de parte de Fred, estaba por tomar una ducha, abrió la regadera para dejar salir agua, pero en su lugar eran serpientes, la rubia se envolvió en una toalla mientras salía corriendo y gritando que había reptiles en su baño.

— Lovegood, no deberías salir en toalla... — dijo, Zabini al mismo tiempo que la tapaba con la toga de su propio uniforme — ¿Qué dijiste que había en tu baño? — pregunto.

— ¡Serpientes! — dijo aún exaltada.

— Vamos a ver... — Zabini subía las escaleras para llegar al área de prefectos.

Lynne decidido esperar a su compañero en la sala común donde estaba a salvo de las serpientes, pero todos los hombres que se encontraban ahí la miraban de arriba abajo, eso hizo que subiera las escaleras para alcanzar a Blaise.

— ¡Blaise espérame! — grito mientras subía las escaleras lo más rápido posible.

— ¿Dónde dijiste que estaban las serpientes? — pregunto, Blaise que se encontraba dentro del baño

— En la regadera... justo ahí — señalo el resumidero.

— Lovegood, no hay nada — aseguro, Blaise.

Lynne se acercó mejor a la regadera y evidentemente no había nada.

— Creo que te estas volviendo loca... — se burló, Blaise — o...

— ¿O qué? — pregunto, Lynne.

— O solo querías mi atención y que te viniera ayudar — comento, Zabini y eso hizo reír a la rubia.

— ¡Largo de mi habitación! — exclamo, Lynne — tengo cosas que hacer...

— Tendrías que vestirte primero, ¿no crees? — se burló, Blaise