¿Creíste que era el final? Apenas esta comenzando. Lo que al principio parecía una luz que guiaba a un final feliz se convirtió en una oscuridad ahogada que podría poner en riesgo un amor como el de ______ Miney y Joel Pimentel, tantos secretos, tan...
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— ¡No me toques! — reprimí cuando ella me tomo del brazo.
El auto se estacionó en una finca, no estaba nerviosa en lo absoluto pero debía admitir que mi caja torácica se contraía en mi pecho haciéndome polvo el corazón, podía matar a todos en ese momento con la cantidad de ira retenida en mi pecho, con el dolor que me había convertido de nuevo en ____ Mancuso, pero preferí guardarme todo eso por la seguridad de mi princesa, mi chiquita, por la seguridad de la única persona que no debe ser lastimada en todo esto.
Camine despacio dentro de la finca a pasos lentos, con la cabeza en alto como mi padre me enseño — una serie de imágenes lleno mi mente, estaba caminando tan segura como mi padre lo hizo aquella vez que me presento en sociedad, como si nada fuese a pasar, como si fuese intocable, como si tuviese el total control de todo — mis ojos tardaron a acostumbrarse a la poca iluminación que hubo una vez dentro, era una casa abandonada y en muy mal estado, ventanas rotas, un olor putrefacto y esa melena rubia sobre saliendo de la maldita semioscuridad.
— ¡¿Dónde esta la niña?! — cuestione lanzando ambas maletas.
Ella ríe como una maldita desquiciada, — ¿Esta completo?
— ¡Max! — logre gritar antes de poder ver a la rubia a un lado de ella, — Wilson... ¡¿Que tiene que ver Wilson en esto?!
Se encoge de hombros, — Esa pequeña mocosa estuvo metiendo sus narices donde no la llamaron.
Camine a pasos lentos hacia ella, la mano de Samantha se poso con fuerza sobre mi hombro —suspire — me gire para mirarla por unos segundos, segundos en los que tarde para que mi puño de estrellara contra su rostro, la sangre lleno mis nudillos cuando ella se tambaleo al suelo cayendo de forma dramática.
Sonreí de lado, — Tócame de nuevo y te mato.
Cuando me gire solo pude ver el arma apuntando a mi, me carcajee, que truco mas barato; mi pierna se elevo lanzando el arma lejos de ella, a pasos rápidos me acerque a ella y la tome del cuello lanzándola al ventanal frente a mi el cual se reventó con su peso haciendo que la luz entrara, ella se levanto y sentí el vidrio cortar mi rostro cuando me golpeo con el puño, suspire viendo la sangre caer de mi mejilla.
De reojo vi la melena rubia de un chico desatar a Ma y susurrarle algo al oído ¿Quién era él? ignore al chico por completo cuando la vi dar pasos lentos hacia el arma a un costado de ella, no tenia idea de que hacia pero se que lo hará bien.
La mire y le sonreí, — Era fácil, me dabas a la niña y la fiesta quedaría en paz pero lo jodiste.
— No me amenaces, perra... — dice acercándose a mi, —que no se te olvide que tengo a tú hija.
Rei, — ¿Tu la tienes a ella? Cariño... — susurre viendo a Max apuntándole a sus espaldas, —Ella te tiene a ti.
