Su Alteza (Lemon) 👀

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Estaba realmente orgulloso de lo que habíamos conseguido, pero mucho más de Luca. Había demostrado ser la persona que yo tanto admiraba y amaba ante todo su pueblo, quien podría estar tranquilo con él gobernando. Su felicidad era todo lo que necesitaba para tenerla yo, y yo iba a estar a su lado siempre.
-Enhorabuena. - le felicité cuando por fin estuvimos a solas. - Creo que eres la mejor persona que he conocido.
-No creo, - rió. - eso es porque no te has conocido a ti. - me abrazó inesperadamente de forma suave, era tan cálido que quería morir allí mismo entre sus brazos.

La gente ya estaba volviendo a su rutina en el palacio mientras que algunos pocos junto a mí ayudábamos con los preparativos de la ceremonia de coronación. Luca había pedido que fuera algo simple, pero logramos convencerle para que hiciera la fiesta en su honor que se merecía. Sería un evento que duraría toda la noche y todo el pueblo estaba invitado.
Se preparó en gran salón justo para ello y se pregonaron las invitaciones. Casi parecía un cambio de época en la historia.

Aproveché que iba a repartir invitaciones para saludar a mis antiguos vecinos, entre ellos la señora mayor que tanto me apreciaba.
-Espero que te cases pronto con el joven. - rió, haciendo que se me saltaran los colores.
-Sólo un milagro haría que eso ocurriera.
-Los milagros existen, Alberto. Y se llaman "recibir lo que mereces". - dijo antes de marcharse. Es una frase que nunca olvidaré.

Volví a palacio para prepararme. La ceremonia empezaría en una hora y aún no sabía qué me pondría. Me acerqué al armario y vi la ropa que me prestó Luca en su día y no pude evitar sonreír. Había sido tan especial para mí desde el principio, sin siquiera conocerle; que cuando tuve la oportunidad sólo me podía gustar más y más.
-¿Se puede? - dijo abriendo la puerta despacio.
-¿Qué haces aquí? - me sobresalté. - ¡Deberías estar preparado!
-Shhh, baja la voz. He venido porque a última hora se me ha ocurrido... Una proposición... - dijo cerrando la puerta y acercándose a mí.
-¿Una proposición?
-Creo que deberías gobernar a mi lado, al fin y al cabo eres parte de todo esto. Sin ti no hubiera llegado a nada.
No daba crédito a sus palabras. En cierta forma me estaba pidiendo...
-¿Lo dices enserio? No sé si estaría a la altura... Yo no me he educado para ser rey ni mucho menos como tú. Esperaba ayudarte y mantenerme en la sombra...
-Yo creo que lo harías genial. - dijo sonriendo dulcemente y cogiendo mi mano. - Además eres mi...
Hubieron unos minutos de silencio en los que mi corazón estaba realmente acelerado. Necesitaba una respuesta, el final de esa frase.
Luca se puso rojo como un tomate y agachó la cabeza para ocultar su rubor.
-Mi prometido... -dijo con un hilo de voz que de milagro logré escuchar. ¿Acababa de oír bien? Sin quererlo me había propuesto matrimonio y yo realmente no sabía qué decir. Me parecía tan repentino y aún así solo quería decir que sí. Sentía como si le conociera de toda la vida, como si ya nos conociéramos de antes, y me parecía no necesitar más tiempo para saber que quería pasar el resto de mi vida a su lado.
Asentí con una sonrisa y acaricié su pelo, para abrazarle a continuación suavemente. Estuve así, en el cielo; por un par de minutos más hasta que recordé que teníamos que prepararnos.
-Luca, la gente te espera. Debes irte. - se separó de mí y aún seguía ruborizado, y sin mirarme a la cara asintió. - Pero prométeme que no dirás nada de esto. No quiero quitarte el protagonismo. Hoy es tu día. - me acerqué a su oreja y susurré:- Ya nos casaremos.
Como era de esperar pude ver lo rojo que estaba, pero no pude evitar reírme. Dejó mi habitación sin decir nada más y cerró la puerta.

Por algún motivo yo también estaba nervioso. Era la segunda vez que iba tan bien vestido y estaba rodeado de muchísima gente, la gran mayoría de etiqueta también. Avanzaba entre la multitud que estaba expectante de que luca subiera al altar, decorado con una alfombra roja y flores por todas partes.
Cuando por fin salió, radiante y sonriendo como siempre; todos empezaron a aplaudir. Sentía que de verdad le querían ahí y estaba orgulloso de ello.
Tras un breve discurso y los votos le nombraron rey y pusieron su nueva corona sobre su cabeza. La multitud aplaudió aún más y anunció el comienzo de la fiesta, pudiendo beber y comer a su cargo todo lo que había en las mesas. La orquesta empezó a tocar para animar aun más la fiesta y algunos fueron a bailar. Yo no supe que hacer y me dediqué a buscar a Luca, pero ya no estaba en el escenario y no le encontraba entre tanta gente.
-Hey. - me sobresaltó poniendo una mano en mi hombro. Pude sentir mis mejillas arder en cuanto le vi tan cerca y con esa sonrisa tan enternecedora. - Ven conmigo.
Me cogió de la mano y me llevó fuera de la sala, hacia un balcón alejado del ruido y la multitud. Sentí mi corazón acelerado por segundos al estar juntos de nuevo.
-Lo has hecho genial- le felicité. -. Vas a ser el mejor rey, de verdad.
-Vamos, ¿recuerdas? - dijo sonriendo y cogiendo mi mano de nuevo. - Empezamos esto juntos y seguiremos juntos en ello. No me voy a llevar todo el mérito cuando tú eres mi esposo.
Su carita sonrojada me hizo sentir aún más ternura y no pude evitar sentir el impulso de besarle. Cogí su cara delicadamente y acaricié su mejilla antes. ¿Podía ser más feliz?

✨SU ALTEZA✨ (AU luca) Where stories live. Discover now