Capítulo 8

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16 de marzo de 2022.

Suelto gemidos mientras él sigue disfrutando de mí, succiona, muerde y lame cada espacio disponible de mi vagina, su lengua entra en mi canal dándome más placer, la venda en mis ojos no me permite observarlo como me encantaría, es el mejor sexo oral que he recibido en toda mi vida. Mis manos están amarradas al cabezal de la cama, mi respiración es errática, mi sudor recorre todo mi cuerpo, una de sus manos mantiene mi pelvis quieta mientras la otra juega con mi canal vaginal y con mi ano.

— ¡Dámelo ahora, Reina mía! — su dura voz, cala en lo más hondo de mí.

Mi cuerpo le responde como si fuera de él, dándome un orgasmo que me lleva hacia la oscuridad, mi garganta está seca, mi entrepierna húmeda y mi respiración es profunda.

—Que espectáculo eres, Reina — la adoración en su voz hace que mi vientre se contraiga y mi deseo se reavive — Voy a darte tan duro que nunca podrás sacarme de tu sistema, quedaré tan marcado en tu piel que tu cuerpo reconocerá a su amo cada que...

Despierto con el corazón agitado, con sudor recorriendo mis pechos y mi entrepierna húmeda y palpitante con ganas de más, mis labios y garganta están resecos, como si en verdad yo lo hubiera presenciado, cuando solo fue un recuerdo de la mejor noche de mi vida.

Respiro profundamente y me muevo tratando de aliviar mi cuerpo, aun cuando sé que cada que recuerdo esa noche tengo que aliviarme de otra forma. Abro mi gaveta, saco un pote de lubricante y mis vibradores en conjunto con un condón.

Una vez desnuda, recorro mis manos por mis senos, apretandolos y jugando con mis pezones, imaginando que él me está observando y que fue él quien me pidió que jugara con mi cuerpo. Lentamente bajo una de mis manos y empiezo a rozarla con mi clítoris y mis labios vaginales, hago movimientos circulares lo más lento que puedo acompañado de mi pelvis y luego introduzco dos de mis dedos utilizando la humedad que se encontraba.

Saco mis dedos y agarro el lubricante, coloco un poco en mi mano y comienzo a jugar con mi ano y mi canal vaginal, intercalando mi placer mientras sigo tocándome el clítoris, tiempo después cuando siento mi ano preparado, abro el condón y lo introduzco en uno de mis vibradores. Agarro el otro y empiezo a introducirlo lentamente, los gemidos que suelto son audibles, más no me importa si los vecinos me escuchan. Cuando el vibrador está adentro el placer es inmenso y lo enciendo, logrando que la otra parte haga contacto con mi clítoris, mientras lo saco y lo meto.

El vibrador con el condón, lo introduzco poco a poco en mi ano, creando la dilatación adecuada, cuando los tengo a los dos dentro, me siento llena y utilizada, como me gusta, alterno mis vibradores mientras uno sale el otro entra, hasta que ya no puedo prolongar mi orgasmo y este me golpea haciendo que libere mi presión y moje la cama en un squirt.

***

Despierto debido al sonido de la puerta, trato de ignorarla arropándome y dando la espalda a la ventana, pero la persona del otro lado no entiende la indirecta por lo que me levanto de la cama tratando de no caerme, me coloco una camisa de Brend que me queda como vestido, sabiendo que en lo que atienda al invitado no deseado volveré a la cama.

El valle de mis senos queda a la vista y mi pubis igual a pesar de que con mis brazos trato de mantenerla unida, mientras restriego mis ojos y abro la puerta la claridad golpea mi rostro lo cual hace que mantenga mis ojos cerrados, el perfume del no deseado llega a mi sentido del olfato en conjunto con su mirada, sabiendo que me está detallando y que a mí no me importa le doy la espalda dejando que entre a mi hogar.

—Si así me vas a recibir cada vez que vengo a tu casa, tendré que volver a venir más seguido — la voz de Brend me hace despertar.

— ¿Se puede saber porque interrumpes mi preciado sueño? — La irritación en mi voz es palpable.

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⏰ Última actualización: Sep 25, 2022 ⏰

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Estado de Limerencia: Obsesivo y Peligroso +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora