Capítulo 3

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Pasado.

Nueva vida.

19 de abril de 2012.

Ha pasado tiempo desde que me entere que soy producto de un incesto, mis padres han tratado de hablar conmigo pero yo simplemente los evito, llevo sin hablar con ellos desde lo que pasó en el despacho de papá, como muy poco y luzco pálida. Mis notas no han sido lo que se esperan y mis profesores empiezan a hacer preguntas, he faltado a mis clases de danza, mis amigos tratan de saber que sucede pero yo no les digo nada.

Termino de recoger mis útiles y salgo del salón, las clases terminaron por el día de hoy y antes de subir al autobús que me lleva a mi casa, desvío mi mirada encontrándome con la de mi abuela, Cristal Brignes, me quedo paralizada sorprendiéndome de que sepa donde estudio.

Después de aquel fatídico día, ella ha estado visitándome constantemente. Nos hemos estado apoyando mutuamente y en el proceso conociéndonos. Nuestras conversaciones al inicio eran muy incómodas y se limitaban a lo básico, sin embargo, con el tiempo fuimos rompiendo esa capa hasta convertirla en una más llevadera.

Ella al ver que la veo empieza a caminar hacia mí con una sonrisa y pasos firmes y seguros, esta vestida con una blusa blanca suelta con abertura en v, un pantalón de tela color negro ajustado en los lugares correctos que le llega hasta los tobillos, unos tacones rojos y un sobretodo que combina con los tacones debido al frío que hace el día de hoy. Una vez frente a mi ella habla.

- Hola, mi pequeña.

- Hola, Cristal.

- Sé que esto debe ser sorpresivo para ti, pero quiero hablarte de una idea que tengo y no quiero que ellos escuchen.

- Vale – Digo de forma dudosa – ¿Qué es eso de lo que me querías hablar?

- Prefiero que lo hablemos con calma en otro lugar, ¿te parece ir a tomar un Frappé?

- Me encantaría.

***

Después del viaje en auto y una pequeña charla de cómo estaba todo en donde nos pusimos al día, ya que llevaba cuatro días sin verla. Llegamos a una pequeña cafetería, los colores pastel resaltan el lugar, mesas de madera se encuentran ubicadas estratégicamente, una de las paredes tiene una estantería la cual está llena de libros, es pequeña pero muy acogedora.

Nos acercamos a la caja, hacemos nuestros pedidos y nos sentamos en una mesa que está en una esquina, ella se coloca de espaldas a la puerta y yo con vista a ella, hay muy pocas personas así que no tenemos necesidad de hablar tan alto.

- Bien, ya estamos aquí. ¿Podrías, por favor, decirme tu idea? – Digo, ya que mi curiosidad está presente.

Cruzo mis brazos sobre la mesa para escucharla, estoy intrigada y me siento un poco sucia, sin embargo, no dejo que esos pensamientos que he tenido desde que descubrí todo se apoderen de mí porque no los necesito en este momento y me centro más en escuchar atentamente a Cristal.

- Primero déjame contarte mi historia. Conocí a tu padre...

- Él no es mi padre – Digo interrumpiéndola.

- Si, lo es. Te crió formándote en lo que eres actualmente, eso hay que agradecérselo, ¿quieres saber lo que te voy a decir? – Me dice con voz fuerte, muevo lentamente mi cabeza diciendo que sí porque no tengo ganas de discutir y estoy más interesada en oírla a ella – Bien, entonces no me interrumpas.

- Como decía, conocí a tu padre Maximus a los quince años, ese día mis padres me obligaron a ir a una reunión con ellos en donde estarían muchos inversionistas pero el que a ellos les interesaba era el padre de Maximus con quien ellos querían hacer negocios. En aquellos tiempos si bien muchas mujeres escogían su propio camino y tenían más libertad, muchas otras seguíamos teniendo padres con pensamientos mucho más conservadores. Por lo que ignorando mis deseos mamá me arreglo y mientras lo hacia ella me iba dando instrucciones, diciendo que no lo arruinara que esta reunión era muy importante y que de allí dependía mi futuro, una charla un tanto fastidiosa a la cual sinceramente no le presté atención.

Estado de Limerencia: Obsesivo y Peligroso +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora