Capítulo 6. ¿Por qué?

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El juego de cartas en la que la vida de uno estaba en riesgo titubeo... ¿trampa?... no, jamás vio una forma de chantaje ni una carta oculta... ¿o simplemente estaba dispuesto a perder por un capricho?... no para nada... o tal vez, solo trataba de negar lo que ya sabía...

Algo estaba claro... los dos sabían lo que sentían solo que trataban desesperadamente en no reconocerlo... por miedo... ¿a qué? No lo saben, solo tienen claro que cayeron en la trampa del vicio del juego que ambos planearon a este punto hubieron preferido jugar ajedrez y no cartas...

¿Por qué el beso?, ni él lo sabía... pero la desesperación que sintió en ese momento cuando Shigaraki le dijo que buscaría a alguien más, lo ponía enfadado y triste a la vez, no lo amaba, ¿entonces por qué? se repetía la misma pregunta una y otra vez

Se sentía tan poco cuando Shigaraki prefería a alguien más que a él... pero... eso sería darle la ventaja... y dar el ganador del juego.

Izuku se alejó con las mejillas rojas de la vergüenza por el beso que Shigaraki le dio... su primer beso y no se arrepentía... el cosquilleo de sus labios le daba a entender muy bien que llevaban un rato ya besándose

"No quiero que te arrepientas por esto después mocoso" fueron las palabras que taladraban la mente del pecoso... arrepentirse... no, su conciencia estaba bien con eso... pero saber que se había doblegado a él, eso sí que no se lo perdonaba

Odio... eso era lo que le tenía a los alfas, pero a Shigaraki... si admitía que era un alfa estúpido sin una pisca de tacto para las cosas, pero por alguna extraña razón lo aguantaba... los cambios de humor repentinos, sus mimos que inconscientemente le da, que se comportara como todo un niño, pero también que le regalara un sin fin de cosas.

Desde flores, hasta animales... muertos por supuesto... pero tal vez lo que más adoraba Izuku era esa forma de restregarse en busca de cariño o que juegue con la cola de Izuku para llamar la atención del pecoso, un gato extremadamente grande y letal pensaba el pecoso al verlo tan entretenido cazando la cola de Izuku cuando estaba en su forma animal...

Otra de las cosas que le encantaba ver al pecoso era su forma seria e indomable y que al estar con el aparezca su lado más tierno desde ronroneos sutiles hasta intentar convencerlo que lo deje entrar a su nido, cosa que Izuku no lo deja por nada del mundo.

Pero al fin de cuentas los dos no se daban cuenta que los dos eran sumisos cuando estaban solos... al comienzo eran sus animales internos... pero ahora ese sentimiento ya lo portaba la parte racional de los dos, sus animales internos ya no hacían nada, eran ellos que ya habían caído bajo la trampa

Si puede ser muy apresurado, pero había algo que los atraía, parecía como si se conocieran de toda la vida... incluso parecía como si los dos se complementaran solo con la presencia de ambos, como si se hallan esperado toda la vida para tenerse.

Izuku odia a los alfas, ¿por qué?, la respuesta era simple, el de ante mano sufrió a manos de ellos y sabia las cosas que esa casta hacia los omegas...

Izuku Midoriya, hijo de una de las concubinas de un monarca de las tierras lejanas detrás del volcán que separaba la pequeña brecha de continentes, su madre era la concubina preferida del monarca de las tierras oeste del continente...

Al ser un omega su padre lo maltrataba, por haber nacido débil, y ser de las castas más inferiores, su querida madre lo defendía recibiendo los golpes que él decía merecerse cuando no era ni su culpa haber nacido así, su madre una de las alfas dominantes más bellas del territorio y su padre al igual un alfa dominante, es por eso por lo que su padre alegaba que debía nacer como alfa y no omega...

SUMISIÓN "Shigadeku"Where stories live. Discover now