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Beomgyu odiaba los lunes, porque eso significaba que empezaba otra semana escolar. Otra semana que tenía que sobrevivir, aguantando las burlas y comentarios de sus compañeros.

Siempre se sentaba en el mismo asiento, en una esquina al fondo del salón. Era el lugar perfecto para pasar desapercibido, aunque algunas veces no resultaba como esperaba.

Nunca habló con alguien sobre lo que pasaba en la escuela, no se lo dijo a un amigo porque no tenía uno y no se lo dijo a su madre porque temía preocuparla.

En la hora del receso él siempre se quedaba ahí, sentado, sacaba su lonchera donde traía su refrigerio y comía solo, sin nadie acompañándolo.

El día iba bien, nadie se acercó a decirle algún comentario irrespetuoso o hacerle bromas respecto a su discapacidad visual.

A la hora de la salida, se quedaba sentado esperando a que todos los demás se retiren. Cuando ya no hacía ningún ruido, supuso que ya no había nadie, entonces cargó su mochila en sus hombros y tomó su bastón que estaba a un lado del escritorio. Después, caminaba hasta la puerta con mucho cuidado. La rutina de siempre.

Kang Taehyun era silencioso y era en verdad, el último en salir, porque se quedaba en el salón aguardando a que Beomgyu ya estuviera listo para irse. Una vez que lo veía salir, lo seguía en silencio hasta la puerta principal de la escuela y esperaba con Beomgyu al auto que siempre pasaba a recogerlo. Solo entonces, Taehyun regresaba a su casa.

Esa rutina de Taehyun podría parecer un poco espeluznante, pero para él, era solo asegurarse de que su bonito compañero del cual estaba enamorado desde hace dos años, regresara a casa a salvo.

BONITO-Taegyu [Completo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora