Estado de Limerencia: Obsesivo y Peligroso +21

Capítulo 2

Viaje al pasado.

Diez años atrás.

23 de marzo 2012.

Despierto gracias a los gritos de mamá que por más que trate de omitirlos colocándome una almohada en mi cabeza no puedo porque se la pasa gritando hasta escucha que le respondo de vuelta.

- ¡Ya mamá, estoy despierta no tienes que seguir gritando! – Le respondo de la misma forma, para que me escuche dado que ella se encuentra en la cocina y yo en mi habitación.

Quedarme despierta hasta tarde leyendo cuando al día siguiente tengo clases no es lo más recomendable y mucho menos bueno para la salud, aun así seguiré haciéndolo porque me encanta los mundos que puedo descubrir cada que abro un libro o enciendo mis aparatos electrónicos para leer.

Quito la almohada de mi cara lanzándola a los pies de mi cama mientras me siento, estrujo mis ojos quitando las lagañas en lo que un bostezo involuntario sale de mi boca. Salgo de la cama y mientras camino el short que tengo decide meterse entre mis nalgas logrando que mi caminata hacia el baño sea incómoda. Abro la puerta y me meto directo a la ducha, enciendo la llave regulando el agua a temperatura media, una vez esta como quiero procedo a bañarme.

Me apresuro a salir de la ducha nuevamente por los gritos de mi mamá diciendo que voy a llegar tarde. Me coloco una toalla alrededor de mi cuerpo después de haberme secado, me encamino a mi armario y una vez frente de él con las puertas abiertas empiezo a vestirme, poniéndome mi ropa interior y el uniforme, el cual consiste en un pantalón que me queda ajustado al nivel de mis muslos y una camisa color azul con el logo del colegio que se encuentra en el lado izquierdo justo a la altura de mi pecho.

Una vez lista voy a la cocina, antes de que a mi mamá se le ocurra volver a gritar, bajo las escaleras y al llegar al último escalón la encuentro del otro lado de la isla, donde se encuentran las hornillas, frente a ella se encuentran dos platos, uno con más de seis hot cake y otro que está cerca del borde sobre un mini tapete con cubiertos a los lados. Cubiertos que no uso mientras estoy en casa y causa que mamá me reclame y me dé una charla sobre la importancia de los modales en una mesa.

Cuando termine de desayunar, regreso al baño para cepillarme los dientes, colocarme perfume y tomar mis cosas para irme al instituto. Salgo y cierro la puerta de la casa, y comienzo mi caminata diaria de cinco minutos hacia la parada del autobús que es solo para estudiantes del colegio al que asisto, al llegar, espero otros diez minutos hasta que lo veo detenerse. Una vez dentro de esté me siento en la ventana admirando el paisaje, al ser temprano, puedo ver cómo las familias que se encuentran en sus casas se preparan para ir saliendo a sus respectivos lugares.

***

Es súper tarde, el ensayo se alargó más de la cuenta, haciendo que me perdiera la cena con mis padres, cena la cual hacíamos juntos todas las noches sin excepción alguna, sólo que en este día es especial debido a que mi padre regresaba de viaje después de una temporada fuera de casa, me despedí de mis compañeras alegando que ya era tarde y debía llegar a mi casa pronto sino mis padres se podrían preocupar.

En el camino, voy pensando en cómo explicarles que el ensayo se demoró por culpa del retraso del maestro y como el director de la escuela de danza lo retuvo una hora más encerrado en su oficina para una charla, como si este no pudiera esperar a que se terminara la clase.

Llego a la puerta de mi casa, introduzco la llave y quito el pasador, abro la puerta y me encuentro con la casa a oscuras, escucho voces en la oficina de papá, dos de ellas me son familiares pero la tercera me es desconocida. Lentamente me acerco para escuchar y saber el motivo de la discusión. Cuando estoy apoyada con mi ojera en la puerta, escucho claramente como la voz desconocida dice.